Estamos pasando más tiempo en nuestras casas, y al parecer es algo que se va a ir ajustando con más flexibilidad, pero es poco probable que volvamos a estar todos los días de la semana en una oficina, volviendo a la casa solo a comer algo y dormir.
¿Y qué queremos de nuestras casas? Muchos seguramente aún no lo tienen claro, y dar ejemplos creo que siempre ha sido un buen camino, ver una solución o idea replicable. En este número les mostramos una remodelación en Milán, con muy pocos metros usados de manera creativa y eficiente. ¿Por qué lo elegimos? Porque representa una realidad cada vez más común en Chile, departamentos muy chicos y en torres con alta densidad. Y entender cómo vivir 24/7 esos espacios hoy puede ser un desafío. Muebles flexibles, espacios con más de un uso dependiendo de la hora del día, mucho orden, tener lo que realmente nos gusta y usamos… son algunas de las lecciones que podemos rescatar y que deberíamos aplicar no solo en espacios reducidos. El lugar cambia mágicamente frente a cada nueva situación y nunca se ve apretado.
Y también magia es lo que hicieron Mari Gálmez y Pablo Lamarca con su nueva apuesta de Mastica en el exedificio municipal de Barnechea. Acá hay un exceso de metros, pero no se dejaron intimidar por eso; cada rincón tiene su afán y todo lo resultante es tanto más que cada una de las partes por separado… se podría decir que llevaron la ‘experiencia’ a una nueva categoría.