Arquitecto:

Frank Lloyd Wright.

Ubicación:

Reserva natural Bear Run, Pensilvania, Estados Unidos.

Año de construcción:

1936.

Materialidad:

Hormigón y piedra caliza.

Superficie Construida:

268 m².

La Casa de la Cascada o Fallingwater es considerada la obra maestra del  norteamericano Frank Lloyd Wright, y este año celebra su aniversario 75.   Esta piedra angular de la arquitectura del siglo XX,  integra de manera magistral la relación hombre-naturaleza, alianza muy bien desarrollada en la arquitectura japonesa, a la cual Wrigth siempre admiró buscando crear armonía, se encuentra entre el agua y la vegetación de la reserva natural de Bear Run, en Pensilvania, a más de 1.200 metros sobre el nivel del mar.  Su construcción fue encargada por el empresario Edgar Kaufmann. En esta casa ese deseo se hace realidad a través de un vanguardista sistema de construcción que permitió emplazarla nada menos que sobre una cascada de 30 metros, y que dio el nombre e inspiró el diseño de la obra, en donde es posible escuchar el sonido del agua en cada una de sus habitaciones, en un constante proceso de vinculación hacia el exterior.

Wright vivió entre los años 1867 y 1959 cuando predominaban en la arquitectura estilos como el necoclasicista o el victoriano, pero él trató siempre de crear uno propio, acuñando el término de Arquitectura Orgánica, que plantea que la construcción debe nacer directamente del entorno natural, asegurando que la forma de cada obra debe estar vinculada a su función, entorno y a los materiales empleados en la edificación. Wright se caracterizó por ser pionero en técnicas como los bloques de hormigón o el dominio de la planta libre, y basó la composición de la Casa de la Cascada en volúmenes horizontales y verticales dispuestos de forma dinámica, agregando las terrazas en volado apoyadas en macizos soportes sobre las rocas del lugar (Wright asoció esta idea estructural con la imagen de un mesero sosteniendo una bandeja).

Tiene tres niveles y, a diferencia de la mayoría de las de su época, no posee un gran acceso, la puerta principal está en la parte posterior. El piso y enchapado de piedra de la chimenea, el mobiliario, diseñado también por Wright, y la colección de arte asiático y latinoamericano dan vida a un interiorismo atractivo y un poco enigmático, pues los interiores tienden a ser más oscuros, justamente para desviar la vista hacia el paisaje natural. En el segundo nivel hay dos dormitorios, dos baños y un escritorio, en el tercero, un poco más chico, se construyó la habitación de Edgar hijo, y más tarde una casa de alojados conectada por una escalinata semicircular hacia un nivel superior.

Lamentablemente el paso del tiempo deterioró la construcción y tuvo que ser restaurada el año 2001, sus condiciones estructurales requieren constante mantenimiento y la obra incluso habría sido víctima de un tornado.

Actualmente es un museo y fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Esta singular vivienda  forma parte del gran legado arquitectónico que dejó Frank Lloyd Wright, que también incluye el museo Guggenheim de Nueva York, el edificio de Ceras Johnson en Wisconsin, el Hotel Imperial en Japón y Taliesin en Spring Green, Wisconsin -su casa y estudio-, en donde más tarde fundaría su escuela de arquitectura, hoy conocida como Escuela de Arquitecura Frank Lloyd Wright,  uno de los principales centros de investigación y enseñanza de la arquitectura mundial.

Web:

fallingwater.org