En mayo de 2004 la demanda chilena de gas que quedó sin cobertura llegó a un alarmante 47%. Los argentinos iban a priorizar su propio abastecimiento antes de preocuparse por cumplir compromisos con otros países; esa fue la explicación que recibimos del ministro de Energía argentino en esa época.
La volatilidad creciente del suministro fue seguida por irrupción de una nueva generación de estufas a parafina, que prometían entregar más calor usando el combustible que siempre había figurado como el más económico en las mentes de todos los chilenos. Muchos edificios que fueron concebidos con sistemas de calefacción central apagaron sus calderas. Reaparecieron los bidones y las filas en las gasolineras.
"Hoy hemos recuperado prácticamente a todos esos clientes", asegura Marcos Cvjetkovic, gerente de mercado residencial y pymes de Metrogas.
Aplanar el gasto
En 2013 Metrogas lanzó un producto que llamó Metrobolsas. "Con él la familia puede anticipar su presupuesto en calefacción. Normalmente en el invierno las cuentas de energía aumentan cuatro o cinco veces, pero con este producto puedes predecir ese gasto y ordenarlo con anticipación. Compras bolsas de gas a tarifa preferencial para usar en calefacción y además puedes pagar en 12 cuotas sin interés con tarjeta de crédito, obteniendo un gasto plano durante el año. Es un producto que recompra un 90% de los clientes y la mitad se vende por referido, es decir por boca a boca", cuenta Marcos.
Una casa con un calefactor mural o que ocupa calefacción solo los fines de semana puede requerir unos 400 m³; mientras una casa grande, que usa calefacción de manera continua con varios radiadores puede comprar 10 mil m³. El gran aporte, según Marcos, es que "estamos derribando el mito de que el gas natural es caro, creciendo un 54% en relación al año pasado en las bolsas vendidas".
Para lograr eso además trabajan con 90 empresas de calefacción central, 'paquetizando' ofertas. La demanda es enviada a estas empresas colaboradoras y en los meses de primavera y verano han ofrecido entregar gratis la caldera. "Eso desestacionaliza la venta y llegamos a un segmento que antes no tenía acceso. Tenemos acuerdos con bancos para el financiamiento. Con valores muy pagables para tener un estándar de vida superbueno. Clientes que estaban pensando en una estufa están viendo la calefacción central como opción, especialmente las parejas jóvenes con hijos chicos, que son muy sensibles a la contaminación intradomiciliaria".
Cuando la inmobiliaria considera la calefacción central desde el principio del proyecto, provee a este de una central térmica, una caldera centralizada que distribuye agua caliente por todos los departamentos, a través de una tubería sanitaria y otra de calefacción. "Muchos edificios habían apagado la calefacción porque los residentes no se ponían de acuerdo con los gastos comunes. Hace una año y medio hicimos una investigación con el departamento de construcción de la UC y descubrimos que los sistemas de prorrateo de los gastos comunes no estaban bien hechos de acuerdo al gasto energético del edificio. Hemos ido corrigiendo eso con administradores e inmobiliarias y nos ha ido muy bien. Estamos logrando que los edificios ocupen estos sistemas que tienen instalados. Almagro adoptó este sistema de prorrateo para sus proyectos nuevos. Esto permite que la gente pueda pagar y en vez de estar subiendo en el ascensor bidones de parafina o cilindros de gas licuado o sobrecargando la red eléctrica ocupen algo que ya tienen instalado en el edificio, que es lejos más eficiente.
Ya tenemos alrededor de 300 comunidades usando este sistema, y cuando lo adoptan nosotros les damos precio Metrobolsa al gas de calificación durante el invierno. Son alrededor de 10 inmobiliarias que están operando así".
