Continuando con el artículo anterior sobre este gran país, habría que visitarlo todo, pues todo es interesante. Cualquier lugar que se escoja tiene su encanto, no hay que pensarlo mucho. Como es de forma compacta, las distancias no son tan largas y permite recorrerlo sin pasar por un mismo lugar nuevamente, al contrario de nuestro Chile. Está organizado en 17 regiones autónomas, con diversas características geográficas y culturales. Son aproximadamente 47 millones de habitantes, de ellos el 10% son inmigrantes. Su tasa de natalidad ha bajado considerablemente, sus autoridades están preocupadas por ello y en gran parte esto se debe al alto costo de vida. Su PIB es de US$ 33.700 (el nuestro es de US$ 26.800), su superficie es de 505 mil km² (Chile cuenta con 756 mil km²). Usan mucho el transporte colectivo, no tanto así las bicicletas, pero lo que más hacen es caminar; interactúan así mucho entre ellos, eso hace de sus ciudades muy gratas y sustentables.
Cuándo ir: cuando sea, para nosotros sería enero-febrero por las vacaciones, pero allá es invierno, por ello elegir lo más tarde de febrero posible (menos posibilidades de nevadas, aunque nunca se sabe). Lo malo de estas fechas es que uno se pierde todo lo que pasa con lo del Festival de Viña (alfombra roja, cena de gala, el mejor vestido, los iluminados comentarios). Cómo llegar: por más ecológico que sea no se vaya en bicicleta, ni en bote a remos, ni caminando. Solo vía avión, que cada vez son más silenciosos, eficientes y han ido reduciendo su impacto ambiental. Son 11.000 km en línea recta desde Santiago a Madrid, es muy lejos. Un valor aproximado del pasaje ida y vuelta es de $850.000. Si hubiese un túnel en línea recta hasta allá, a 120 km/hr sin parar se demorará casi 92 hr (casi 4 días, sin dormir y sin baño), en avión directo es de 12 hr. En auto que diera 12 km/lt en promedio a esa velocidad gastaría entre ir y volver $1.467.000 en bencina 95 a $800/lt. (faltan aún los peajes, aceites, seguros. Además, estadísticamente es más peligroso el auto que el avión).
Qué comer: lo que sea, todo es rico y bien hecho; recomiendo los churros con chocolate en las mañanas y una sangría en las tardes (dan energía y calor, ideal si va a caminar mucho y así no engordar), al almuerzo las tapas de los restaurantes 100 montaditos (pequeños sánguches que se pueden compartir para así seguir sociabilizando).