Cuando se podía viajar, uno de los grandes atractivos era probar y conocer cosas nuevas y buenas, y en eso hay que reconocerles a los gringos que son capaces de construir tradiciones en torno a situaciones o productos muy simples. Tienen la temporada de la jaiba azul, que se cosecha en verano, cuando está mudando caparazón y eso hace que se pueda comer entera. Y los restaurantes desarrollan menús especiales en torno a ella y la gente viaja para disfrutarlas. O todo lo que inventan para Navidad, desde las vitrinas, que son atracciones turísticas, a fantasías en galleta. Algo de eso les traemos hoy; ya son varios los emprendedores locales que inspirados por las galletas al estilo Nueva York (grandes, sabrosas, suculentas, casi un almuerzo completo) han desarrollado sus propias recetas y formatos. Hay desde las congeladas, para hornear en casa en 15 minutos, a las que vienen con frases para subir el ánimo. Pasan cosas con la primera mascada, atrévanse.
Y siguiendo en modo celebración responsable les mostramos ideas de tablas de aperitivo y botellas para acompañarlas; la gracia es que todas llegan directo a la puerta de casa. Picotear, usar la mano, mezclar sabores, todo eso se consigue en un rico aperitivo, y sin tanto esfuerzo. Hoy, cuando aún no sabemos a quiénes podremos ver y cómo celebrar, romper la semana con una de estas tablas puede ser lo que uno necesita… una cuota de cariño tomando y comiendo algo rico porque sí, porque ha sido un año extraño, porque vale la pena.