"Ser creativo no es tanto el deseo de hacer algo como el escuchar aquello que quiere ser hecho: el dictado de los materiales". Con esta cita Anni Albers, una de las artistas textiles más importantes del siglo XX, grafica lo que para muchos es el hacer textil, donde el artista guía para que las hebras tejan un universo único, donde las texturas juegan un rol fundamental. Hoy el mundo textil está pleno, no solo hay una recuperación del oficio, que busca el rescate de técnicas y materiales, también hay investigación de tecnologías; el tejido permite la inclusión de nuevos procesos de manera sutil, borrando límites entre prenda, soporte y proceso.
En el Norte, Fundación Ona está investigando la hebra de la llama, distinta a la alpaca y por mucho tiempo mirada en menos, pero con propiedades propias por lo liviana y térmica, para con ella volver a tejer la memoria de los pueblos que rodean el salar de Atacama. En Chiloé se está rescatando la técnica de las frazadas con flores, algo que Trinidad Flaño descubrió luego de trasladarse a vivir a la isla. Como estas historias hay muchas más, pero también hay investigación y nuevos materiales. Una de las aristas donde más peso está adquiriendo el textil es como expresión de arte, que si bien no es nueva –desde tiempos precolombinos ha sido trabajado como una expresión de arte– sí son nuevas caras las que nos están mostrando nuevas maneras de llevarlo a la galería.