ARQUITECTURA
Henry Bauer, arquitecto y gestor de innovación ciudadana. Puede que algún día sea un ícono de la ciudad, una especie de High Line en Santiago, un precedente de cómo la ciudadanía es capaz de poner temas en la agenda pública y urbana. Como también puede que la demuelan o que vuelva al estado en que estaba. Lo cierto es que el proyecto Pasarelas Verdes –Remodelación San Borja– ha dejado varias lecciones en los dos años que lleva funcionando. Una de las grandes es que queda menos tiempo para hablar cuando se hace algo, que un proyecto es mucho mejor recibido y contagia cuando contiene una propuesta en lugar de un alegato. En este caso era simple: abandono versus ocupación.
Como contamos en su momento, ahí confluyeron los intereses de muchos grupos, un curso de taller de la FAU, los vecinos del barrio y toda la gente que interpretó la iniciativa desde su interés. "La gente a la que le gustan las plantas sentía que era un proyecto ecológico. A la que le gusta la música, que era un nuevo escenario independiente. La ligada al urbanismo creía que era un proyecto de recuperación urbana. Los 'punkis' lo veían como una rebelión. Todos completaban la iniciativa con su rollo. Fue una estrategia sin querer", recuerda Henry Bauer, entonces ayudante de taller en la FAU, que se convirtió en el líder más visible de Pasarelas Verdes.
El alcalde de Independencia vio lo que pasaba ahí y reclutó a Henry: "Estoy armando un área de innovación ciudadana en la Municipalidad de Independencia. Vamos a inaugurar el 30 de noviembre con un evento en el espacio público, algo muy parecido a Pasarelas Verdes. Tenemos apoyo del FIIS, de FabLab y otros actores del mundo de la innovación. Ya hicimos un levantamiento para identificar personajes en la comuna que resuelven problemas públicos por sus propios medios, que es una forma de hacer política finalmente. Los estamos comunicando entre sí. La idea final es enchufar a Independencia al circuito de innovación y generación de valor público que está en Santiago y Providencia". Él siente que su privilegio es haber descubierto el poder que no está en las fuentes tradicionales. "Tener la confianza primero, creer que puedes hacer las cosas; a eso voy con poder. No es algo que haces solo, buscas ayuda en tus amigos y más allá. Pasarelas Verdes funciona bajo esa lógica, genera poder de la suma de muchos, sin necesidad de apoyo ni financiamiento de ningún tipo".
Eventos, charlas, arquitectura, música, son herramientas que Henry utiliza para hacer política ciudadana. Algo que según él muchos hacen pero no son conocidos o no pertenecen a círculos con influencia. Hay que escarbar para encontrarlos, pero existen. "Yo tampoco pertenezco a un mundo privilegiado de contactos, pero la universidad me ha abierto posibilidades que puedo aprovechar. Mi idea es compartir eso, esa capacidad de conexión. Hay cosas graves que no puedes solucionar, como las AFP o las filas en los hospitales, pero de alguna forma puedes hacer que las personas empiecen a querer tomar acción. Siempre las personas se han hecho cargo de sus problemas. Lo que pasa es que ahora se valora, hay una especie de vuelta a la dicotomía entre los políticos y el pueblo, pero ahora hablamos de ciudadanía. Ciudadanía en griego se dice polite, entonces ser ciudadano es ser político". @independecia.ciudadana / @pasarelasverde
Diego Fernández, Domingo Molina, Matías Romero y Víctor Rojas, ganadores concurso CAP. Tienen entre 22 y 26 años, cursan distintos años de arquitectura en la UDP y fueron los ganadores del concurso de arquitectura CAP para estudiantes de arquitectura, que desde 1986 busca apoyar el desarrollo de esta como disciplina fundamental de la construcción del habitar humano en nuestro país.
El concurso este año trató sobre el diseño de un jardín infantil y sala cuna en acero. En el caso de este grupo, el taller de concurso de la UDP tomó como pie forzado que los concursantes emplazaran sus proyectos en conjuntos habitacionales del movimiento moderno chileno. "Dentro de estas opciones elegimos la unidad vecinal Villa Portales. En este conjunto encontramos la oportunidad de potenciar y reactivar uno de los tantos sitios eriazos que posee la Villa hoy en día", detallan los ganadores.
