Imaginémonos la siguiente escena: un bar anónimo en Santiago, publicistas atiborrados de ideas y, casi como Don Draper en "Mad Men", dibujando garabatos en las servilletas de la mesa. Y sí, es que Diego Perry, Gonzalo Baeza, Luis Bellocchio,Víctor Cáceres, Kiko Carcavilla, Óscar Lizarralde y Mariano Pérez, socios de la agencia multifacética Wolf Pack Company, antes de instalarse en esta oficina –a la que le sobra la palabra 'onda'– iban de bar en bar, de café en café, multiplicando su creatividad para generar soluciones publicitarias y sus aristas para marcas como La Polar, Jet Smart y otras más. Quizás no usaban precisamente servilletas, eso no es lo que importa; porque lo que vino después es grandioso.

Se instalaron en su actual oficina de gran metraje hace solo tres meses y los resultados han sido una bomba. Wolf Pack Company diríamos que es una gran casa creativa que acoge a distintas marcas –Wolf BCPP, que ve todos los asuntos publicitarios para las marcas; Rabbit, la agencia de comunicaciones; 25:17, su agencia de branding; Flow, la agencia de posproducción, y por último Vega, dedicada al desarrollo y programación de páginas web y asuntos relacionados–. Y su espíritu de trabajo, colaborativo al cien e interrelacionado, viene precisamente de la génesis de lo que ocurría en esos bares, cuando se juntaban a crear. "Además de las ideas, en los bares compartíamos en un ambiente relajado, preciso para la creatividad. Es por esto que quisimos diseñar la oficina como un bar: en la fachada de la oficina hay una vitrina tipo bar inglés, luego entras por un pasillo, un muro a la derecha con múltiples cuadros y objetos relacionados a nuestro 'Wolf', para luego abrirse a la izquierda con el bar. Allí pasa de todo, está superrelacionado al concepto que hay detrás, que tiene que ver con nuestra génesis del negocio. Yo como Rabbit uso del departamento creativo de Wolf, los recursos de Flow o de Vega, no eres solo un área comercial o de marketing, sino que la única forma en que todos conecten es que el espacio te conecte, porque tenemos que trabajar relacionados todo el tiempo", dice Óscar Lizarralde.

Y luego está la parte de atrás, la 'cocina' de este bar. Que es, sin tapujos, donde se cocina todo. "Esta área no es una planta libre, el concepto de planta libre tiene que ver con la optimización de espacios tipo 'call center'; esto tiene un formato de planta libre pero la idea es tenerlos a todos juntos, porque es necesario para nuestro trabajo, el resultado final. ¿Cuál es la idea de tenerlos a todos separados y que cada uno tenga su condado? No, esto es todo un reino completo, y en vez de reyes hay directores", dice Lizarralde.

Toda la decoración de la oficina, además de su diseño, tiene un aire de bar de caballeros antiguo, tipo Club de La Unión, pero con toques modernos. Papeles murales con guiños art decó, sillones curvos de cuero, dorados, azules profundos y, por supuesto, sus premios exhibidos en la barra del bar, trofeos que saben, tal vez, mejor que un whisky.

A lo "Pulp Fiction"

Son publicistas, y como tales amantes de la cultura pop. Los nombres de todas las empresas que acoge Wolf Pack Company se inspiran en la película de Tarantino "Pulp Fiction" – sí, reconocen que la han visto un millón de veces–. "Wolf nace de Mr. Wolf, el personaje de la película que 'resuelve cagadas'. Nos dedicamos a resolver problemas. Luego, Rabbit es el bar donde baila John Travolta junto a Uma Thurman, un clásico; Vega, por Vincent Vega; 2517 es el número del salmo que recitaba Samuel L. Jackson antes de asesinar a alguien". Ellos sí que tienen imaginación. @wolfbcpp

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