Energías Renovables No Convencionales: crónica de una crisis anunciada

paneles solares planta Eramet
El desarrollo de las ERNC en los últimos 15 años ha sido explosivo. En 10 años, el Norte Grande, una de las regiones mejor dotadas del mundo de radiación solar, se llenó de parques fotovoltaicos.

Hace quince años, cuando comenzó la masiva inversión en proyectos de generación energía solar y eólica para reemplazar a aquellas producidas con combustibles fósiles, no se previó que su producción sería mayor a la capacidad de almacenamiento y transmisión que tiene el país. La consecuencia: hoy se está perdiendo parte de una valiosa carga proveniente del norte y el sur, y no está llegando a los consumidores, quienes podrían pagar mucho menos en sus cuentas si estas fueran mejor aprovechadas.


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De ser hace un lustro uno de los sectores más prósperos y emergentes de la economía chilena, la industria de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) hoy vive un momento de puntos suspensivos. Esto, debido a un conjunto de cuellos de botella que el sector atraviesa por un estado que algunos llaman “crisis”.

Una primera señal de alerta fue en 2022, cuando el parque María Elena Solar, ubicado en Pozo Almonte (Región de Tarapacá) y filial de la española Solarpack, declaró su insolvencia. Poco tiempo después pasó algo similar con el parque eólico “Cabo Leones II”, del grupo Iberoamérica Renovables y CPG, ubicado en Huasco, en la Región de Atacama. Esta última, eso sí, logró retornar al mercado luego de que la compañía acreditara una boleta de garantía por $3.300 millones.

Si bien se trata de empresas pequeñas en relación a los gigantes de la industria -que tienen inversiones en Chile por cientos de millones de dólares-, el asunto no es un caso puntual, sino más bien un síntoma de algo más profundo y estructural.

“Dada la geografía y las condiciones climáticas, las generadoras en este minuto están mayoritariamente en los extremos del país. O sea, tenemos mucha energía fotovoltaica en el norte, donde hay condiciones de irradiación únicas y, al mismo tiempo, plantas eólicas en el sur, donde tenemos condiciones muy favorables de viento “, explica Freddy Flores, director del Centro de Transformación Energética de la Universidad Andrés Bello e investigador adjunto del Centro de Investigación en Energía Solar.

FREDDY FLORES
“El problema es que hoy la infraestructura no está dando abasto para transportar toda la energía que se genera", comenta Freddy Flores.

“El problema es que hoy la infraestructura no está dando abasto para transportar toda la energía que se genera y en el norte, por ejemplo, tenemos un problema grande que es el vertimiento”, visibiliza el experto. El vertimiento es la pérdida de energía generada en las plantas debido a que no existe la capacidad de transmitirla hacia los centros de consumo.

Una expansión explosiva

El desarrollo de las ERNC en los últimos 15 años ha sido explosivo. En 10 años, el Norte Grande, una de las regiones mejor dotadas del mundo de radiación solar, se llenó de parques fotovoltaicos, buena parte de ellos de propiedad extranjera. Otro tanto ocurrió con los parques eólicos en las zonas ricas en viento.

Tal fue el crecimiento, que la meta propuesta en 2013 por el gobierno de llegar a 2025 con el 20% de la matriz energética de Chile inyectada por ERNC se alcanzó cinco años antes.

Hoy, de acuerdo al último reporte de la Comisión Nacional de Energía (CNE), el 34,1% de la energía inyectada al sistema proviene de ERNC. Este aporte se desglosa en 45,4% de energía solar fotovoltaica, 39,4% eólica, 7,6% de centrales mini hidráulicas de pasada, 6,5% de biomasa y 1,1% de geotermia.

El desafío para salir del trance que vive la industria es eliminar los cuellos de botella que hoy limitan su desarrollo. Un primer punto son los problemas de transmisión derivados de que en Chile los centros de generación de energía están a mucha distancia de los centros de consumo.

Parque eólico
De acuerdo al último reporte de la Comisión Nacional de Energía (CNE), el 34,1% de la energía inyectada al sistema proviene de ERNC. De esa, 39,4% corresponde a energía eólica.

