Barrios de Ñuñoa
Junto al secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, Óscar Acuña, y al arquitecto de la misma institución, Christian Matzner, hicimos un recorrido por siete barrios de la comuna declarados típicos, de conservación y otros que están en pie de lucha por lograr una nominación.


Como una verdadera turista, pero de mi propia comuna. Así me sentí al comenzar este recorrido por distintos barrios de Ñuñoa, verdaderos hitos de nuestra identidad, raíces e historia. Los descubrí en la mejor compañía, juntos a dos expertos del Consejo deMonumentos Nacionales, Óscar Acuña y Christian Matzner, qué mejor.
Partimos, entre indicaciones, vueltas y paradas, llegamos a nuestro primer destino, una callecita encantadora por la que he pasado varias veces, Guillermo Francke, entre Rengo y Sucre. Su nombre se lo debe al constructor Guillermo Francke, quien edificó varios edificios públicos, como el barrio cívico. Lo importante es que esta calle está emplazada muy cerca de la Plaza Sucre, y la historia cuenta que fue una gran laguna perteneciente a la Escuela de Caballerías del Ejército. En los años 40 la escuela se trasladó a San Bernardo y se loteó el terreno, construyéndose en el lugar casas de fachada continua y un pequeño zaguán, que siguió elmodelo de ciudad jardín de la Revolución Industrial de Inglaterra. Es decir, la idea de vivir en la ciudad, pero con la calidad de vida del campo.
Christian Matzner cuenta con detalle sobre las construcciones: “Éstas representan la idea de una edificación colectiva y en serie, que propugnaba el Estado para mejorar la calidad de la vivienda social de fines del siglo XIX. Fue una respuesta a esa política habitacional. Por ejemplo, todos losmateriales de construcción fueron realizados en serie, pero cada una tiene una identidad”.
Hacemos un pequeño recorrido por la plaza Sucre, caminamos por Simón Bolívar y llegamos a la calle Núñez de Arce, declarada zona típica hace un año. Ésta originalmente fue la población de empleados públicos y periodistas Chile-España e incluye las calles Núñez de Arce, entre Simón Bolívar y Chile-España.
Construidas en 1928 por el arquitecto viñamarinoManuel Browne Fernández, son también un fiel exponente delmodelo urbano de ciudad jardín, con la disposición de viviendas aisladas y pareadas con un antejardín. “Se trata de casas de dos pisos con un trabajo en ladrillo demuy buena factura. Destaca la albañilería de los arcos y sus morfologías. Es decir, cómo estaban construidos los encajamientos de los volúmenes y los movimientos de los techos”, enfatizaMatzner. Llama la atención el suave trazado y el quiebre de la calle, lo cual le otorga perspectiva y dinamismo al espacio público.
Impresionados por las casas, jardines, veredas y la disposición de los árboles, nos vamos conversando sobre la importancia del espacio urbano y la trama de este barrio, que le da un carácter muy propio. Concentrados en esta conversación, partimos al tercer barrio que estámuy cerca, por Chile-España doblamos a la derecha en Irarrázaval y nos encontramos con la avenida Pedro de Valdivia. Ahí, justo en Capitán Orella, empieza el conocido Monasterio San José, perteneciente a las Carmelitas Descalzas y junto a él, un conjunto de casas de propiedad de la congregación. Construido por los arquitectos Eduardo Costábal y Andrés Garafulic, entre 1940 y 1944, como diceÓscar Acuña, “más de algún ñuñoíno ha participado de las conocidas misas dominicales o la Misa de Gallo de la época navideña”.
Mientras hablamos de estos datos,Matzner nos explica que esta edificación tiene un concepto de unidadmuy importante. “No es la iglesia sola, sino las casas que la franquean también. Por un lado, hay una entrada jerarquizada simétrica de gran factura y por otro, las casas que la protegen, logrando un todo armónico. La iglesia tiene elementos neocoloniales con un arco rebajado, un escudo heráldico ymás arriba una espadaña que es el espacio vertical donde están las campanas”.
