Fueron seis años de expediciones por glaciares, océanos, montañas y volcanes, más dos para descubrir un diálogo entre cada imagen. Este fue el ciclo que cumplió Denise Lira-Ratinoff para llegar a lo que hoy expone en Galería Patricia Ready. "Todo nace desde un sentimiento y una toma de conciencia respecto a los ciclos de la vida. En esta propuesta fotográfica planteo desde mi experiencia y mirada el cómo uno se relaciona con cada ciclo; si piensas que en todo momento estás siendo parte de ese pulso constante e irrepetible, en cada paso que das y en cada respiración siempre eres parte de ese todo", cuenta la artista.
Es su segunda muestra en la Galería de Patricia Ready, lo que para ella ha significado el mejor horizonte. "Poder crear, diseñar y montar una exposición en una sala de gran formato es un bello desafío, el cual permite expresar con libertad las ideas inmersas en el desarrollo de búsqueda de años de estudios. También es importante mencionar a cada persona que trabaja en la galería; nada sería lo mismo sin el constante apoyo y dedicación", dice Denise.
Para esta exposición la artista trabajó sin fronteras: la producción de la obra fue realizada en Alemania, las simulaciones 3D y la edición de videos fue montada también en el país germano, mientras que el diseño de sonido, gráfico y de montaje, en Chile. Actualmente parte de la trilogía está expuesta simultáneamente en Japón y Alemania, y ahora en Chile, haciendo posible la visibilidad en tres continentes.
Has recorrido el mundo en arriesgadas expediciones, ¿cuál ha sido el escenario más adverso que has enfrentado? Cada viaje me enseñó cosas distintas en cuanto a dificultades, cada lugar respecto al escenario en que tuve que desempeñarme me dejó experiencias de vida muy latentes. Estas experiencias dejan un legado de humildad a tu percepción del mundo. Es un antes y un después.
Equilibrios distintos te piden los hielos y las rocas según su tamaño, también caminas por terrenos verticales hacia arriba y luego descendiendo.
Acostumbramiento de tu equilibrio al universo de ondulaciones que te muestran las aguas a tu alrededor cuando navegas por muchas horas. Ahora si el componente principal es la resistencia, en todos los aspectos, la subida a las montañas fueron las travesías más riesgosas. Por ejemplo como fue la primera subida al volcán Láscar en el norte de Chile.
Después de un largo proceso de entrenamiento físico y sobre todo de aprender a caminar consciente me di cuenta de que el cuerpo no solo es el medio de transporte, sino que también es la mente que te hace lograr el enfoque de la misión; que era llegar a vivenciar el cráter en su constante actividad. Al llegar a ser parte de aquella inmensidad sentí la necesidad por el equilibrio, el asombro frente a mis ojos, la fragilidad del instante, la responsabilidad de llevar para compartir esta experiencia como un mensajero de la naturaleza y ser testigo de parte del origen de la tierra con la idea de exponerlo a través del mundo. Estar en alerta permanente siendo el clima el factor primordial de cada decisión y soportar las dificultades de las alturas, vientos polares, temperaturas y largas horas. Lograr estar de pie a más de 5.500 metros sobre el nivel del mar para traer un retrato de naturaleza extrema es mi máximo regalo. Me sometí a esa gran prueba en el manejo de la voluntad y en donde la respiración es un cable a tierra como nunca, ya que te enfrentas a posibles trastornos de orden mental a veces a causa de hipoxias, y puedes no darte cuenta de que te está ocurriendo.
Estás contigo mismo en una gran concentración para seguir avanzando lentamente, ascendiendo en un terreno lleno de rocas y piedras sueltas, lo más consciente posible, sintiendo la emoción del respirar.
Después de este retorno siento que aprendí de valentía y fortaleza y que si uno no tiene su propio convencimiento jamás estaría compartiendo la satisfacción de obtener y mostrar cada uno de estos "Retratos de naturaleza" protagonistas de Breathe-Respirar.
¿Cómo se relaciona el cuerpo en tu obra que mira de frente la naturaleza y su inmensidad? Es una relación de máximo respeto en lo espiritual, y es y ha sido una oportunidad constante de aprendizaje para tener la certeza de la real proporción que tienes como ser humano comparado con la magnitud de una montaña o de tu fragilidad ante la fuerza de una tormenta de arena.
Siempre en una ida en ascenso o en el mar hay que tener presente que hay que regresar, y es la otra parte de las enseñanzas que también quedan grabadas en el cuerpo.
El cuerpo como transporte de tu persona es una herramienta maravillosa si logras sentir y agradecer cómo todo el tiempo te cambia de lugar.
Desde el punto de vista de lo esencial, tu cuerpo te está llevando siempre donde tus sentimientos y tus ojos quieren mirar.
¿Cómo describirías tu proceso creativo detrás de esta gran muestra? La primera motivación es algo totalmente existencial y en una línea de búsqueda interior. Como proceso creativo junté dos años de búsqueda para cada serie (Glaciares, Océanos y Desierto), en una especie de misión muy definida cuyas imágenes tendría que ir encontrando a lo largo del camino.
Necesité hacer una buena combinación entre arte y gestión en este proyecto, por su gran complejidad en el acercamiento a lugares muy remotos por una parte y que tuvo que ver con la logística para permitirme alcanzar esos sitios únicos y retratarlos en todo su esplendor abstracto.
Tu trabajo ha estado presente en circuitos internacionales, ¿cómo ves la percepción? La respuesta ha sido siempre magnífica en cuanto al impacto positivo que produce en las personas que van conociendo mi obra; he recibido con un gran respeto y positivismo agradecimientos por mostrarles estos retratos de naturaleza de mi propuesta. También resulta muy interesante encontrarme muchas veces a las personas haciendo reflexiones similares a pesar de provenir de culturas tan distintas, de continentes distintos; hay en todas partes un nexo tan arraigado en el ser humano con la naturaleza y la problemática del cuidado de ella.
El creciente interés por mi obra me hace recordar hacia atrás, cuando todo partió con una idea original de ir por el mundo y sobre todo por Chile para encontrar en los viajes ese lugar inesperado y bello que pude dejar registrado como fiel reflejo de un tiempo. Es emocionante ver cuando la gente se siente identificada con cada historia y empieza a tomar cada relato tan personal que la obra se hace aun más universal. deniselira-ratinoff.com
"En esta exposición se podrá ver una serie de retratos en donde la naturaleza es traída para dialogar con nosotros y entre sí, con la intención de hacer ver la conexión que existe con el ser humano", dice Denise.
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