“Necesitamos mejorar la infraestructura para aumentar las capacidades para transportarla. En tal sentido, un proyecto ícono que permitirá abordar este problema es la línea de transmisión Kimal-Lo Aguirre. Esta permitirá descongestionar el sistema y evitará que se pierda energía en el norte de Chile”, agrega Flores.

Coindice en el punto Ana Lía Rojas, directora ejecutiva de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera).

“La infraestructura de transmisión es una preocupación crítica, ya que la capacidad actual a menudo no está a la par con el rápido crecimiento de la generación renovable, lo que provoca congestión y vertimiento. Esto subraya la necesidad urgente de inversiones significativas en mejoras y expansiones de la red de transmisión. En ese sentido Kimal-Lo Aguirre es muy importante”, indica Rojas.

“Asimismo, la flexibilidad en la red eléctrica y las mejoras en la gestión de la demanda son esenciales para abordar el problema del vertimiento. Se han implementado sistemas de pronóstico avanzados para la generación renovable, lo que permite una planificación más precisa y una operación más eficiente del sistema eléctrico”, agrega Rojas.

Otro factor clave para el futuro del sector es la infraestructura de almacenamiento, es decir, las baterías. Estas permiten hacer frente a una de las grandes falencias de las energías solares y eólicas: que no operan durante todo el día.

ana lia rojas ACERA
"La flexibilidad en la red eléctrica y las mejoras en la gestión de la demanda son esenciales para abordar el problema del vertimiento", explica Ana Lía Rojas.

“Los sistemas de almacenamiento también ayudarán a evitar el vertimiento de energía, haciendo un mejor uso de ella”, explica Flores. “Son muy importantes para manejar la intermitencia inherente a las ERNC, garantizando una mayor estabilidad y confiabilidad en el suministro energético”, aporta Ana Lía Rojas.

Según la ejecutiva de Acera, otro factor limitante del sector es el normativo. “El marco regulatorio requiere una actualización y adaptación continua para apoyar de manera efectiva la integración de las ERNC, facilitando políticas que promuevan la inversión en tecnologías limpias y eliminen barreras que puedan obstaculizar el desarrollo de estos proyectos”, indica.

Otros dos obstáculos del sector, según Rojas, son el financiamiento y la aceptación social. “El financiamiento adecuado y accesible es vital para el avance de los proyectos de ERNC. Es crucial asegurar no solo la disponibilidad de capital, sino también condiciones financieras atractivas para los desarrolladores de proyectos”, cuenta.

“La aceptación social también juega un papel fundamental, siendo esencial obtener el apoyo y la participación de las comunidades locales para evitar conflictos y retrasos”, agrega.

¿Por qué no bajan los precios a los consumidores?

Una de las expectativas que generaron las ERNC cuando comenzaron su expansión en Chile fue que, dado que su costo es más barato que las en base a combustibles fósiles, los precios a los clientes regulados, es decir, domicilios, iba a bajar.

A 15 años de aquello, dichas expectativas no se han cumplido. De hecho, hace un mes y con motivo del congelamiento del precio de la luz desde octubre de 2019, se anunció un alza del precio en Chile de un promedio cercano al 20%. ¿Qué pasó que las promesa de las ERNC no se cumplió?

Ana Lía Rojas, de Acera, explica que se debe a que los precios actuales se basan en contratos antiguos, pre boom de las ERNC.

“Las energías renovables no convencionales, como la solar y la eólica, son significativamente más baratas hoy en día, pero esta reducción en los costos aún no se refleja plenamente en las tarifas eléctricas de los usuarios debido a la convivencia de contratos baratos renovables con contratos antiguos de otras fuentes, que cuando se licitaron reflejaban un momento de escasez de energía”, explica Rojas.

Panel solar
Las energías renovables no convencionales, como la solar y la eólica, son significativamente más baratas, pero esta reducción en los costos aún no se refleja en las tarifas eléctricas de los usuarios.