Según el fallo del jurado, este proyecto logró emplazarse de manera elocuente en el sitio, generando sus propios límites sin que este perdiera conexión con su contexto. El proyecto reactiva el sitio otorgando nuevamente la calidad de espacio que el conjunto y sus habitantes requieren. El jurado valoró que el diseño lograra quitarle la dureza al material creando una atmósfera que satisficiera las necesidades de aprendizaje de los infantes y generar experiencias de juego. También se destacó que su diseño solo puede ser concebido en acero y en ningún otro material.
¿Cómo nace su proyecto? El proyecto nace bajo la idea de crear un patio de juego para los niños en donde la misma arquitectura genere los límites sin recurrir a la reja, que es la solución convencional. Para esto decidimos diseñar un patio enterrado que asegure la integridad de los niños. Como principio, la forma del patio nace de cómo se estructura el muro de contención a partir de planchas de acero donde se enganchan. Esto permite modificar su ángulo entre uno y otro, generando la primera forma de elipse. Además, por su continuidad, ayuda a nivel estructural, ya que en un eventual sismo funcionará como un total, contrarrestando las fuerzas de varias direcciones. Estas mismas planchas son las que se abren para generar las rampas de acceso privado y público. Lo más importante dentro del jardín es la seguridad, de cómo una persona pueda observar a los niños; con esto, al enterrarse, el espacio público queda como un mirador hacia este patio privado, logrando una conexión visual sin tener un contacto físico.
Su obra ganó el premio internacional Alacero 2017 en México representando a Chile, ¿cómo fue la experiencia? Efectivamente, luego de concursar en CAP este mismo proyecto se mejoró luego del fallo del jurado. Este fue llevado hasta México para participar junto a otros 6 países. La competencia estuvo bastante reñida, pero finalmente el proyecto chileno fue seleccionado como primer lugar.
Como grupo valoramos y agradecemos la invaluable experiencia que este concurso significó para nosotros y el resto de los concursantes. Haber sido seleccionados solo aumenta nuestras ganas de seguir participando y aprendiendo lo más posible de nuestra disciplina. Nuestros planes a futuro claramente varían entre nosotros, pero de lo que sí estamos seguros es que la experiencia ganada ha sido nuestro mayor premio. concursocap.cl
José Gómez, arquitecto y magíster en proyectos urbanos. Además de su magíster en Proyectos Urbanos (UC), José Miguel tiene estudios de diseño cívico en el extranjero. Llevaba tiempo preparándose para cofundar una ONG como Espacio Lúdico, donde tiene la dirección creativa y de proyectos, además de ser presidente del directorio. Conectado con otras personas que comparten sus intereses a nivel global es miembro del set de líderes y consultores de Project for Public Spaces, una organización neoyorquina, y miembro de la comunidad internacional CivicWise.
Espacio Lúdico se fundó a principios de 2016 y se propone implementar metodologías de diseño urbano colaborativo mediante activaciones lúdicas, fomentando la participación de la ciudadanía con el objeto de mejorar la calidad de los barrios y las ciudades junto a los actores locales. "Los juegos son el imán hacia los sistemas de participación. Las transformaciones socioterritoriales no son de un día para otro, no son cosas puntuales. Hay un proceso en el que trabajar. Ahí nosotros involucramos a todos los actores locales, de las instituciones públicas, privadas, académicas, los mismos vecinos. Tratamos de llevarlos a identificar las necesidades del barrio y pensar en cómo poder mejorarlo. Somos de alguna manera facilitadores para que estos procesos sucedan", explica José Miguel.
Dentro de la reciente Bienal de Arquitectura y Urbanismo implementaron un Ludobarrio (así se llama su programa) en el cerro Cárcel y trabajaron con los actores locales en la recuperación del estanque de agua que hay ahí. Culminaron rehabilitando un sitio eriazo completamente abandonado, enrejado por el municipio. "Logramos la confianza de la municipalidad para que nos dieran las llaves y así ganar un nuevo espacio público para las personas que viven en cerro Cárcel".
