Salón del Baño. Libertad de movimiento
Así como en los muebles para la casa vimos una mayor libertad de formas, los baños también este año gozaron de esa premisa. Lavamanos y vanitorios se llenan de color, también los WC, como los de Artceram en rojo y azul; se utilizan otros materiales, como el mármol de Kreoo, y las formas rompen los moldes clásicos. Hay cuidado en los cortes de 45 grados para las esquinas de los muebles tradicionales y se experimenta también con tipos más ligeros como mesas o caballetes para soportar el lavamanos. Hasta puede ser semiplegable y quedar cerrado como una discreta maleta –My Bag de Olimpya–, o más cercano a una mesita liviana como Siwa de Cielo, o Plural Collection de Terry Pecora para VitrA, o el mismo My Bag. El lavamanos se libera de la pared y quiere ser más mueble que artefacto, mientras la grifería vuelve a la pared como antaño, lo que le da un toque nostálgico del pasado.
Cada vez más cercano al concepto de spa, a un espacio de relax, la sala de baño se decora con delicadeza con composiciones plásticas, al igual que las cocinas, como quitando un poco esa asepsia de laboratorio que venimos viendo desde hace años. Ahora cocina y baño se humanizan y adquieren el toque de la vida con estas llamadas o evocaciones al arte. No es casual que Graff instruya a la artista Inge Prader con citaciones a Klimt y al Friso de Beethoven para su teatral stand, o que algunos stands decoren con botellas que recuerdan tanto los cuadros de Giorgio Morandi.
Grifería. Predominan los dorados, cobres y bronces, con formas muy limpias y poco decorados. Las líneas son pulidas, sintéticas y se remiten a las geométricas básicas, como Sento de Graff, un diseño limpísimo de Angeletti Ruzza. Y cuando se trata de las formas clásicas, también están depuradas y sintetizadas, como Manhattan de Devon & Devon, por ejemplo, que tiene un look chic un poco deco.
Los platos de la ducha son amplios, el agua puede caer como cascada y la manguera extensible en vez del terminal típico con múltiples pequeñas perforaciones, permite una sola gran salida, un solo gran chorro placentero como el Combi 30 de Vola.
Para verte mejor: Los espejos este año son un gran complemento, dejan de ser el actor tímido de relleno y se toman más espacio con geometrías contundentes, ovales, hexagonales como Arco de Ex.T en el que el lavabo y mueble forman parte del espejo.
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Eurococina. Transformers
¿En qué se parece la cocina estrecha, pequeñita como vagones de tren de un día con la cocina de hoy? En... !nada! Los muebles se han vuelto extrafuncionales. Lavaplatos que se cubren sumando un plano más de trabajo, correderas que dejan en un instante todos los utensilios y vajillas a la mano, islas completas que cubiertas sirven de mesón, como la Bentley Home de Carlo Colombo, o aquellas con mesas adheridas como Sei de Marc Sadler para Euromobil o Telero. La cocina de hoy es dinámica, transforma cada músculo suyo, se multiplica, para acoger todas las tareas en el mismo espacio.
Las cosas se dejan a la vista mediante estantes transparentes, repisas o correderas. Adiós puertas cerradas. La cocina tiene vida, ya no parece laboratorio. La piedra o su imitación, los metales cálidos y la madera le ayudan en este cometido dibujándolas de textura.}
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