Un exceso de sol nos hace mal (cáncer a la piel, dolores de cabeza, envejecimiento de la piel, daños oculares, sistema inmunológico debilitado), pero la falta de sol también es dañina para la salud (depresiones, baja retención del calcio, fatigas, falta de concentración, falta de vitamina D). En invierno se lo busca y en verano se evita. En las viviendas ocurre lo mismo, las ventanas en invierno deben permitir su entrada y en los días de calor, no.
Hay climas que dejan muy claro este modo de controlar el sol: en los secos, generalmente de altas radiaciones solares, debe existir un permanente bloqueo solar, y en los extremadamente fríos, una permanente pasada de estos escasos rayos. Esto mismo va acompañado de otro factor muy relevante: la masa térmica, que a muchos se les olvida (incluso en normas y certificaciones). En los lugares de alta radiación las sombras deben siempre estar acompañadas de buena inercia térmica y en los de baja radiación, con baja inercia. En otros climas, como el central de nuestro país, es más complicado, pues en el mismo año hay que enfrentar ambas posibilidades (lo ideal sería una ventana que cambia).
Una buena ventana considera los siguientes factores:
1. Radiación incidente en la orientación de la fachada (dato fijo para lugar, mes y hora, generalmente en kWh/m2/día).
2. Alguna sombra exterior (árbol, edificación del frente, alero, toldo, persiana).
3. El tipo de vidrio (hay más trasparentes, hay con tintes, ahumados, reflectivos, de baja emisividad, control UV, dobles, cada tipo interactúa diferente con el sol).
4. Algún control solar interior (cortinas, postigos, venecianas, telas reflectivas).
5. Considerar dónde llega el sol que haya atravesado todas las anteriores (materiales de alta o baja inercia térmica y en especial el color de esa superficie radiada).
El control solar es toda una ciencia, no es solo cuestión de un 'hoyo con vidrio' en un muro. En la historia de la arquitectura se puede observar su evolución, muy clara hasta antes de la aparición de los equipos de calefacción o refrigeración, los cuales actualmente son en general excelentes, y quizás por ello la arquitectura de hoy menosprecia el arte de diseñar la ventana y el control solar.
Ilustración: @kmilkoffice