Movilidad social en Chile: ¿Cómo estamos respecto de la generación anterior?

Presentación estudio movilidad social UNAB
El panel de la tercera entrega de Sesiones Board estuvo compuesto por Raúl Figueroa, Alejandra Candia, Valentina Quiroga y Óscar Landerretche. Moderó el periodista Francisco Aravena.

A partir de los resultados del primer Estudio UNAB de Movilidad Social Multidimensional, la tercera edición de Sesiones Board –proyecto conjunto de La Tercera y Universidad Andrés Bello– analizó junto a un panel de expertos cuánto hemos avanzado en calidad de vida. La cifra dice que estamos un 12% mejor que antes, pero hay algunas variables que alertan como, por ejemplo, la caída en el interés público y la seguridad en el barrio.


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En los últimos 30 años, las estadísticas muestran que nuestro ingreso per cápita ha ido aumentando, mientras que la línea de la pobreza ha disminuido progresivamente. Al menos en lo macroeconómico, quienes hoy habitamos Chile tenemos un mejor panorama que las generaciones anteriores.

Sin embargo, en lo micro es donde aparecen los matices: ¿Vivimos hoy mejor que nuestros padres? ¿Es el factor económico una variable de peso en el incremento de la calidad de vida de la población? ¿Cuánto determina nuestro origen a la hora de surgir?

Esas y otras preguntas fueron parte del primer Estudio UNAB de Movilidad Social Multidimensional, instrumento generado por un equipo multidisciplinario de esa casa de estudios y dirigido por el Instituto UNAB de Políticas Públicas. Se trata de una radiografía inédita que muestra que los chilenos hemos avanzado en un 12% respecto de la generación anterior, gracias a un mayor el acceso a la educación, mejores condiciones de habitabilidad, así como de trabajo u ocupación, más posibilidades de consumo y de acceso a la salud.

Presentación estudio movilidad social UNAB
Esta radiografía es “un aporte cuantitativo y para el diseño de políticas que permitan identificar quiénes necesitan apoyo urgente”, dice Raúl Figueroa, director ejecutivo Instituto UNAB de Políticas Públicas.

El estudio –que se presentó en profundidad en el marco del tercer capítulo de Sesiones Board, proyecto multiplataforma desarrollado por UNAB y La Tercera– busca ser “un aporte cuantitativo, que sirva para el diseño de políticas que permitan identificar quiénes necesitan apoyo urgente y priorizar el gasto público”, explicó Raúl Figueroa, director ejecutivo del Instituto UNAB de Políticas Públicas.

Figueroa, además, fue parte del panel de conversación que debatió -desde distintas miradas profesionales y políticas- cuáles son los principales desafíos que tenemos como país a partir de los resultados expuestos. En él participaron Alejandra Candia, economista y ex subsecretaria de Evaluación Social del Ministerio de Desarrollo Social; Valentina Quiroga, gerenta de Desarrollo Humano de Fundación Chile y ex subsecretaria de Educación, y Óscar Landerretche, economista y académico de la Universidad de Chile.

Más educados, pero menos prósperos

¿Qué pasa cuando la tradición histórica de un país ha sido medir el bienestar a partir del ingreso per cápita y pobreza? Los promedios pueden ser engañosos, partió analizando Alejandra Candia.

Por eso, dijo, este estudio de movilidad social es un muy buen aporte para mirar de forma integral el complejo puzzle de la realidad social nacional y mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan.

“Hay que reconocer los avances. Este instrumento es bastante coincidente con lo que muestran las encuestas de corte transversal en nuestro país. Sin embargo, no nos podemos olvidar de que tenemos desafíos pendientes”, expuso la economista.

Valentina Quiroga, en tanto, enfocó su reflexión en el tercio de la población identificada por el estudio UNAB que declara haber tenido un descenso en sus condiciones de salud, trabajo, ocupación y vivienda propia. Al mismo tiempo, destacó la importancia que las personas le siguen dando a la educación como clave para ascender en su calidad de vida.

Sin embargo, visibilizó que la investigación muestra una brecha crítica: hay una población cada vez más educada que no mejora su situación. ¿Qué está pasando?, se preguntó la representante de Fundación Chile.

Igualdad de acceso vs. acceso de calidad

“Llevo demasiados años en la discusión sobre que lo importante no es la igualdad de resultados, sino la igualdad de oportunidades”, partió diciendo Óscar Landerretche.

Una forma indirecta de poder medir esa igualdad de oportunidades es a través de la movilidad social, agregó el economista, “porque uno esperaría que hubiera cierta aleatoriedad en la aparición de talentos en las distintas clases sociales. Pero no la hay”.

La evidencia empírica, aseguró Landerretche, muestra que lo importante son los resultados, algo que pone límites a la movilidad social meritócrata. “Una persona puede ser muy talentosa, pero el banco no lo sabe: debe demostrarlo”.

Presentación estudio movilidad social UNAB
“Hay países que tienen mejor movilidad que otros, lo que significa que las cosas se pueden hacer mejor, y aquí las políticas públicas juegan un factor muy importante”, dijo Valentina Quiroga.

Raúl Figueroa concordó con la pregunta del académico de la U. de Chile acerca de si la oportunidad para crecer se ha traducido en una movilidad social concreta, junto con anunciar que la idea de este estudio es poder profundizar en la entrega y agregar la diferenciación entre movilidad absoluta y movilidad relativa.

Este alcance dio pie a un interesante debate: ¿cómo miramos la movilidad? En el caso de la educación, por ejemplo, ¿qué dimensión debiera ser la más relevante: el acceso o la calidad? Alejandra Candia cree que ambas deben ser igualmente importantes, aunque haya que hacer un no siempre agradable ranking.

“Hay países que tienen mejor movilidad que otros, lo que significa que las cosas se pueden hacer mejor, y aquí las políticas públicas juegan un factor muy importante”, dijo Valentina Quiroga, quien se concentró en la variable de educación.

“Hoy estamos aprendiendo que gastar más no necesariamente provoca el efecto que queremos. Hay que ponerle lupa a la efectividad del gasto”, agregó.

“En mi opinión, estamos midiendo todo mal en educación. Todo”, dijo Óscar Landerretche, quien hizo hincapié en que, en este caso, la cantidad es tan importante como la calidad. “El indicador líder es cuántas horas están teniendo los estudiantes al día. Me da lo mismo cuánta plata estoy gastando. Si estoy gastando más plata, pero estudian menos, estoy haciendo menos”.

Valentina Quiroga discrepó, señalando que lo expuesto por Landarretche “no es el indicador exitoso”, sino que “confluyen una suma de variables. Es importante no caer en las caricaturas”.

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