Todo lo que hay que saber para cuidar a las mascotas en estos días de verano

¿Son más inteligentes los perros o los gatos? Esto dice la ciencia
Durante el verano, las mascotas pueden hacer exploraciones el aire libre y desarrollar actividades nuevas que contribuyen a su bienestar físico y emocional.

Cómo refrescarlos, cómo tranquilizarlos para viajar y, sobre todo, cómo protegerlos de los potenciales riesgos que traen consigo el sol y el calor para disfrutar la temporada al máximo. Conoce aquí los consejos de tres veterinarias expertas del Colmevet, UNAB y de la Clínica Dr. Pet para mantener felices y cuidados a tus perros y gatos.


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El verano ofrece oportunidades únicas para las mascotas. Con sus tutores y tutoras de vacaciones, pueden compartir más con ellos en casa, pasear por la ciudad, hacer exploraciones el aire libre y desarrollar actividades nuevas que contribuyen a su bienestar físico y emocional. Sin embargo, perros y gatos también enfrentan desafíos por el aumento de las temperaturas y las condiciones propias de la estación.

¿Cómo cuidarlos adecuadamente? Hay que poner atención a sus necesidades específicas. Las más básicas tienen que ver con hidratación y alimentación, pero también hay que tomar medidas especiales en relación con su pelaje, la posible existencia de parásitos y, sobre todo, evitar exponerlos a temperaturas muy elevadas que podrían desencadenar en ellos un peligroso fenómeno conocido como golpe de calor.

La hidratación es vital

Cuando aumentan las temperaturas, perros y gatos tienden a perder el apetito. Por eso se recomienda darles de comer en las horas más frescas, en la mañana o en la tarde noche.

“Hay veces que uno deja el alimento todo el día. Con los gatos esto tiene que ser así. Pero tenemos que fijarnos que se mantenga fresco y que no lleguen las hormigas. Podemos servirles una pequeña cantidad e ir cambiándola o agregándole granos nuevos”, explica Ana Francisca Soto, académica de la carrera de Medicina Veterinaria en la Universidad Andrés Bello, UNAB.

Los especialistas concuerdan en que no es bueno hacer cambios en el tipo de alimentación, sobre todo cuando esta es también tratamiento para una condición médica.

Sin embargo, se pueden agregar snacks frescos como fruta o su propia comida congelada. “Podemos hacerles hielitos con comida húmeda o con sus pellets remojados y entregárselos como helado”, sugiere Ana Francisca Soto.

Ana Francisca Soto
“Podemos hacerles hielitos con comida húmeda o con sus pellets remojados y entregárselos como helado”, sugiere Ana Francisca Soto.

Los gatos suelen beber menos agua que los perros, entonces para asegurar la hidratación, Viviana Valenzuela, directora de la Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet), recomienda darles comida húmeda en esta temporada.

En este contexto, los populares snacks Churu, pueden ser grandes aliados. “El primer ingrediente del Churu es agua, entonces sirve mucho para hidratar tanto a los perros como a los gatos. Siempre le doy a mis tutores como tip que lo pueden congelar”, explica Adriana Soto, médico veterinario geriatra de la clínica Dr. Pet.

El consumo de agua depende del tamaño de la mascota, de la especie, la raza y la actividad física. El ideal es tener siempre agua disponible, ojalá en más de un recipiente, para que puedan beber cada vez que quieran. Es importante mantenerla fresca, es decir, hay que cambiarla durante el día y se le pueden agregar cubitos de hielo para enfriarla.

Si un perro o un gato tienen las mucosas brillantes y humectadas, están atentos al medio y no están decaídos, significa que están bien hidratados. Una forma de comprobarlo es haciendo el test del pliegue cutáneo: si uno lo levanta y la piel vuelve de inmediato a su posición original, no hay problemas.

Desparasitación y cepillado de pelo: mantenimiento básico

El lugar donde descansan las mascotas tiene que ser fresco. Si los perros viven en el patio, muchas veces no tienen espacios para protegerse.

“Ojalá se les pueda permitir ingresar a la casa, a la cocina o a la logia, donde haya baldosas para que puedan acostarse”, indica Ana Francisca Soto de la UNAB. “También podemos refrescar a los perros mojando su abdomen, sus orejas o sus patas con agua o una toalla húmeda”, agrega.

En el mercado existen productos especiales que pueden ayudar a los perritos a capear el calor.

“Hay unas bandanas refrescantes que las metes al refrigerador, se las pones, y eso les ayuda a bajar la temperatura”, cuenta Adriana Soto, de Dr. Pet. Además, se venden mantas refrigerantes rellenas con un gel que, cuando el perro o el gato se posiciona sobre ellas, se activa y se enfrían.

Gato
Cuando aumentan las temperaturas, perros y gatos tienden a perder el apetito. Por eso se recomienda darles de comer en las horas más frescas, en la mañana o en la tarde noche.

