Sebastián Piñera: el legado medioambiental del expresidente a un año de su deceso
Este 6 de febrero, cuando se cumple el primer aniversario de su muerte, recordamos la visita del exmandatario a la UNAB, donde realizó una exposición sobre el Chile de los próximos 50 años, retratando su pasión y preocupación por el cuidado del planeta. Aquí, algunas de sus reflexiones.
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“La ciencia ha hablado en forma fuerte y clara, sin embargo, la política no ha logrado estar a la altura del desafío”, expresó Sebastián Piñera cuando le tocó dar una conferencia sobre uno de los temas que más le apasionaba: el cuidado del planeta.
Pero la frase no terminó ahí, sino con una pregunta a los presentes en el auditorio del Campus Casona de Las Condes de la Universidad Andrés Bello. “¿Qué planeta queremos heredar a nuestros hijos? Si seguimos en este camino, el escenario de un aumento de cuatro grados hacia el fin del siglo sería una catástrofe inconmensurable”, señaló.
Cinco meses antes de su muerte, el expresidente inauguró el ciclo “Mirando al Futuro”, un programa de la UNAB que buscaba conmemorar los 50 años del quiebre de la democracia pensando en las próximas cinco décadas.
Aquí, la exautoridad -quien durante sus dos mandatos inauguró más de 10 parques y zonas protegidas, entre ellos, el Parque Marino Motu Motiro Hiva en Rapa Nui, el quinto más grande del mundo- se explayó con pasión y preocupación ante un tema que lo acercó tanto en su faceta de empresario como en el máximo puesto del país, ya que era un firme convencido de que el desarrollo económico y la sostenibilidad pueden ir de la mano.
“El impacto de esas iniciativas es inmenso y muy importante, tanto en la conservación de nuestra biodiversidad como en la proyección internacional de Chile como un país fuertemente comprometido con la protección del planeta”, rememora Magdalena Piñera, hija del Mandatario y directora ejecutiva de la fundación Parque Tantauco, quien siguió trabajando en busca de proteger el legado ambiental de Sebastián Piñera.
Tras su deceso, la fundación Parque Tantauco, reserva inaugurada en 2005, que pasó de ser una zona destinada a la forestación a un espacio protegido, ha seguido adelante en las tareas que levantó el mismo Piñera.
“Continuando con su objetivo, el último año hemos fortalecido nuestras alianzas con la academia y científicos, como la Universidad Católica y Andrés Bello”, comenta Magdalena Piñera.
La fundación también ha sellado acuerdos con organizaciones medioambientales para el cuidado de animales en peligro de extinción, como el zorrito chilote y la ranita de Darwin, sin descuidar el contacto con las comunidades locales.
Volviendo al conversatorio, el expresidente resumió parte de sus preocupaciones en torno a la larga tarea, “la madre de todas las batallas, porque es la batalla por la supervivencia del ser humano en el planeta Tierra”.
Panorama de la crisis climática
“Si algo caracterizaba al Presidente Piñera era precisamente una mirada siempre optimista del futuro y de las posibilidades de Chile para enfrentar ese futuro de la mejor manera posible, pensando siempre en el bienestar de los ciudadanos”, afirma Raúl Figueroa, exministro de Educación durante el segundo gobierno del exmandatario.
Fue él, esta vez en su rol de director ejecutivo del Instituto UNAB de Políticas Públicas, que lo invitó a reflexionar sobre las perspectivas de futuro abordadas desde su reciente administración.
Según el exministro, esta visión optimista iba acompañada de un sentido de urgencia para tomar acción inmediata ante desafíos críticos, como el cambio climático y los avances en inteligencia artificial.
Durante su participación, Piñera abordó estos temas, combinando “una mirada de futuro optimista” con “la necesidad de actuar de manera oportuna para asegurar un presente y un futuro mejor para todos”.