Ludobarrio es a la vez un proceso de investigación que arroja datos. Estos se usaron para crear el primer encuentro de Place Making sobre innovación urbana ciudadana. "Identificamos que hay mucha gente, muy valiosa, llevando a cabo estos procesos de cocreación de la ciudad. Generamos un encuentro en el cual participaron alrededor de 150 personas, y el 80% eran de otros países. Vinieron referentes de nivel mundial sobre estos temas y durante cuatro días tuvimos charlas, talleres e intervenciones en el Parque Cultural de Valparaíso". espacioludico.org / @ludothinker
León Duval, arquitecto. Arquitecto y profesor de la UFT, hoy se consagra como socio y cofundador de Espiral-Arquitectos, una de las oficinas de arquitectura emergentes más renombradas de nuestro país.
Junto a sus socios Felipe Venegas y Jorge Brady acaban de formar parte del equipo curatorial como directores del Workshop de la XX Bienal de Arquitectura y Urbanismo en Valparaíso, el 2017 el proyecto "Municipalidad Alto del Carmen" fue finalista en el Archmarathon Awards en la Categoría Dreamweaver, el 2016 el proyecto "Casas Los Refugios" fue seleccionado para la XVI Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires, mismo año que expuso además en la XV Bienal de Arquitectura de Venecia.
¿Cómo nace Espiral? Mucho antes de su fundación, primero como una idea en conjunto con Luis Felipe Venegas cuando estudiábamos arquitectura. Nos conocíamos desde que éramos chicos y vivíamos a cinco casas de distancia. Fuimos al mismo jardín infantil y luego al mismo colegio, pero entramos a distintas escuelas de arquitectura, Luis Felipe estudió en la Universidad de Chile y yo en la Universidad Finis Terrae. Esa diferencia provocó que comenzáramos a corregirnos y ayudarnos durante los distintos semestres de estudios, creando desde el comienzo de nuestra formación interés en el valor que tienen las distintas ideas en el desarrollo de la arquitectura.
Después de titularme, trabajé por un corto período con Cristián Boza y en 2010 me fui a un viaje alrededor del mundo (...) Durante ese viaje mantuvimos conversaciones periódicas con Luis Felipe sobre la idea de tener una oficina juntos y también sobre la idea de incorporar en el proyecto a mi padre, Hernán Duval. En abril del 2011 dimos origen a Espiral, con Luis Felipe Venegas, Hernán Duval y yo, para luego, y después de la muerte de mi padre, se sumara Jorge Brady al equipo en el año 2013.
Tu padre, el arquitecto Hernán Duval, se destacó por ser un hombre bastante prolífico, ¿cómo se expresa ese referente en tu carrera? Mi padre fue un personaje renacentista, siempre muy curioso, muy estudioso y sobre todo muy culto. Desde mi infancia ha sido un continuo referente, despertando desde muy temprano mi curiosidad por la cultura en general, por el arte, el cine, la literatura, la arquitectura y la docencia. También considero que fue una persona muy íntegra y de valores muy profundos. Desde muy chico me enseñó a valorar lo que uno tiene y a hacer las cosas con la más absoluta entrega. En mi carrera eso me ha marcado al ver Espiral no solamente como una oficina que se dedica a la arquitectura, sino que como una familia que vive y hace lo que le gusta con total convicción y entrega. El tiempo que compartí con mi papá en Espiral no fue muy largo, pero sí fue un tiempo muy feliz tanto para él como para mí y que atesoro muy profundamente.
Tal vez el legado más importante que me entregó han sido las buenas personas que me han rodeado todo este tiempo; mis socios en Espiral: Jorge Brady y Luis Felipe Venegas, Jorge Iglesis, a quien conocimos en uno de los últimos trabajos en donde mi padre se involucró y que ha devenido en una linda relación que se mantiene hasta la actualidad, convirtiéndose en un gran tutor. Y mi acercamiento a la docencia a través del trabajo con Francisco García-Huidobro en la Universidad Finis Terrae y que ha sido un mentor estos últimos cinco años sobre cómo se enseña la arquitectura.
