La instrucción es clara: "quédate en casa"; es la mejor manera de aportar en esta distorsionada realidad y de ser responsable con la familia, los amigos, los que nos rodean y especialmente con nosotros mismos. Pero hay que tratar de poner una nota de normalidad a cada día, y eso es lo que preparamos para esta edición. Por un lado, nos enfrentamos a los horarios y a que el día no se transforme en un traslado continuo de la cama al sofá y del sofá a la cama. Los expertos recomiendan un mínimo de orden, y nosotros quisimos poner énfasis en el desayuno, la primera comida del día y la que podemos transformar en una rutina familiar, o con amigos si se comparte casa o solos si es el caso. Lo importante es fijar una hora, idealmente hacerlo ya duchado y con una variedad de ingredientes que nos carguen de energías. Hoy hay tiempo para hacer huevos de nuevas formas, o probar combinaciones de cereales que, por el apuro matinal, nunca hacemos. La idea no es complicarse, pero sí darle una vuelta extra. ¿Cuándo fue la última vez que se comieron un huevo a la copa, solo rompiendo la cáscara? Lo otro fundamental es tratar de seguir trabajando conectado, aunque es algo que no todo el mundo puede hacer, hay muchas empresas que están apoyando a sus empleados con tecnología para que sí sea una opción real. Creemos que hay dos puntos importantísimos que no deben pasar por alto: estar cómodo, y eso involucra una buena silla de trabajo y estar conectados, y ahí un buen smartphone, es clave. Hablamos con los expertos en la materia y ellos nos guiaron, porque esto está recién comenzando.