¿Son las criptomonedas un mecanismo seguro de inversión?

El caso $LIBRA y la promoción de dicha criptomoneda de Javier Milei no solo provocó un escándalo internacional, con al menos 50 mil personas “estafadas” por confiar sus inversiones en este proyecto, sino que volvió a levantar entre la población las dudas sobre estos activos digitales.

Las criptomonedas existen desde hace más de una década. La primera en aparecer fue Bitcoin (BTC) en 2009, en respuesta por la crisis financiera global que azotó al mundo un año antes, y ofreció un sistema descentralizado que, a diferencia de los dólares, euros, pesos chilenos o yenes, no cuenta con un organismo central que la controle o regule.

Hasta la fecha, han aparecido un centenar de otras cripto como las “Altcoins” (monedas alternativas), gestionadas por una red de computadoras descentralizadas que se sustentan en la tecnología blockchain como método de seguridad, y su precio varía en función de la oferta y demanda.

¿Son las criptomonedas un mecanismo seguro de inversión? ¿Sí, no, por qué? Para Jorge Rojas, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello, las criptomonedas se han caracterizado por su “alta volatilidad y la ausencia de respaldo por activos físicos o gobiernos”, lo que a su parecer las convierte en “inversiones muy riesgosas”.

Pese a esa falta de regulación, estas siguen creciendo y ganando adeptos. Eso no quita que hayan sido objeto de estudio por parte de las autoridades financieras. Pedro Huichalaf, experto en Ciberseguridad y exsubsecretario de Telecomunicaciones explica que el Banco Central ha realizado estudios respecto a las formas de administración y el valor de las criptomonedas.

Desde el ámbito tributario, Huichalaf explica que el Servicio de Impuestos Internos (SII) ha establecido que, aunque no regula su operación, sí exige que “si un chileno realiza inversión en criptomonedas, una vez que retira dinero, tiene que informar al SII para efectos del impuesto global complementario”.

A nivel global, destaca que no existe una regulación uniforme, por lo que cada nación ha reaccionado de manera diferente. Mientras que en China estuvieron prohibidas para luego dar paso a pruebas con un yuan digital, en Estados Unidos han enfrentado intentos de regulación debido a su posible uso en transacciones ilícitas, como financiamiento de organizaciones criminales.

Incluso, el actual Presidente del país norteamericano, Donald Trump, firmó a principios de marzo una orden ejecutiva para establecer una “reserva estratégica” de criptomonedas que incluya al bitcoin, la divisa digital más fuerte en la actualidad, con un valor cercano a los US$90.000 por unidad, según información de la BBC.

Respecto a la estabilidad de estos activos digitales, Huichalaf señala que existen criptomonedas relativamente seguras, ya que “existe una comunidad, con reglas claras, porque hay una cantidad de criptomonedas existente”.

No obstante, advierte sobre el surgimiento de monedas digitales con poca sustentabilidad, como las “meme coins” que, literalmente, son creadas a partir de imágenes graciosas de redes sociales, cuyo valor es especulativo. El especialista toma el caso de WordCoin, que otorgaba criptomonedas a cambio de escaneos de iris, lo que generó controversia sobre su modelo de negocio y seguridad.

Por ello, Jorge Rojas enfatiza que las cripto como inversión son poco recomendables para “inversionistas principiantes o que tengan preferencias por rentabilidades conocidas”, pensando en quien prefiere un depósito a plazo o un fondo mutuo que invierte en instrumentos de deuda.

El primer consejo es evitar monedas digitales de poca masividad, porque ante la falta de regulación pueden aparecer casos de fraudes, como estafas de salida y proyectos de mala calidad que bordean lo fraudulento como ocurrió en el país trasandino. “Hemos visto lo que ocurrió en Argentina generando millonarias pérdidas para sus inversionistas y un serio problema político para el presidente Milei”, complementa.

En el ecosistema de las criptomonedas, Bitcoin se ha posicionado como el activo digital de mayor confiabilidad y seguridad. Su impacto es tal que en 2021 el gobierno de El Salvador, liderado por Nayib Bukele, se convirtió en la primera nación en adoptar bitcoin como moneda oficial, un experimento sin precedentes en la economía global.

Para Rodolfo Andragnes, fundador de la ONG Bitcoin Argentina, la caída de plataformas como $Libra no afecta al ecosistema interno de dicha moneda digital, aunque puede generar confusión en la percepción pública.

“La mirada de la población en general aún le cuesta diferenciar cripto de Bitcoin o entender algunos aspectos, entonces es muy probable que lo mezclen todo en la cabeza y que esto impacte a la sensación de que las criptomonedas pueden ser estafas”, comenta.

A diferencia de otras inversiones, Bitcoin no depende del éxito de una empresa o proyecto, sino de una característica para Andragnes “inmutable”: su escasez. “En Bitcoin, lo que uno invierte es en la certeza de que va a haber 21 millones y que esa certeza va a convertir a Bitcoin en el activo más escaso del mundo, pero con todas las cualidades de ser una excelente moneda”, explica, en referencia al tope en monedas que posee dicho activo, lo que puede influir en su valor.

La confianza en Bitcoin, según el especialista, radica en que su emisión está garantizada y no puede alterarse por fluctuaciones del mercado o decisiones empresariales.

