Estamos en plenas vacaciones escolares de invierno, por eso buscamos dos destinos que cada día ganan más adeptos y que son ideales para arrancarse en familia: La Serena, al norte, y Pucón, al sur, lugares que ya muchos conocen pero que siempre tienen nuevos panoramas, y los paseos a parques y reservas están entre mis preferidos. La gracia de estos destinos es que están lo suficientemente lejos para que el escenario sea radicalmente distinto a Santiago, pero están a una distancia razonable para hacerlo por carretera, parando en distintos puntos del recorrido y así aprovechar de conocer un poco más, o si prefiere en avión. Estuve buscando opciones en tren pero no existen, lo cual es lamentable, porque soy de los que piensan que una red de trenes eficientes y fiables sería un gran aporte a la conectividad del país y es algo que todos usaríamos –los números del tren Santiago-Nos así lo demuestran–. De paso sacarían tráfico a las atestadas carreteras.
El invierno genera, independiente de si se está de vacaciones o no, ganas de estar dentro de la casa, y creemos que es también un buen momento para mirar un poco más en detalle donde estamos viviendo; por eso les proponemos dos espacios que invitan a ser vividos: uno lo ha logrado a través de la decoración, con detalles que hablan de los intereses de sus dueños; el segundo espacio lo hace a través de la buena arquitectura, que ha adaptado la casa a las nuevas necesidades de sus dueños al recuperar un subterráneo existente pero sin carácter ni estilo, lo mismo para el jardín, terraza y quincho, los cuales ahora pueden ser usados casi todo el año.