Cada día más personas optan por tener una mascota en casa, y por lo que veo en Instagram se han transformado en las grandes protagonistas de esta cuarentena. He visto cómo muchos decidieron adoptar una y cómo rápidamente el nuevo integrante pasa a ser el dueño de casa.
Pero sumar un perro, un gato u otra especie como integrante familiar lleva responsabilidades asociadas, y es bueno conocerlas antes de embarcarse en este viaje para no arrepentirse después. Siempre consideren las características del animal y si pueden darle el hábitat para que se desarrolle feliz; personalmente me gustan los perros grandes, de chico crecí con pastores alemanes, pero tener uno en un departamento a mí no me parece algo viable, quizás un gato, pero aún no me decido. ¿Qué va a pasar con él cuando la vida retome su ritmo y yo no esté en todo el día en la casa? Porque tengo claro que tener una mascota no es solo pasearla y jugar con ella, hay cuidados, vacunas, alimentación sana y varias cosas más. En este número les mostramos historias contadas por sus dueños, y lo que mejor las podría resumir es un cambio de vida positivo, porque aunque a veces se porten mal, siempre suman.
Desconectarse, mirar el agua, pensar en poco y hacer menos, a eso invita la casa que les mostramos en esta edición. Una pequeña construcción al borde del mar de Noruega, con los metros suficientes para ser un lugar acogedor y no querer salir más de ahí mientras dure el invierno.