En la misma charla, también habló de la advertencia de la naturaleza y falta de acción, así como de una institucionalidad insuficiente que no ha estado a la altura de los desafíos globales. Ante ello, se explayó: “Esto es un tema que no se puede hacer a nivel de cada país, porque es un fenómeno absolutamente mundial”.
A su parecer, tras tres décadas desde los primeros acuerdos de Río de Janeiro -donde se declaró la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático–, los avances han sido insuficientes. “El colapso climático sigue avanzando sin ninguna contemplación por nuestras dudas y demoras”, complementó.
“Es bueno recordar que el tiempo se nos está acabando”, resumió el expresidente, con su característico tono. Pese a la abundante evidencia científica, el mundo no había logrado consensuar medidas efectivas para enfrentar la amenaza climática. “El colapso climático no tiene contemplaciones por las dudas humanas ni por las demoras en tomar decisiones”, agregó.
El mandatario, quien había sido partícipe de cumbres internacionales, donde las tensiones entre países desarrollados y en desarrollo eran palpables, lo hizo recordar un debate en una reunión del G7: “Los países en desarrollo decían: ‘ustedes cortaron todos los bosques y ahora quieren que nosotros les cuidemos el Amazonas’”. Palabras que a su juicio eran el resumen del problema: la histórica responsabilidad de las naciones más industrializadas frente a la crisis climática.
En el evento, Piñera también destacó la importancia de acuerdos internacionales como el de París en 2015 -que hoy se ve amenazado tras los recientes dichos del presidente Donald Trump–, mencionando un hecho que consideraba un avance significativo. “Por primera vez, los tres principales emisores de CO2 –China, Estados Unidos e India– asumieron compromisos de reducción de emisiones. Pero el problema es que esos compromisos deben ser exigibles”.
Ante una tarea con misiones desiguales, asoman las dificultades para financiar iniciativas medioambientales en los países en desarrollo. Piñera mencionó el caso del Parque Yasuní, en Ecuador, donde un plebiscito decidió detener la explotación petrolera sin compensaciones internacionales. “Ecuador intentó financiar esta decisión creando un fondo al que incluso Chile quiso contribuir, pero la falta de apoyo global hace que este tipo de iniciativas sean insostenibles”, ejemplificó.
Durante su intervención, también fue crítico con el incumplimiento de las promesas internacionales. Se refirió al compromiso de aportar 100 mil millones de dólares anuales para mitigar y adaptar los efectos del cambio climático, una meta que, según él, aún estaba lejos de cumplirse. “Por eso, muchos países han optado por la adaptación: prepararse para un fenómeno inevitable mejorando su infraestructura”, argumentó.
“Pero no se trata de expulsar al ser humano de la naturaleza”, aclaró. Según Piñera, la clave está en encontrar un equilibrio entre conservación y actividades humanas sostenibles. “La diferencia entre los ecologistas profundos y los modernos es que los primeros quieren cerrar la naturaleza al hombre, mientras los segundos buscan compatibilizarla con actividades económicas”.
Tareas ambientales en sus gobiernos
Ante las obligaciones que cada país adoptó, Piñera explicó que Chile desarrolló un plan integral para alcanzar emisiones netas cero, basado en varias líneas de acción. Entre ellas, la descarbonización de la matriz energética y el cierre anticipado de centrales térmicas, con la meta de reemplazar los combustibles fósiles por energías limpias y renovables. Sin embargo, también identificó “los cuellos de botella” en este proceso. “Tenemos exceso de energía en el norte y déficit en el sur. Pero construir líneas de transmisión en Chile es como el parto de los montes”, bromeó.
Otro eje fundamental del plan fue la electrificación del transporte público, destacando que Santiago se convirtió en la segunda ciudad del mundo, después de China, con mayor número de buses eléctricos gracias al Plan RED impulsado durante su gobierno.
