Hoy es un día especial, estamos en la mitad de uno de los feriados más esperados cada año por todos los chilenos y sin embargo no podemos celebrar… no debemos celebrar como nos gustaría. Han sido meses de cuidarse, de limpiar lo que entra a nuestras casas, de evitar el contacto físico –aunque echemos de menos un abrazo– y de rutinas nuevas que llegaron para quedarse. Es difícil no salir cuando han sido meses entre cuatro paredes y el sol afuera invita a disfrutar plazas, a recorrer calles. ¿Cuánto se relajan las medidas autoimpuestas? Esa es una cuestión personal y que uno debe responder a conciencia, sin olvidar que lo que uno haga o deje de hacer tendrá repercusiones en los grupos con los que uno interactúa. A estas alturas todos sabemos qué cosas son de riesgo y cómo evitarlas.
Pero si hay algo que gratifica es la comida, y por eso en este número encontrarán bastante, desde recetas para hacer en casa para grupos acotados, a cosas que uno puede encargar. Creemos que con comida rica siempre se pasa mejor, son tiempos quizás de recuperar recetas antiguas que por tiempo se dejaron de hacer y soltar la mano atreviéndose a improvisar. Otro punto no menos importante es cómo la comida gatilla recuerdos, olores, sabores, e inmediatamente nos lleva a ese lugar feliz. Piensen en eso porque hoy también es tiempo de nuevos y gratos recuerdos.