¿Cuál es el sello de tus obras? Trato siempre de que sea una que todos puedan llamar simple, sencilla y lógica. Trato de abordar lo simple como la piedra angular de mi pensamiento y también como el sello con el que abordamos cada proyecto en Espiral. Si bien somos una oficina joven y seguimos desarrollándonos, lo que podría cambiar tal vez nuestra perspectiva en la forma de hacer las cosas, estamos seguros y creemos firmemente que a través del trabajo de manejar las complejidades mediante lo simple podemos llegar a encontrar las verdaderas preguntas que se esconden en cada encargo. espiralarquitectos.com
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Catalina Picón, arquitecta. Fundación Cerros Islas (FCI) es el proyecto que le dio vuelo propio a la arquitecta Catalina Picón. Arquitecta de la PUC, máster en Arquitectura del Paisaje de la Universidad de Harvard y parte del equipo docente de ambas instituciones, Catalina es cofundadora y uno de los motores de esta organización sin fines de lucro que ha logrado innumerables distinciones y en enero del 2018 lanzará un libro, gracias a un Fondo de Desarrollo Regional (FNDR).
Su interés por el patrimonio natural, la ecología urbana y las desigualdades sociales la ha impulsado a profundizar en estos temas gracias al apoyo del David Rockefeller Center for Latin American Studies, Harvard (DRCLAS) y del Consejo Nacional de la Cultura (Fondart 2016).
"FCI partió el 2013 teniendo como primer fin recuperar 26 cerros islas ubicados dentro del área urbana de Santiago, consolidándolos como espacios recreativos de uso público, enfrentando así los desafíos ecológicos, sociales y económicos relacionados con las problemáticas urbanas y sociales del siglo 21", detalla la arquitecta, quien emprendió esta iniciativa en conjunto con sus pares Fernanda Ruiz y Ettiene Lefranc.
Premios Latinoamérica Verde 2017, entre los mejores 500 proyectos socioambientales de América Latina; la obtención de una beca para el programa de la Fundación Independízate, por Fundación Mustakis, Premio de Innovación Nacional (AVONNI) 2015, International Youth Foundation 2013, son algunos de los reconocimientos.
¿Qué diagnósticos surgen de las investigaciones? En Santiago existe un gran déficit de áreas verdes. Hoy tenemos aproximadamente 3,7m² de áreas verdes por habitante (Centro de Inteligencia Territorial, UAI, 2017), cantidad que está muy por debajo de los estándares internacionales que proponen por lo menos 20 m² (Wang, 2009) por habitante. Además, las áreas verdes existentes están distribuidas de manera desigual en el territorio, concentrándose la mayoría en la zona nororiente de la ciudad, intensificando las desigualdades sociales de Santiago. En este sentido, los cerros islas son un recurso privilegiado para solucionar la deficiencia de áreas verdes de la ciudad y su desigual distribución. De hecho, 14 de los 26 cerros islas se encuentran ubicados en las comunas más vulnerables y con escasez de áreas verdes
¿Se han concretado avances en algunos cerros? En 2014 se lanzó el concurso Cerros Isla organizado por la Intendencia Metropolitana, el cual tenía como objetivo proveer de un parque urbano que contribuyera a aumentar sus áreas verdes. Se le otorgó el primer lugar al cerro Chena, el segundo al cerro Renca y mención honrosa para los cerros Las Cabras y Blanco. Esto significó para cerro Chena una inversión de 10 mil millones de pesos que financiará el diseño del plan maestro y su ejecución. catalinapicon.cl
Camila Medina, arquitecta. A sus 30 años, esta arquitecta, magíster en Arquitectura del Paisaje PUC, docente de las facultades de Arquitectura de la PUC y la UDP, cofundadora y editora general del colectivo LOFscapes (lofscapes.cl), ya es un referente y una voz autorizada en su especialidad.
La iniciativa de este sitio web nace el 2015 junto a Romy Hecht, Verónica Aguirre, Dominique Bruneau, Camila Romero y Francisca Salas, como un espacio de discusión crítica acerca de la transformación del paisaje chileno, particularmente en las últimas dos décadas. Desde entonces, LOFscapes se ha ganado un espacio en el ámbito de la arquitectura del paisaje. Su equipo ha publicado en Revista ARQ, fue seleccionado para participar en el 6º Simposio Iberoamericano de Historia de la Cartografía y ha sido invitado a hacer una instalación en Expo FADEU - Work in Progress. "Además nos han escrito valorando nuestra iniciativa desde diversos países e instituciones, algo que para nosotras implica un excelente reconocimiento", explica Camila.
