Cuando pensamos en verano, pensamos en terrazas y estar afuera, al aire libre, pero ¿dedicamos tiempo a pensar cuáles son los mejores materiales para conseguir una terraza linda y que además dure varias temporadas? No hacerlo puede ser un error en el tiempo y de presupuesto; la terraza por definición está expuesta al sol, a cambios de temperatura, polvo, etc. Todos estos factores aceleran el envejecimiento de los materiales, no solo destiñendo, muchas veces dañando su estructura y debilitándolos. Eso afecta tanto a fibras naturales como madera, mimbre o algodón; como también a más resistentes como PVC o fierro. El sol quema, y probablemente el daño que genera hoy es mayor al que provocaba hace algunas décadas, y al igual que hoy uno no debería salir sin factor solar por los riesgos de enfermedades a la piel, tampoco debería poner materiales que no fueron pensados para el sol.
La lista de estos nuevos materiales es larga: telas pensadas para resistir el sol y también la humedad (muchas veces el algodón genera hongos por humedad); tablas hechas de una combinación de madera y resinas, especialmente pensadas para la construcción de decks y terrazas; iluminación exterior que soporta humedad y la corrosión, y así en todas las categorías que les interesan. Si están pensando armar un exterior cerca de la costa, la corrosión por brisa marina es un factor clave, la sal corroe todo y ahí la prevención es fundamental: barnizar cada temporada, evitar que entre humedad, elegir metales como bronce... por algo los marinos cuando no están navegando están reparando y pintando sus barcos.