Mientras trataba de definir el contenido de este editorial revise los temas que llevamos en este número. Son bastante distintos entre sí, pero con un hilo común, la pasión, la intensidad, el creer que lo que se está haciendo es bueno, y por lo mismo hacerlo de la mejor manera posible.

Abrimos con un reportaje a agrupaciones que han surgido en los últimos meses con el foco en ayudar a personas que literalmente están pasando hambre, pero su motivación no es solo darles comida a quienes lo necesitan, también educarlos sobre calidad de la comida y cómo prepararla; un niño mal alimentado en sus primeros años comienza su vida ya en desigualdad, de ahí la importancia de que esto no ocurra y buscar los mecanismos para evitarlo a toda costa. Los grupos que entrevistamos están dejando todo por ayudar a los que más lo necesitan, y están sus contactos en caso de alguno de ustedes quiera sumarse.

También conversamos con Sol Echavarría, quien se ha propuesto que sus manos sean su motor de acción. Instalada en el Sur, ha desarrollado sus habilidades a niveles desconocidos por ella antes, desde construir a plantar y cosechar; pero lo que más la apasiona es ver cómo sus frutos se distribuyen entre amigos y familia, regalando, intercambiando, como se hacía antes.

Y si nos vamos al mundo del diseño, DimoreStudio y Luke Edward Hall son intensos en sus propuestas, alejados del minimalismo o las paletas homogéneas, cada uno en su especialidad trabaja con mucha pasión corriendo por las venas. Si tienen tiempo investiguen un poco más de ambos, especialmente de Hall, quien pese a lo joven ya tiene mucho oficio y trabajo por mostrar… sus ilustraciones son con lo que yo me quedo.