¿Y qué hay con su pelaje? Algunos tutores de mascotas creen que deben cortar el pelo de sus mascotas en verano para ayudarlos a lidiar con el calor. Sin embargo, las veterinarias explican que el pelo en las mascotas cumple una función termorreguladora y los protege tanto del frío como de las altas temperaturas.

“En el caso del calor, el pelaje genera una cámara de aire entre la piel y el exterior y el calor se distribuye de manera uniforme en el cuerpo. Entonces es importante mantenerlo sano”, explica Ana Francisca Soto, de la UNAB.

“Hay razas de perros que no necesitan corte de pelo, porque recambian su manto naturalmente. Ahí se recomienda cepillado constante y baños frecuentes, por lo menos dos veces al mes”, señala Viviana Valenzuela, del Colmevet.

“Y a las razas que se les recorta el pelo porque tienen un crecimiento continuo, no se recomienda que sea a ras de piel, porque tiene un efecto protector de rayos ultravioletas. Sí se puede cortar quizás dos o tres centímetros, pero que les quede un manto para protegerse de los cambios bruscos de temperatura y el calor”, agrega Viviana Valenzuela.

En el verano, además, hay que estar atentos, porque proliferan las pulgas y las garrapatas ya que las condiciones climáticas son ideales para su reproducción. Por eso, los animales con los que compartimos nuestras casas tienen que estar desparasitados interna y externamente.

“Existe la alergia o dermatitis por picadura de pulga, que se da mucho. Vemos que el perro se rasca mucho la base de la cola, o en los gatos se produce una dermatitis que se llama dermatitis miliar, que son puros granitos en la piel. Por eso hay que controlar muchísimo el tema de las pulgas porque basta solo una mordida para que esta se desencadene”, dice Ana Francisca Soto.

Para perros, los antiparasitarios externos vienen en formato de spray, pipeta, pastillas o collares. En el caso de los gatos, hay pipetas y collares. Por lo general se administran cada un mes, pero hay pastillas que pueden durar hasta tres. “Si ves que está con pulgas, ves las garrapatas, también puedes fumigar su espacio”, señala la profesional.

Viviana Valenzuela
“La ley de tránsito indica que siempre tienen que estar en la parte de atrás. Nunca adelante como copilotos”, señala Viviana Valenzuela, sobre las precauciones que hay que tomar al trasladarlos en vehículo.

El peligroso golpe de calor

En verano se sugiere que los paseos de los perros, al igual que la alimentación, se realicen temprano en la mañana o en la tarde noche y por lugares sombreados. “Así evitamos la sobreexposición a los rayos ultravioleta y también lesiones que pueden producirse en el paseo”, dice Viviana Valenzuela, haciendo referencia a las dolorosas quemaduras de cojinetes.

Las almohadillas de las patas en perros y gatos funcionan como termorreguladores porque es el único lugar por donde transpiran. “Si tú los sacas a pasear a las dos, a las tres, es fatal”, dice Adriana Soto. “Existe la posibilidad de que esos cojinetes se quemen y obviamente eso va a afectar su calidad de vida”.

“Siempre les hablo a los tutores de la regla de los cinco segundos. Pon la palma de tu mano en el cemento y si no resistes ese tiempo, el cojinete del perro no está apto para pisar esa superficie porque está muy caliente”, explica.

“Las personas a veces les ponen zapatos para que no se les quemen los cojinetes. Pero causan el efecto contrario a lo que buscamos, porque los perros solo sudan por ahí. El sudor hace que se refresquen, porque al contacto con el aire disminuye la temperatura corporal. Con los zapatos, esta aumenta”, señala Ana Francisca Soto.

Cuando las mascotas están expuestas a los rayos ultravioletas, las especialistas sugieren el uso de protector solar. Sobre todo en animales de pelaje blanco. En el caso de los gatos, se debe aplicar en las orejas y en la nariz y en los perros, en las zonas donde tienen menos pelaje, como las orejas, la nariz y el abdomen.

Ana Francisca Soto señala que el producto tiene que ser de uso veterinario. “Tiene que ser especializado para ellos porque se lamen, entonces no tiene que ser tóxico, no tiene que tener sabor y se debe absorber rápido”.

Adriana Soto recomienda además un bloqueador solar para niños, el Kids Loción con Micropigmentos (Eucerin), que también puede ser usado en mascotas.

Adriana Soto
Adriana Soto sí aprueba llevar a tu perro a la playa para sacarlo a pasear, "obviamente en horarios que no haya tanto sol”, afirma.

Cuando las temperaturas ambientales están muy altas, cuando salen a pasear con mucho calor, cuando no hay un lugar fresco donde refugiarse o cuando los dejan encerrados en el auto, las mascotas son mucho más vulnerables a sufrir un golpe de calor.

