Celebrar fin de año con comidas, almuerzos, algo relajado después de la oficina, etc., las opciones son muchas y en todas queremos estar y pasarlo lo mejor posible. Hay motivos de sobra para ello, pero también las energías no son las mismas que a comienzos de año. ¿Cómo hacerlo bien, rico y no morir en el intento? Creemos que lo primero es repartir funciones, ser el perfecto anfitrión no tiene porqué significar hacerse cargo ciento por ciento de toda la celebración, sobre todo que si es con gente cercana y hay confianza para delegar funciones.
Tomamos todo lo anterior en consideración y diseccionamos los distintos momentos de una celebración, a modo de guía y para que no estén corriendo en las últimas horas. Planificación es la clave en el proceso y eso asegura que durante el almuerzo, comida o lo que sea que organicen, puedan estar relajados y pasándolo bien con el resto de los invitados.
Algunas claves: tener buena música, si no hay buen equipo, un parlante portátil con conexión a wifi o bluetooth siempre salvará la situación, ojo con el volumen, la idea es que se escuche, pero no que haga difícil la conversación; hielo, mucho hielo, nunca sobra, y no solo se ve bien en baldes llenos de botellas, es necesario hasta que las velas ardan, nada peor que final de fiesta y los tragos tibios; algo de comida neutra, si los invitados son muchos, no falta el mañoso, el alérgico o el intolerante, siempre es mejor preguntar con anticipación, pero tener algo a prueba de todo siempre es bueno. Y usemos la tecnología, hoy hay a mano un montón de personas que felices les solucionarán la vida, uno puede pedir casi todo a la casa, después solo es necesario ponerlo en bonitos platos o fuentes y listo.
Disfruten estas semanas y aprovechen de ver a los amigos y la familia, creemos que con nuestra guía todo será más lindo y llevadero.