Chile es país productor de madera, de mucha madera, pero la gran mayoría deja el país como materia prima; es muy poca la madera que se exporta con valor agregado, siendo que en los mercados internacionales los productos fabricados con ella sí son valorados. ¿Qué nos falta? Más inversión en I+D, sin duda, pero también apoyo para generar una industria local potente; los diseñadores y emprendedores existen y algunos están generando sus propios mercados. A lo ya existente debemos sumar el uso de tecnología de punta, lo que permitiría obtener productos de primera línea para que compitan en igualdad de condiciones en los mercados internacionales.

Lo que sí ha ido cambiando internamente es la percepción de la madera como un material de construcción de calidad, tanto o más eficiente que el hormigón. Entre los beneficios está el hecho de que se puede prefabricar una parte importante de la obra, apurando con ello los tiempos de instalación en la faena. Les mostramos dos ejemplos de lo anterior, ya que nos interesa ayudar a abrir caminos y mostrar lo versátil y eficiente que puede ser la arquitectura en madera cuando está bien desarrollada.