Nika Zupanc / 2017

A mí me recuerda los cabinet du curiosité, porque detrás de estas 16 lustrosas puertecillas cuadradas algo increíble y sorprendente debe guardarse. ¿Para qué tendrían llave si no?...

De Castelli, la firma que produce y comercializa este maravilloso mueble, lo denomina el “gabinete de los deseos”, porque es una cita contemporánea –dicen–, de esos antiguos aparadores con cerradura. Esos que servían para mantener los dulces y galletas bajo 7 llaves, bien alejados de los niños y sus manos ávidas de azúcar.

Cada compartimento tiene la suya, y no cualquiera. Las llaves son una parte fundamental del mueble. Le dan su carácter misterioso y ensoñado, ¿qué puede guardarse detrás de una llave de corazón?

Zupanc crea bonitos juegos mentales con sus muebles. Nos lleva a imaginar fuera de lo establecido. Cada una de sus piezas tiene un halo medio surrealista y siempre cuentan una historia que se hace creíble y te engancha, gracias al cuidado que pone en los detalles.

Aquí podrían haber sido todas las puertas planas e iguales y todas las llaves simples, pero no sería un mueble tan sexi y misterioso. Cada puerta tiene un perfil que enfatiza el volumen y cómo cae la luz sobre ellas. Las hay en cobre pulido, cepillado o labrado orbital, y eso genera tres tonalidades; hay llaves con corazón u óvalos. Es una pieza muy teatral y su atractivo viene de esas diferencias y detalles. Es lo que desata “l’imbarazzo della scelta”, como dicen los italianos, la tremenda disyuntiva de tener que elegir... ¿Sartre? Bueno, no nos pongamos tan fatalistas. Si todo fuera igual, ¿cuál sería la gracia de escoger?

www.nikazupanc.com