La semana pasada fue el Seminario ISU, organizado por la AOA, ADI, Decon UC y Portal Inmobiliario. Se discutió sobre la mejor manera de llevar a Santiago al 2027, diez años hacia adelante. Años que para algunos pueden ser muchos, pero que en términos de decisiones y planificación urbana es casi nada. Panel de alcaldes y lo que están dispuestos a aprobar y lo que no; exposición de Clemente Pérez y la visión futura del transporte; las acciones de Sonja Trauss, invitada internacional, que han contribuido a la implementación de medidas para lograr una buena densificación en San Francisco, EE.UU., fueron algunos de los temas expuestos y discutidos.
Me quedo con que todos están buscando el 'bien mayor', aplicando el sentido común, pero a pesar de esto muchas cosas se siguen haciendo con el pie izquierdo, como hacer oídos sordos a la necesidad urgente de que Santiago cuente con un alcalde mayor. ¿Temor a que se transforme en un poder paralelo? ¿Sería la plataforma previa para alguien con intereses presidenciales? Desconozco el motivo, pero la necesidad de alguien con visión macro y con capacidades concretas para trazar los próximos desarrollos de la capital es algo que urbanistas y arquitectos vienen pidiendo a gritos hace años, y nada pasa. Las decisiones relevantes se siguen tomando de manera técnica y por cada ministerio de manera independiente, cruzándolo luego con el municipio afectado. Carreteras urbanas que no consideran al peatón, o zonas hiperdensas construidas explosivamente antes de que se den cuenta las autoridades y cambien el plano regulador, son ejemplos graves, lo mismo que las ciclovías que comienzan y terminan a voluntad de cada municipio y no conforman una red capitalina.
Sonja Trauss a través de su movimiento ha logrado destrabar restricciones, pero consensuadas con la población y la industria, porque quiere vivir cerca de su trabajo y de los parques y las zonas entretenidas, pero no quiere esperar a que alguien muera para que se genere un cupo, por lo tanto apela a la necesidad de nuevas edificaciones, y creo que eso es lo que queremos todos, que las ciudades evolucionen, pero con un compromiso de hacerlo de la mejor manera posible. Ya no están los tiempos para una mínima inversión con el máximo retorno. No si quieren dejar un legado positivo a la ciudad.