Casa telar

La empresa SQM había recibido la solicitud de que las mujeres de Pueblos del Salar querían aprender telar, por lo mismo el nombre del proyecto. Fueron ellas quienes recomendaron llamar a la Fundación Ona para articular todo. "La cultura licanantay está dividida entre Alto Loa, que es Calama hacia el interior, y Pueblos del Salar, que son los que bordean el salar de Atacama. Actualmente estamos trabajando con cuatro comunidades: Socaire, Toconao y los ayllu de Solor y Larache, que pertenecen a la comuna de San Pedro de Atacama", cuenta Macarena Peña, directora ejecutiva de Fundación Ona.

Como Fundación Ona llevan 10 años trabajando en la zona, conocen a las mujeres pero sabían que era un proyecto de largo aliento. "Estamos en la primera fase, que es haciendo un diagnóstico de cuáles son las necesidades concretas de las artesanas, cuáles son las disposiciones, quiénes están comprometidas. Hasta el momento en Toconao llevamos 60 inscritas, de las cuales participan activamente unas 30", explica Macarena.

Hay clases todas las semanas, mañana y tarde, impartidas por Rubén Concha. "Para mí es muy importante la recuperación de la memoria histórica, la memoria cognitiva dentro del textil, que es un proceso que tiene que ver con los movimientos, con la identidad, con el territorio y la materialidad. Esto se refleja en los procesos que se viven educando, donde van redescubriendo parte de su pasado a través de la oralidad", dice el profesor.

Las clases van desde lo más básico, que es la selección del vellón de los animales, hasta el telar. "Tres veces al mes hacemos clases magistrales, a las que invitamos a distintos diseñadores o artistas a que participen con las artesanas y empiecen a abrirles mundos e ideas de cosas con las que ellas no están familiarizadas", explica Macarena Peña.

Acaban de trabajar con la artista Andrea Fisher, quien se ha especializado en montaje de obras textiles con fibras naturales en gran formato y ahora está haciendo unos microtejidos. El requerimiento para ella fue acercar a las mujeres al arte a través del nudo. "Ella eligió el festón horizontal y vertical. A partir de este desafío les plantea a las mujeres hacer una obra que tuviera 20 centímetros de ancho y dos metros de largo", suma Macarena. Lo que hizo la artista fue unir cada comunidad en una gran pieza. "Estos nudos daban una gran cantidad de posibilidades a futuro con otras cosas que pueden llegar a hacer", dice Andrea Fisher.

Casa Telar desarrolla técnicas que de aquí a cuatro años contarán con un producto comercializable para un mercado internacional que será un producto típico, reconocible de San Pedro de Atacama. "Queremos usar la arqueología para encontrar en las piezas arqueológicas las inspiraciones en morfología, técnicas y paletas de colores para plantear algo nuevo que ojalá sea lo más diferente a lo que es el mundo aimara. Es construir una identidad contemporánea a partir de la herencia cultural propia licanantay", explica Macarena.

También se quiere usar la técnica de la cestería. "La innovación está en la materia prima, que la vamos a cambiar por fibra de llama. No serán cestos vegetales sino que serán cestos textiles. Entonces podemos hacer un producto típico a partir de la iconografía arqueológica; podemos investigar la técnica y a partir de eso despertar la memoria textil, corporal", concluye Macarena. macarena@onachile.com

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Proyecto financiado por SQM. Fundación Ona arma un equipo multidisciplinario con la artista Andrea Fisher, la diseñadora textil Carla Villaroel –que está enseñando distintas técnicas de embarrilado– y Rubén Concha como profesor estable. "Pedimos recursos para hacer registros audiovisuales, tener una publicación y hacer manuales técnicos para las capacitaciones, además tener documentales que muestren el proceso", aclara Macarena.[/caption]