“Estos contratos, cuando los combustibles fósiles eran la principal fuente de energía, establecen precios fijos que no reflejan las reducciones actuales en los costos de generación de energía renovable. Además, los contratos de energía con plantas de combustibles fósiles suelen incluir cláusulas que garantizan ciertos ingresos a estas plantas, independientemente de si producen o no electricidad, lo que asegura una recuperación de la inversión para estos generadores, pero también implica que los costos adicionales pueden ser transferidos a los consumidores”, agrega.

Según la ejecutiva, en máximo una década el precio más barato de las ERNC debería reflejarse en los hogares.

“A medida que los contratos antiguos expiren, se firmen nuevos acuerdos a precios más bajos y las políticas públicas promuevan la modernización de la infraestructura y la integración de energías renovables es probable que los beneficios de los costos más bajos de las energías renovables se reflejen más claramente en las tarifas eléctricas dentro de los próximos 5 a 10 años”, afirma.

Por cierto, como explica el académico de la UNAB Freddy Flores, la complicación del vertimiento influye en los costos. Una dificultad, dice, que quizás se pudo controlar mejor.

“Ya llevamos un tiempo con el tema del vertimiento, y podríamos implementar proyectos de almacenamiento para poder evitar ese tipo de problemas. Podríamos haber proyectado el crecimiento de energía renovable en el norte y habernos preparado previamente a través de infraestructura que acompañe esta energía también, pero esta tecnología, tanto el vehículo como los nuevos sistemas, es dinámico”, dice.

“Quizás hay que ir un poquito más rápido también, porque un proyecto fotovoltaico en su instalación y su puesta en marcha puede tardar menos que generar una línea, por ejemplo Kimal-Lo Aguirre. Entonces ahí hay que estar también manejando ese tipo de elementos técnicos que permitan la implementación. Porque una cosa es la política, la gestión, la normativa, que se abran los espacios y luego vienen los aspectos técnicos también”, explica el experto.

Dos consorcios compiten por  millonario proyecto de transmisión que será clave para el desarrollo de las energías renovables
“Quizás hay que ir un poquito más rápido también, porque un proyecto fotovoltaico en su instalación y su puesta en marcha puede tardar menos que generar una línea", dice Freddy Flores.

Los desafíos normativos implican también desafíos medioambientales, comenta Freddy Flores, y no sólo mayor inversión en infraestructura, sino también mayor interoperabilidad. “Si todos los usuarios en algún minuto estamos conectados inyectando energía renovable, por ejemplo, o conectando nuestro auto a la red eléctrica, sin comunicación, sin información, puede ser fatal para el sistema. Eso es la interoperabilidad, que se permita saber, conocer y tomar decisiones a través de información. Eso también va a ser súper relevante”, afirma.

Y agrega: “Entonces, todos esos aspectos juntos claramente van a permitir que la energía renovable no solamente se conecte e inyecte, sino que genere un sistema mucho más estable, confiable y que no tengamos problemas en el futuro como un blackout. La energía renovable es variable, ya depende de las condiciones climáticas, por lo tanto es un elemento que requiere tener toda esa tecnología, toda esa conexión, toda esa interconexión desarrollada. Y aquí el almacenamiento claramente va a jugar un rol relevante”.

Pese a todas las dificultades, Chile se ha posicionado como un líder regional y global en términos de ERNC. Según el informe de REN21, es uno de los países con mayor porcentaje de generación renovable en su matriz energética

Ahora bien: ¿qué hacemos los clientes regulados mientras se encauzan las soluciones a los problemas actuales de las ERNC y se abaratan los costos?

“Mi consejo sería considerar la instalación de paneles solares fotovoltaicos en los hogares. Aunque la inversión inicial puede ser alta, hay diversos programas de financiamiento y subsidios disponibles que pueden ayudar. Además, los paneles solares pueden reducir significativamente la dependencia de la red eléctrica y, a largo plazo, disminuir los costos de electricidad. También recomendaría evaluar opciones de eficiencia energética para reducir el consumo, como el uso de electrodomésticos eficientes y la mejora del aislamiento térmico de la vivienda”, cierra Ana Lía Rojas.

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