Ante la búsqueda de la eficiencia energética, expresó que “no hay energía más limpia que la que no se malgasta”, enfatizando la necesidad de un uso responsable de los recursos. En paralelo, mencionó el ambicioso programa de reforestación que planteaba recuperar 200 mil hectáreas, principalmente con bosques nativos, como una herramienta para mitigar el impacto del CO2.
La protección del patrimonio natural también ocupó un lugar destacado en su relato. Piñera habló del aumento de áreas protegidas, tanto terrestres como marinas, que abarcan el 23% del territorio nacional y el 43% del mar económico chileno, respectivamente.
Consultada sobre los aprendizajes que dejó su gestión en términos de cuidado al planeta y desarrollo sustentable, Magdalena Piñera sostiene que “el Estado puede ser más ambicioso y eficiente en la protección del medio ambiente”, tomando como ejemplo la reforma a la institucionalidad ambiental de 2010, que “implicó crear una institucionalidad en la que se separaron las competencias de política y regulación”, como fue la puesta en marcha del Ministerio de Medio Ambiente.
Al mismo tiempo, la creación del Fondo Naturaleza Chile (FNC) permitió canalizar donaciones filantrópicas para conservación.
“En sus dos mandatos, Chile adoptó un enfoque más ambicioso de transición hacia energías renovables”, agrega, tomando el caso de la primera Estrategia de Hidrógeno Verde, la aceleración del cierre de las centrales a carbón, la Estrategia Nacional de Electromovilidad y ley de Eficiencia Energética.
El desafío de la Inteligencia Artificial
El evento en la UNAB fue una de las últimas intervenciones en universidades de Sebastián Piñera, y su mensaje quedó grabado como un recordatorio de los desafíos pendientes. Incluso tuvo tiempo para un tema que hoy se toma la agenda mundial y geopolítica como es el avance de la Inteligencia Artificial.
No solo se trata de los logros en la protección del medioambiente, sino también de la revolución tecnológica que acompaña este desafío.
Como anécdota, recordó su participación en la versión 38 del evento Sun Valley, que reúne a empresarios y millonarios en Silicon Valley, donde los grandes líderes de la innovación, como Jeff Bezos (Amazon), Tim Cook (Apple), y Sam Altman (creador de ChatGPT), discutieron el presente y futuro de la IA.
“Ahí estuvo Dickson, uno de los pioneros de la IA, y aunque ya está en una etapa de advertencias, fue interesante escucharlo junto a otros referentes”, relató Piñera. En esa reunión se abordaron los avances extraordinarios en capacidad de procesamiento de datos y en la acumulación de información.
Piñera explicó cómo estos desarrollos tecnológicos están influyendo directamente en áreas como el cambio climático. “En Chile, hemos estado aplicando IA para monitorear la contaminación, analizar cambios en la biodiversidad y predecir fenómenos climáticos”, detalló, considerando procesar datos en tiempo real y ayudar a tomar decisiones estratégicas.
Más allá del monitoreo ambiental, el uso de la IA en Chile también se ha extendido a otras áreas clave, como la detección de actividades ilegales, tales como la pesca o tala clandestina. Según Piñera, la IA ha permitido optimizar los sistemas de alerta y respuesta rápida ante estos problemas, algo crucial para proteger los recursos naturales del país.
Finalmente, mencionó cómo la expansión de la conectividad tecnológica ha sido una base para potenciar el impacto de la IA, con la construcción de la red de fibra óptica que conecta desde Arica hasta Puerto Williams, con ramales que llegan a los lugares más remotos. “Esta infraestructura nos ha permitido avanzar hacia la implementación de la tecnología 5G, que es 100 veces más rápida y segura que las anteriores”, explicó.
Consciente de los riesgos que esta tecnología conlleva, Piñera destacó la necesidad de utilizarla de manera ética y responsable, especialmente en áreas tan sensibles como el medioambiente. “No es solo una herramienta, es un aliado poderoso si sabemos cómo manejarla. En Chile estamos en el camino correcto, pero el desafío sigue siendo enorme”, concluyó.
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