Ciudades de papel

Carolina Illanes

ha aprendido a crear con lo mínimo. No sólo porque en Chile el financiamiento artístico es un tema complejo, sino también porque así lo aprendió en una estadía de dos años en Francia, donde llegó a hacer un máster tras egresar del Magíster de Artes Visuales de la Universidad de Chile. Allá, su departamento era tan pequeño que no le quedó otra que adaptarse a tales dimensiones. Hacía tiempo, además, que estaba experimentando el papel como soporte, alentada por su simpleza y precariedad.

Teniendo en cuenta ambos conceptos armó una obra con la que obtuvo el primer lugar del concurso organizado por vodka Finlandia y Ch.ACO 2010. Cerca de 200 artistas enviaron sus propuestas y, entre ellos, Carolina fue la ganadora con una obra elaborada en hojas blancas formato carta. Una serie de edificios hechos con pilas de este papel que logran dar la imagen de una ciudad densamente poblada.

“Quise trabajar con un material que por sí solo no tiene fortaleza, pero que al verlo en una construcción modular la adquiere. Logrando que un material parezca otro creo una ilusión plástica y el papel me da ésta y muchas otras posibilidades; encontré un nicho que puedo explotar infinitamente”, dice Carolina, cuya propuesta tiene que ver con una mirada de un Santiago que ha mutado a gran velocidad.

Por eso es que este proyecto tuvo todo un proceso previo. ¿Cuál? Cámara en mano recorrió las calles capitalinas fotografiando fachadas, una de las composiciones urbanas que más le interesan “por lo únicas que son”. Luego las digitalizó, editándolas para rescatar el detalle que a ella más le interesaba; de eso tomó medidas desde la pantalla del computador para, finalmente, sacar un diseño abstracto y troquelar, armar diversas matrices o moldes que luego plasmó y recortó en una hoja blanca. El resultado: 60 mil hojas tamaño carta fueron troqueladas con 20 matrices distintas para dar vida a 30 módulos que formaron la ciudad de papel que se vio en la feria Ch.ACO 2010.