LOFscapes plantea principalmente abrir temas de discusión alrededor del paisaje más allá de sus definiciones más aceptadas, que giran en torno a la belleza. Nos interesa diversificar el espectro. Hablar del paisaje desde la historia, desde los desastres, desde lo político, desde las tecnologías, desde las artes visuales. La propuesta es repensar el paisaje y ante todo establecer que es una construcción cultural", aclara.
Todos construimos paisaje
"Cuando entendemos que el paisaje es una construcción, nos hacemos responsables de su transformación y su presencia en nuestras ciudades, es decir, podemos exigir una ciudad diferente. La propuesta de LOFscapes es que la ciudad no implica necesariamente destrucción, es decir, pavimentar no es el problema, sino el cómo y dónde lo hacemos. De este modo, el paisaje no es solo la cordillera, las Torres del Paine, el Desierto de Atacama y la Patagonia, el paisaje también está en la ciudad, en nuestros parques, en nuestros jardines, incluso en nuestras calles".
¿Cuáles son los principales obstáculos en este desafío? Uno de los principales problemas para construir paisaje es la falta de anticipación; hacemos sin pensar en cómo se va a desarrollar la ciudad, o un espacio público en el tiempo. Por eso ocurren los desastres asociados a eventos naturales. Esto está determinado, a escala menor, por la aún existente ansiedad política del 'corte de cinta'. El paisaje tiene que pensarse como un proceso, y por tanto hay que planificarlo a largo plazo. En este sentido es muy importante desarrollar políticas de mantención. Por ejemplo, podemos construir cien parques, pero si no existe un plan de mantención no vale la pena invertir en proyectos que estarán degradados en diez años. Hay una falta de conciencia respecto a que el paisaje se construye con elementos vivos, que necesitan cuidado y tiempo para crecer y que, por supuesto, también mueren.
¿Planes a futuro? Los desafíos de LOFscapes son seguir generando diálogo y contenido, innovando en los formatos y diversificando el público, para llegar incluso a las autoridades. Creo hablar por el colectivo cuando digo que LOFscapes, más que un proyecto conclusivo de nuestras carreras, es un punto de partida para poder seguir perfeccionándonos en el campo tanto académico como en el profesional. lofscapes.com
Alberto Moletto, arquitecto. Estudió arquitectura en la Universidad Finis Terrae y obtuvo una maestría en Diseño Ambiental Sostenible en la Architectural Association de Londres, donde luego impartió clases. Trabajó en Zaha Hadid Architects en competiciones en China y Medio Oriente, y ya de vuelta en Chile estableció su propio estudio. Entre sus proyectos destaca estar involucrado en el diseño del Centro Antártico Internacional (CAI) en Punta Arenas y, junto con Cecilia Puga y Paula Velasco, ganarse el primer lugar en el concurso internacional para el Palacio Pereira. "El proyecto establece un diálogo entre una preexistencia y un edificio nuevo a partir de la construcción de una estructura porosa a modo de andamiaje que va utilizando los espacios que fueron quedando vacíos a partir del abandono del edificio, manteniendo la figura de la planta original. Se ha trabajado con un especial cuidado en mantener cada uno de los elementos preexistentes y adecuando el edificio a un nuevo uso", cuenta.
Además de ejercer, es profesor y desde ahí ha podido percibir nuevas generaciones inquietas y activas, "lo que se traduce en que constantemente están saliendo estudiantes que son capaces de entender la arquitectura desde puntos de vistas bastante diversos. Un caso interesante es lo que hace la gente de Radio Arcada en la UC, y cómo este grupo de alumnos o recientemente titulados han sido capaces de generar un constante debate disciplinar en la facultad en los últimos dos años a partir de entrevistas semanales a diferentes personajes, mismo trabajo que realizaron en la reciente Bienal de Arquitectura. El exceso de información y la facilidad de acceder a esta es tal vez un problema en la enseñanza contemporánea de la arquitectura, ya que para los alumnos se hace tremendamente complejo establecer juicios críticos con respecto a la información que recopilan", explica.