Para finalizar esta zona, observamos la cuadra que conforma este convento y seguimos nuestro rumbo a las famosas casas del barrio Elías de la Cruz (Caja de Ahorro de Empleados Públicos) que abarca las calles José Manuel Infante, Dublé Almeyda, José Domingo Cañas y Capitán Fuente. Éstas fueron construidas porWenceslao Cousiño y Teobaldo Brugnoli en el año 1928. Sobre ellas,Matzner explica que los profesionales se asociaron para hacer esta súper manzana dividida por pedazos poligonales que conforman todo el barrio.“Llama la atención una plazoleta interior y la calle diagonal que atraviesa toda lamanzana, generando diferentes volúmenes. Hay todo un movimiento de los espacios que es muy bonito con el sol, las perspectivas y las áreas verdes”, puntualiza.
Este barrio lo conforman alrededor de 85 casas, que se caracterizan por ser viviendas unifamiliares y de dos pisos. Los arquitectos le dieron un tratamiento bastante especial a la escalera, enfatizando la verticalidad y mostrando a primera vista la caja escala. También hay un juego de estuco de entrantes y salientes muy propio de la vivienda de los años 30. “En este barrio hay calidad de vida. Hay un tema de identidad y la idea de hacer barrio está totalmente plasmada”, acota Nuñez. A este comentario, el arquitecto agrega: “Aquí los vecinos han hecho un paisaje e impronta bastante especial. Es un conjunto notable e integral. Sin duda, este barrio es uno de los de mayor valor de la comuna de Ñuñoa”.
Encantados con la identidad de esta zona, mis guíasme proponen ir a Salvador Sur por JoséManuel Infante llegando a Grecia. Desde ahí voy divisando los famosos edificios que me quieren mostrar. Se trata del Complejo Habitacional Salvador y Ampliación de Ñuñoa, ex Empart. Son los conocidos edificios rojos de la calle Salvador. Fueron construidos entre 1945-1946 por la caja de Previsión de Empleados Particulares, Empart. Son 45 edificios de cuatro pisos con un total de 414 departamentos,más 12 locales comerciales. Están ubicados entre las avenidas Salvador, Sur, Lo Encalada y SuárezMujica. “Su virtud radica en que es un gran conjunto habitacional de los años 50. Un consorcio de arquitectos plasma el modelo de lo que se llama Hoff Vienes (arquitectura social construida en serie). Es un tipo de construcción originariade Viena, que se dio al concepto de vivienda colectiva con una edificación de cuatro pisos. Son muy parecidos a la Colonia Karl Marx Hoff de Viena. Incluso, fueron pintados con el mismo color rojo”, nos explican. Otra de las particularidades es la intersección de los espacios públicos con lo privado; los habitantes pasean por las plazoletas interiores y pareciera que estuvieran en el jardín de su casa.
Pasadas algunas horas de nuestro itinerario, nos concentramos en el último barrio a recorrer. Personalmente, es el que más me gusta. Cuantas veces pasé por ahí a pie, en bicicleta o en auto y no me di cuenta de lo lindo que es este lugar. Es el Barrio Suboficiales de Caballería, primera zona típica de Ñuñoa. Les doy muy bien las directrices, porque es un imperdible de la comuna: entre las avenidas Manuel Montt, Antonio Varas, Leopoldo Urrutia y Avenida Irarrázaval.
Construido por el arquitecto Luciano Kulczewski en 1927, está compuesto por 113 casas de fachada continua, enmarcadas en el modelo de Mejoramiento de la Edificación en la Vivienda Social, “tienen elementos Art Decó, pero lomás destacable es el tratamiento que se le da a las tres tipologías de la vivienda, pero con el mismo canon de un acceso central, la puerta al medio y los ventanales a ambos lados”, explica Christian. Otra de las características es que Kulczewski generó un cambio en la línea de edificación. El espacio urbano se comprime en las esquinasdando un carácter especial de movimiento en el trazado. Estas casas fueron destinadas a las familias de suboficiales de la Escuela de Aplicación de Caballería que se encontraba en las cercanías. Las recorremos y admiramos y con ellas también nos vamos despidiendo de este estimulante panorama urbano, un tour patrimonial de primera. Sin pensarlo mucho, les pregunto a Óscar y Christian, ¿en quéminuto empezamos a vivir en casas con espacios reducidos, tabiquería ysin ningún estilo arquitectónico? Ellos al unísono me dicen que es una gran pregunta y más que darme una respuesta, la alimentan más. ¿En qué minuto fuimos bajando la calidad de la vivienda y olvidándonos de nuestra identidad?
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