Miguel Klagges, presidente y cofundador de ONG Bitcoin Chile, que desde 2015 agrupa a los inversores de dicha moneda en el país, responde que, hasta el momento, solo el 1% de la población mundial usa Bitcoin, y se ha vuelto una “herramienta de libertad financiera y descentralización económica”.

Desde la perspectiva de estas organizaciones, la descentralización lejos de reguladores permite a las personas tener control absoluto sobre su dinero, en comparación con los sistemas financieros tradicionales, brindando “soberanía económica”. De hecho, Klagges explica que los principios que maneja esta moneda en particular son “resguardo del valor, independencia financiera y resistencia a la confiscación”.

“Desde el punto de vista jurídico, refina el derecho a la propiedad. Nosotros tenemos en nuestro poder algo que es inconfiscable, que no está bajo el control de un banco y que realmente nos permite alcanzar la libertad financiera”, argumenta.

A pesar del auge de las criptomonedas, Klagges se muestra crítico con la proliferación de nuevos proyectos que buscan replicar o mejorar la idea original de Bitcoin. Si bien reconoce que existen criptoactivos con diversos usos, argumenta que la mayoría no ha logrado superar las soluciones tradicionales y centralizadas.

“Hay distintos tipos de criptoactivos que buscan, por ejemplo, tokenizar activos del mundo físico. Pero en la mayoría de los casos, la solución tradicional sigue siendo más eficiente que su versión descentralizada”, sostiene.

Además, valora que Bitcoin ha resistido ataques cibernéticos durante más de una década, consolidándose como una red inquebrantable. “Han habido muchos intentos de atacar Bitcoin, pero no se ha logrado derribar. Es la red más robusta y descentralizada del mundo”, enfatiza.

Ante la popularidad del mercado y la atracción de inversionistas de distintos niveles de experiencia, el economista Jorge Rojas considera algunos factores que marcan la seguridad de una inversión en criptomonedas.

Entre los componentes que influyen en la decisión de invertir, menciona la volatilidad del activo, las regulaciones aplicables, la seguridad de la plataforma de inversión y, sobre todo, la educación financiera del inversionista. “El conocimiento de sí mismo es clave para evitar decisiones impulsivas”, añade.

“Ninguna inversión es segura, todas tienen riesgos. Lo relevante es tener una adecuada estimación de los riesgos y conocer las preferencias por riesgo que uno tiene”, afirma Rojas. Por ello, entre los errores más frecuentes entre los nuevos inversionistas es seguir tendencias sin informarse adecuadamente sobre el proyecto en el que están invirtiendo.

“Es fundamental comprender la tecnología subyacente de la criptomoneda y conocer a las entidades que la respaldan”, señala el académico de la Facultad de Economía y Negocios UNAB. Además, destaca que muchos inversionistas caen en la tentación de buscar rentabilidades extraordinarias en poco tiempo, lo que los lleva a asumir riesgos desproporcionados.

“Un error crucial es enamorarse del proyecto y destinar la mayor parte del capital a una sola criptomoneda, sin aplicar la estrategia básica de diversificación”, manifiesta. Como consejo práctico, recomienda evitar la compra en máximos históricos, especialmente en proyectos nuevos con poca trayectoria.

Para quienes desean invertir en criptomonedas, Rojas recomienda analizar una serie de indicadores que permiten evaluar la solidez y potencial de un activo y alerta: “El conocimiento y la prudencia son esenciales para navegar en el mundo de las criptomonedas”.

Entre estos indicadores, está la “capitalización de mercado”, que indica el valor total de la criptomoneda en circulación y su relevancia en la industria. “Generalmente, una mayor capitalización sugiere menor volatilidad”, comenta. Otro punto es el “volumen de trading”, que refleja la liquidez del activo y la actividad del mercado, permitiendo “evaluar la facilidad para comprar o vender”.

Un ecosistema activo con desarrolladores y una base de usuarios creciente puede indicar un buen potencial de sostenibilidad, como ocurre con Bitcoin y organizaciones que buscan educar a sus usuarios. Ante eso, Pedro Huichalaf explica que es fundamental evaluar quiénes son los gestores, creadores y mercados asociados a cada criptomoneda.

“A diferencia del mercado financiero tradicional, donde hay corredores de bolsa regulados, en el mundo de las criptomonedas cualquier comunidad puede ser una billetera, lo que aumenta el riesgo de inversión”, complementa.

En este contexto, la confianza en la comunidad es clave, pero siempre existirá el peligro de que no haya respaldo ante un eventual incumplimiento de acuerdos. Para evitar caer en estafas, es fundamental investigar más allá de los primeros enlaces de Google. Existen exchanges de criptomonedas reconocidas, donde se pueden comprar y vender criptomonedas a cambio de una comisión, entregando seguridad que otras plataformas no podrían dar.

Mientras que en Chile destacan nombres como Mercado Pago, Buda.com o CryptoMarket, a nivel internacional están Binance, Kraken, Coinbase, y Bitfinex, entre otros. Comúnmente, estas plataformas funcionan bajo una billetera digital interna, donde se pueden ir comprando monedas digitales. A su vez, exigen datos de identificación, cuentas donde depositar los futuros fondos, para comenzar a revisar la oferta.

Para algunos, las criptomonedas son sinónimo de libertad financiera, mientras que otros ven en ello un posible riesgo de inversión. Solo queda en manos de quien posee dinero para apostar por este activo que llama la atención en todo el mundo.