Es menos común en los gatos, por su estilo de vida y sus estrategias naturales para evitar el calor, pero los felinos igual pueden verse afectados por este fenómeno también conocido como hipertermia, que se produce cuando la temperatura externa es tan alta que el cuerpo de los animales no logra regularla.

“Podemos ver que empiezan a respirar de forma dificultosa. Los gatos abren la boca para respirar, lo que es muy grave, porque ellos no jadean como los perros. Su saliva es más espesa y las mucosas orales están rojas e incluso azuladas. Tienen taquicardia, se descoordinan, se pueden desmayar. Tienen temblores musculares, incluso pueden vomitar y eso conduce rápidamente a la muerte”, alerta Ana Francisca Soto.

Ante estas señales, lo primero que se recomienda es tratar de bajar la temperatura, pero no con agua fría ni con hielo, porque eso aumenta la descompensación. Se deben mojar con agua tibia, darles de beber agua si es que no están vomitando y llevarlos urgente a un centro veterinario.

¿Vamos a la playa?

Si salimos de viaje y nuestras mascotas no pueden acompañarnos, podemos dejarlas al cuidado de otra persona. “Si es un perro o un gato estable, es importante que las personas que vayan a cuidarlos los conozcan antes. Ojalá exista un vínculo previo y si no es así, que los visiten antes, les den cositas ricas, premios y snacks”, dice Ana Francisca Soto.

“En esta época puede ser estresante no estar con su familia. Hay música relajante para perros y gatos que se puede utilizar, aromaterapia y también feromonas”, agrega.

“Existen feromonas sintéticas que cumplen la función de tranquilizar a las mascotas, para que sientan que no están en un ambiente amenazador. Cuando la madre a su cría le transmite tranquilidad, libera feromonas”, explica Viviana Valenzuela. Vienen en formato spray o difusor y se pueden conseguir en centros veterinarios o tiendas de mascotas. También hay aceites esenciales, como el de lavanda, que producen un efecto similar.

Cuando nos vamos de vacaciones y llevamos a nuestros perros y gatos, igualmente debemos prepararlos con refuerzos positivos antes para que se habitúen a usar la jaula transportadora y el cinturón de seguridad especial para mascotas.

VINA DEL MAR: Borde Costero
Al llevar a las mascotas a la playa, siempre hay que preocuparse de que esta permita el ingreso de perros, de que estén siempre a la sombra y de que tengan agua o algún snack.

Para trasladarlos, “la ley de tránsito indica que siempre tienen que estar en la parte de atrás. Nunca adelante como copilotos”, señala Viviana Valenzuela del Colmevet. Con cinturón o en sus jaulas, es importante que el itinerario contemple varias detenciones, para que ellos puedan realizar sus necesidades biológicas y tomar agua. Adriana Soto de Dr. Pet recomienda paradas cada dos o tres horas.

Por supuesto, las mascotas deben ir lo más cómodas posibles. “Es importante que el auto esté con aire acondicionado si es posible; si no, llevarlos con la ventana abierta para que les entre un poco de aire”, dice Ana Francisca Soto. Y cuidar que no reciban los rayos del sol en forma directa”.

En ningún caso se recomienda la sedación. “Los fármacos que comúnmente se recetan, como el Pacifor, que es acepromazina, son sedantes, pero no generan relajación del tipo mental, sino que solamente muscular. Por lo tanto, la mente del paciente sigue activa y él solo se siente mareado”, explica la académica de Medicina Veterinaria UNAB.

Es mejor “prepararlo con feromonas apaciguantes para perros o gatos que se aplican en el vehículo o en la jaula donde van a viajar”, concluye Viviana Valenzuela.

“Si vamos a llevar a nuestras mascotas a veranear, tenemos que averiguar si donde vamos las aceptan y si es un lugar seguro. Si los voy a llevar a una cabaña, saber que tiene un buen cerco perimetral y si no, mantenerlo siempre en observación. Y si lo voy a llevar a la playa, no se recomienda tanto, porque hace mucho calor y no hay donde refugiarse”, explica Ana Francisca Soto.

“Si pueden no llevarlas, es mejor que no las lleven”, dice Viviana Valenzuela. Pero si no se puede evitar, la profesional comparte las sugerencias de tenencia responsable del Colmevet: preocuparse de que la playa permita el ingreso de perros, de que estén siempre a la sombra, de que tengan agua y algún snack, de no llevarlos cuando los rayos UV son más intensos, de que estén inscritas en el Registro Nacional de Mascotas, y que además tengan un medio de identificación con collar y placa.

“Si tienes ciertos cuidados para llevar a tu mascota a la playa, no hay problema. Pero no soy partícipe de que, si vas a las tres de la tarde, estés con tu mascota ahí. Eso sí que no. Pero llevarlo a la playa para sacarlo a pasear sí, obviamente en horarios que no haya tanto sol”, concluye Adriana Soto, de Dr. Pet.

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