En este minuto su oficina se encuentra en una etapa bastante productiva e interesante. El Palacio Pereira, y la Casona de Pirque de la Universidad Católica son dos proyectos en construcción, ambos relacionados con temas patrimoniales. "La Escuela de Educación Media, también de la Universidad Católica, es un edificio de mediana escala inmerso en la mitad del Campus San Joaquín, en un lugar con mucha información (tipologías, tamaños, materiales, etc,), por lo que este edificio se construye a partir de la repetición de un elemento estructural que sea capaz de ser a su vez la imagen del edificio sin recurrir a elementos anexos. También estamos en plena construcción de una tienda de zapatos llamada Bestias XX, en la cual hemos logrado desarrollar una interesante relación entre imagen y bodegaje a partir de la fabricación de un muro que contiene las cajas de zapatos", explica.
En los proyectos que están en etapa de diseño esta la remodelación del Teatro del Ángel, un espacio ubicado en una galería del centro de Santiago que ha sido teatro desde hace más de 50 años y que ha estado abandonado por varios años. "Tal vez el gran desafío en este caso es cómo revitalizar un espacio con una carga histórica potente a unas necesidades contemporáneas sin perder la calidad espacial y significativa del lugar. El proyecto para la Casa Central y Centro de Vinculación con el Medio de la UTEM emplazado en el Palacio Ariztía de manera conceptualmente similar al Palacio Pereira, pero con una solución formal completamente distinta, establece un diálogo entre una preexistencia y un programa nuevo", dice.
Y por último está el nuevo edificio de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Universidad Católica, proyecto que ganó con Sebastián Paredes. albertomoletto.com
Paula Velasco, arquitecta. Es arquitecta de la PUC que trabajó con Teodoro Fernández y Cecilia Puga antes de partir a Inglaterra con su familia. Estando allá obtuvo la Beca Conicyt para hacer un magíster en el programa de Tecnologías Emergentes de la Architectural Association, una de las escuelas más prestigiosas en el campo de la arquitectura. Después tuvo la oportunidad de trabajar en la oficina de Thomas Heatherwick y quedó como finalista del Young Architects Programe (YAP).
Cuando volvió a Chile, tras haber vivido cuatro años en Londres, llegó a tierra fértil. "Aquí me encontré con un escenario que permitía la participación de arquitectos jóvenes en el desarrollo de proyectos emblemáticos para el país. Así fue como, junto con Cecilia Puga y Alberto Moletto, obtuvimos el primer premio en el Concurso Internacional para la Recuperación del Palacio Pereira. Esto me dio la oportunidad de verme enfrentada a un proyecto complejo, tanto desde el punto de vista arquitectónico como histórico, cultural y social".
Para Paula el mayor desafío que tiene que abordar la arquitectura contemporánea tiene que ver con el contexto local, con insistir en el rol de los arquitectos en la construcción de la ciudad, tanto para los que estamos como para generaciones futuras. "Siendo más específica, creo que no solo los grandes proyectos de infraestructura urbana son los que pueden generar cambios, sino también las pequeñas intervenciones, los aportes que pueden ir haciendo proyectos, tanto público como privados, a esta construcción colectiva. Desde este punto de vista los arquitectos son agentes activos, capaces de operar a través de las herramientas de la disciplina, detectando, sintetizando y combinando el material histórico, social y constructivo de las ciudades. Lo anterior debe conducirnos a proyectos que afecten directamente en la calidad del espacio y, por lo mismo, en el mejoramiento de la calidad de vida", sostiene.
Recientemente acaba de terminar, junto a Patricio Mardones, el proyecto para Infraestructura y Centro de Visitantes del Parque Nacional Queulat, en la XI Región. "Este encargo busca dotar de servicio de alto estándar a un parque nacional realmente espectacular, poniendo en valor el cuidado de nuestro patrimonio natural y cultural de nuestras zonas silvestres protegidas", cuenta.
A comienzos de este año, junto al mismo equipo más Susana López y Francisca Astaburuaga, ganó el primer lugar para el desarrollo del Terminal Internacional de Pasajeros de Punta Arenas. "Un proyecto que significa una enorme oportunidad para la consolidación del borde costero de Punta Arenas, vinculándolo a la valoración de su entorno urbano con la vitalidad de la actividad marítima, portuaria y turística", suma.
En el ámbito privado, junto a Catalina Pollak y Carlos Bisbal cerró la etapa de diseño de tres casas en el borde costero de Los Vilos, y están en etapa de licitación para su construcción. velaspaula@gmail.com