Hacer, construir, ver cómo las manos son capaces de ir creando y dando forma... estamos ciertos de que el resultado final es importante, pero más importante es el recorrido. Permitir que la exploración nos lleve por caminos que no sabíamos que existían o de los que uno era capaz. Hoy en día hay un boom de talleres, eso es bueno, porque significa que son muchos los que están buscando caminos nuevos que los saquen de la rutina, que les enseñen nuevas destrezas y quizás nuevas maneras de enfrentar la vida. Conozco un par de personas que enfrentadas a la necesidad de generar un ingreso evaluaron lo que habían hecho siempre para ganar plata y lo sopesaron con lo que les apasionaba: hoy su pasión es su trabajo y eso las hace estar enormemente satisfechas con sus vidas. Como discurríamos con una amiga, soltar lo conocido cuando están solo los brotes de algo nuevo puede ser aterrador, pero también increíble.
Este número quisimos dedicárselo a los que hacen, y para ello recorrimos distintos talleres y tratamos de graficar sus procesos, cada uno distinto, cada uno propio. También averiguamos dónde poder ir a aprender y dejar que las ganas de crear sean las que mandan. Desde cerámica a charcutería, las opciones son enormes. Si tienen la inquietud de hacer algo, háganlo hoy, porque ese momento perfecto donde la ecuacion tiempo-ganas se materialice, lo más probable es que no llegue nunca y así se pase la vida, queriendo, pero no haciendo.