Consumidores, los grandes beneficiados
Para Nicolás Cabargas –arquitecto y coordinador de tecnología y medios de expresión de la Escuela de Arquitectura UDP– es un tema de calidad de vida: "Cuando uno calefacciona con elementos puntuales (como estufas), las temperaturas en cada uno de los recintos son distintas. La calefacción central mantiene una temperatura homogénea en toda la vivienda. Eso indudablemente mejora la experiencia de tu casa, especialmente para familias con niños chicos que buscan estas condiciones por la salud de ellos. Si uno sigue la normativa actual, las calderas o calefonts tienen que estar con tiro forzado o instalados en el exterior, por lo tanto es muy poco probable que haya algún tipo de emisión".
Nicolás recuerda que hay sistemas que distribuyen calor por todos los recintos que no necesariamente funcionan con gas. "Hay paneles eléctricos que se manejan con un termostato que son igual de limpios. Ha habido un retorno al gas principalmente gracias a que las compañías de gas de cañería desde hace algún tiempo vienen ofreciendo ventajas para que sea alcanzable por distintos presupuestos familiares. Ahora con el prorrateo el gasto de calefacción se amortigua y se distribuye".
También es cierto que la gran mayoría de los chilenos recuerda los inviernos en torno a una estufa a parafina y las distintas maneras con que se intentaba evitar los olores, las cáscaras de naranja, las hojas de eucalipto. "Ahora hay mucha más conciencia sobre los efectos negativos de algunos contaminantes. Ahora cuando uno tiene un niño chico lo piensa tres veces antes de poner una estufa a parafina, si tiene los recursos obviamente. Ese factor es tan relevante como el aumento del poder adquisitivo en la sociedad en general".
Las tecnologías con que construimos también han cambiado y han permitido que surjan nuevos sistemas. La misma aislación más eficiente que conocemos hoy era mucho menos corriente hace unas décadas; otro factor que incide en la mayor eficiencia y ahorro en calefacción. "Existen paneles solares que pueden aportar a los sistemas de calefacción. Todas esas tecnologías complementarias favorecen que haya más alternativas que las calefacciones puntuales que tendemos a usar acá. Además hay una competencia fuerte entre los tipos de combustible, cual es el más limpio y cuál es el más barato; eso ayudará a que en el mercado los precios se ajusten. Eso obviamente nos beneficia como usuarios finales".
La alternativa eléctrica
"Hasta hace unos cinco años invertir en un equipo eléctrico era caro en términos de costo inicial, mantención y operación. Diría que desde 2013 se ha incorporado tecnología que hace estas inversiones altamente competitivas. Al igual que la calefacción central, con la calefacción por aire acondicionado mantienes una temperatura constante gastando menos energía gracias una bomba de calor, lo que hace que el costo de operación baje. En aire acondicionado existen equipos para todos los tamaños de habitaciones con los mismos beneficios de la calefacción central. Lo que es más, hay un atributo de la calefacción eléctrica del que no siempre se habla: es 100% limpia, interna y externamente", dice Carla Zapata gerente de Enel X Chile.
Ella explica que como compañía Enel llevaba tiempo recogiendo la principal preocupación de los consumidores: las cuentas de energía se les disparan en el invierno. En respuesta a eso también lanzaron un producto que llamaron bolsa de energía. "Cada cliente tienen un límite de consumo, cuando lo pasa se factura un 30% adicional de la tarifa. Uno de los grandes temores de los clientes es pagar una tarifa con castigo. Les ofrecemos el beneficio de usar la energía sin miedo. Al comparar esta bolsa ellos facturan sabiendo que no se les castigara el precio. Lo puedan pagar en 12 cuotas sin intereses".
En Enel también "paquetizan" soluciones, entregando un servicio integral al comprar un equipo de aire acondicionado. "En el caso de las comunidades las soluciones son similares a la calefacción central, pero con bombas de calor. Funciona como un aire acondicionado a gran escala, calientas el agua que circula por las tuberías con esta bomba de calor. Muchas inmobiliarias lo usan como gancho de venta porque el gasto común, el gasto de operación del edificio, es altamente competitivo".