Los resultados del "Ranking de las mejores ciudades universitarias QS" del 2019 no deberían sorprender. De las primeras 10, cinco son europeas, dos australianas, una francocanadiense y dos del Lejano Oriente. En los últimos años las primeras han sido Londres, Montreal y París. El criterio para elegirlas combina aspiraciones, empleabilidad futura, calidad de vida versus costos, y prestigio de las instituciones que en ellas se encuentran.

Todas son ciudades cosmopolitas, más bien compactas, seguras, con excelente transporte, áreas verdes, equipamiento y vida cultural. La única ciudad americana en estas primeras diez es Montreal, que en realidad es bastante europea. La primera latinoamericana es Buenos Aires, en el 31. Nuestro Santiago está 54, debajo de Ciudad de México (53). En el detalle, Santiago supera a las otras dos latinas en empleabilidad, pero está por debajo en el Students mix, que evalúa la proporción, diversidad, inclusión y tolerancia de su población estudiantil.

¿Qué importancia tiene esto? Las ciudades universitarias suelen percibir grandes beneficios. La alianza estratégica entre ciudades y universidades mejora las oportunidades de encontrar soluciones nuevas a los problemas urbanos y se beneficia de la animación y la demanda de una población joven que, por definición, hace mucha vida al exterior. Al mismo tiempo, estimulan la innovación y el emprendimiento, y es habitual que  generen startups si es que se dan las condiciones adecuadas. Eso, sin contar la forma en la que las universidades mismas se benefician al ser destino de estudiantes extranjeros.

Santiago tiene su barrio universitario bien ubicado y conectado, aunque aún falta fortalecer su oferta cultural, la calidad de residencia para estudiantes y una oferta de servicios más diversa. Otros sectores de la ciudad, como Bellavista, están al borde de asumir esa nueva condición, que los beneficiaría. Valparaíso, que tiene instituciones de prestigio y un gran número de alumnos concentrados en un entorno compacto, necesita, como en muchas otras cosas, un liderazgo para consolidar esta posibilidad.

Las ciudades y barrios universitarios atraen inversión, población, renovación. Pero necesitan también de un sabio monitoreo que equilibre los diferentes intereses para que se mantengan vivos, diversos y receptivos al cambio. Ninguna de nuestras ciudades aprovecha bien este potencial, ni planifica pensando en instalarse así en el escenario internacional. Porque, al final, una buena ciudad universitaria es, sencillamente, una buena ciudad.

Artículos

Ranking QS: Best Students Cities 2019

"How Universities Make Cities Great: It's not just about education", de Noah Smith, 6 de marzo de 2018, en Bloomberg Opinion.

Libros

"Santiago Sur Poniente: barrio universitario, desarrollo urbano y patrimonio", Municipalidad de Santiago. Dirección de Obras Municipales 2004, Santiago Chile.

"Universities and Their Cities: Urban Higher Education in America" (inglés), 2017. De Steven J. Diner. Editor: Johns Hopkins University Press.

*Decano Campus Creativo UNAB