Sebastián Valenzuela, pintor. "Teo, hijo de la Kina, otra perrita que tuvimos, nació en nuestra casa, junto a otros siete Terrier, que regalamos a gente cercana, cuenta Sebastián". Su nombre es porque su papá se llama Otto… dice el artista, con ese humor que lo caracteriza.
Los Terrier chilenos son la primera raza canina proveniente de Chile. Es una raza que data de fines del siglo XIX, desarrollada a partir de la mezcla del fox terrier inglés con los perros que existían a la llegada de los españoles. "Me gusta que sea un perro chileno y que sea pariente de Washington, el perro de Condorito. Son buenos amigos con los niños, cuidan su territorio y son medios vagos, cosa que me gusta mucho", aclara Sebastián."
"Cuando lo saco a pasear tiene varios amigos a los que les va ladrando, ojalá que no los suelten a los otros, porque se lo comerían. Es bien aliñado, siempre salgo con un bastón por si tengo que prestarle ropa, ¿así son los amigos no?"
El artista, académico de UFT, reconoce que los perros en su pintura siempre han estado presentes, "tiene ese carácter como atemporal y mis obras se caracterizan un poco con eso también, pueden ser del presente como del pasado. Su personalidad plástica me interesa como movimiento en mis cuadros y sus poses las encuentro en todos lados".
El proceso de adaptación desde que llegó Teo a nuestra familia ha sido muy natural, porque son perros muy vivos, cuenta el artista, por lo mismo es un perro que convive tanto adentro como afuera de la casa. "Cuando llego del taller en las tardes baja la escalera rajado a saludarme, es bien raro, pero ese gesto me da harta alegría, lo mismo ver que en las noches duerme con mi hija menor", afirma. @svalenzuelap
Francisca Bascuñán, solista de "La Entrópica". Hace 15 años que Cerebro llegó a la vida de esta artista, el que se ha transformado en cómplice y confidente de sus experiencias. "Me lo regaló un ex pololo cuando tenía 17 años, entrando a la universidad… en ese entonces vivía con mis papás en una casa con jardín, ahora vivo sola en mi departamento, pero nos hemos adaptado sin problema", dice.
Fue un chiguagua porque Francisca en su época de adolescente le gustaba mucho una serie que daban en MTV que se llamaba Ren and Stimpy, "donde Ren representaba un chiguagua muy histérico que odiaba todo, pero que encontraba genial… y su nombre por Pinky cerebro, me encantaba porque era un ratón superinteligente que nada le resultaba".
Es un perro fiel y cariñoso, pero definitivamente no es para niños, aclara la solista, "no le gusta que lo toquen, al revés de muchas otras razas". De hecho, hay una canción de unos de los cuatro discos de Francisca que lleva su sobrenombre "Celi", porque representa un animal mal genio, pero fiel.
Uno de los beneficios de este tipo de perros es su tamaño y lo práctico que puede ser trasladarse a cualquier parte con él. Aprovechándose de ese distintivo, fue que Francisca lo llevó camuflado en su chaqueta y con unos buenos tapones en los oídos al concierto de Lady Gaga. "Los guardias asumieron que estaba embarazada", cuenta entre risas.
Hay tantas historias que tengo con Celi, dice Francisca… porque la verdad ha estado en todas, aunque ahora está viejito y medio cansado de la vida. No me complico y ando en micro con él, en metro, lo llevo a la playa y existe una conexión total entre los dos, "él sabe perfecto cuando estoy triste y me acompaña mucho". entropicamusic.com
Matthieu Michel, chef. Una visita a unos cachorros hace dos años terminó por enamorar al chef belga Mathieu Michel y Caro, su señora brasileña de su actual perro Spyke. "Siempre he tenido bóxer, y son los perros más increíbles que hay, siempre feliz, siempre buen compañero, muy tiernos y juguetones con los niños, y sumamente inteligentes", confiesa Mathieu. Aunque no tienen niños por ahora, muchos de los amigos con que se frecuentan sí los tienen y la convivencia es muy sana, dice Mathieu, "es loco ver cómo Spyke sabe medir su fuerza y cómo cambia cerca de un niño. Deja que se suban arriba de él, que lo persigan, juega incondicionalmente, y luego que se cansan, duermen y descansan juntos". Su llegada hace dos años cambió la casa por completo, dice este chef, socio de varios proyectos gastronómicos, como Gelato Xocolat y Soy Churro. "Primero porque no le gustaba quedar solo durante el día, entonces hacía pequeños destrozos, como romper algunas plantas, o la correspondencia, pero nada en comparación con la alegría que Spyke nos entrega. Nos recibe saltando casi dos metros cuando nos ve llegar. Es la alegría de la casa, y todo lo hacemos con él, va a todos lados con nosotros y felizmente se acostumbra a las normas que le damos, requiere de mucho cariño y siempre te busca para que juegues con él o le des cariño.
Spyke convive adentro y fuera de la casa y es muy buen acompañante. "La cocina es un lugar de la casa abierto que vivimos mucho, donde me entretengo cocinando y él está siempre haciéndonos compañía. Es parte de nuestra familia. Sé que algunas personas se molestan con esto, pero lo consideramos nuestro hijo". @mathieumichel10
Javiera Eyzaguirre, fotógrafa y socia de Estudio Fe. Rosa y Horacio, dos perros de raza Gran danés -madre e hijo- figuran como parte del staff de www.estudiofe.com. Tanto así que, para Javiera Eyzaguirre, fotógrafa y socia fundadora de este estudio de fotografía, sobre todo la Rosa, simboliza algo así como la primera piedra de este lugar de trabajo que ya lleva 10 años funcionando exitosamente. "Cuando formamos con mi marido Jorge Jofré y mi hermana Francisca el estudio, le pusimos mucho esfuerzo y energía y la Rosa justo llegó en ese tiempo, acompañándonos en todo ese proceso …siento que de alguna manera simboliza todo ese punch", dice.
¿Por qué esta raza? Fue como un antojo, confiesa Javiera, "Bajo la mirada fotográfica siempre los he encontrado increíble, como una escultura. Hay un fotógrafo que yo admiro mucho que se llama Steven Klein, que en la mayoría de sus fotos aparecen gran daneses. No sé es algo completamente estético… su estampa elegante, su figura estilizada, me llama mucho la atención. De hecho, ambos han posado para editoriales en moda, para un especial de trajes de baño.
Javiera recuerda cuando fue a un criadero a conocer a la Rosa, "Había cinco grandes daneses sentados en unos sillones y fue impactante, era como entrar en una sala de arte". Al comienzo Rosa acompañaba en la rutina diaria a Javiera en el estudio, pero duró hasta que no cupo más en el auto.
Desde entonces se decidió dejarla a permanencia en el estudio, "con la tranquilidad de que además aquí hay un cuidador en las noches y yo en ese entonces vivía en un departamento en un 12 piso". Después llegó Horacio, uno de los 12 cachorros que tuvo Rosa, una experiencia límite que vivió Javiera, porque cuenta que estos perros cuando son madres primerizas no se dan cuenta y tienden a aplastarlos. Rosa era bien juguetona, pero no tenía conciencia de su tamaño y te botaba. Horacio tiene un carácter bien distinto, es mucho más "zen", dice Javiera. Son perros superamigables, confiados y cariñosos, pero requieren de harto ojo en algunos temas. Por ejemplo, medir la alimentación, porque se les dispara su crecimiento y pueden verse afectados de articulaciones. @estudiofe
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