Son curadores, académicos y cofundadores de Art Reoriented –plataforma curatorial multidisciplinaria–. Han dado clases en London School of Economics, Tisch School of the Arts en la New York University y colaborado en sus investigaciones con instituciones como el MoMA o el Art Institute of Chicago, entre otras.
Tienen una mirada global del modernismo y el arte contemporáneo; un acento transcultural, rico en cruces y conexiones que traspasa las fronteras habituales de la historia del arte oficial. Un enfoque que se evidencia en muestras como, por ejemplo, Art et Liberté: Rupture, War and Surrealism in Egypt (1938 - 1948), debutante en Centre Pompidou en 2016, itinerante por varias importantes salas como el Reina Sofia o el Tate Liverpool, donde actualmente está en exhibición.
En Santiago estuvieron por estos días como presidentes de la Fundación Montblanc, por la entrega del premio que otorga la institución a los trabajos más relevantes de mecenazgo en el mundo, nominación que este año recayó en Juan Yarur por su labor a través de Fundación AMA.
Es la tercera vez que la Fundación Cultural Montblanc da el premio Art Patronage Award en Latinoamérica, antes fue Colombia y por primera vez en Chile.
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¿Cuáles fueron las razones por las que escogieron a Juan Yarur para el premio?
Sam: Nuestra elección de Juan Yarur y Fundación AMA ejemplifica lo que para Montblanc es el mecenazgo, su verdadero significado. Quizás en el sentido más tradicional es alguien que colecciona mucho arte, da un montón de dinero, un gran museo. Aquí se trata de una inversión que habilita a otras personas a hacer lo que necesitan, permitiendo a la comunidad artística y al público beneficiarse. En el caso de Juan, las residencias son algo muy importante porque permiten a los artistas estar expuestos a un montón de cosas, muestras, encontrar arte, conocer a otros pares, curadores y expandir su conocimiento y práctica, y entonces volver más maduros.
¿Es un rol ampliado el del mecenazgo? Till: Absolutamente, la idea es quizás cambiar un poquito la sociedad, dar la oportunidad a personas que no la tienen, inspirar a la gente a alcanzar sus metas. Es mucho más que apoyar a personas, puede ser una inspiración a que otros hagan lo mismo, y es grandioso que una persona joven pueda dar esa gran señal, seguir su intuición y dar oportunidades para que otros alcancen sus potencialidades.
Sam: Se trata de tener una visión y una inversión a largo plazo en un proyecto que ves crecer y desarrollarse. También se trata del proyecto, que a veces genera montón de cambios en la comunidad, pero no necesariamente tiene que ser una persona rica.
¿Por ejemplo?
Sam: En Brasil el año pasado le dimos el premio a Solange Farkas, fundadora de Video Brasil, festival para celebrar a los filmakers y videoartistas del sur del mundo. Le ha tomado 25 años de su vida hacer un proyecto significativo, internacional, verdaderamente global. En Colombia, el año pasado se lo dimos a José Roca, que empezó programas de residencia, Flora Ars + Natura, y es un proyecto asombroso, pero una vez más él no es necesariamente una persona adinerada.
¿Cómo ve Montblanc el rol de mecenas?
Sam: Para nosotros significa hacer una diferencia en el mundo del arte, un impacto. Pensamos: si la persona que estamos premiando no existiese, ¿cómo sería la comunidad artística o la ciudad en la que vive? Si no sería muy diferente, entonces no es para nosotros un mecenazgo, pero si piensas: ¡Oh, Dios! si sacamos a esta persona muchas cosas no estarían pasando, esta es una forma importante de mecenazgo. Se trata de llenar un 'gap', hacer un lugar físico, conceptual, para pensar, crear, estudiar, crecer, para ver y experimentar arte, crecer y desarrollarse. Es lo que creemos en la Fundación Montblanc.
Till: El arte es global, y la fundación necesita reflejar eso. El hecho de que tengamos este premio en Latinoamérica, ahora, es extremadamente importante. Hay tantos artistas y proyectos que descubrir. El rol en países donde hay menos posibilidades de apoyo, probablemente es más fuerte. Es más importante para nosotros que la gente vea como valor que la fundación de una marca de lujo reconoce, y ojalá motive a otra gente a hacer lo mismo, apoyar el arte, o educación, o desarrollo social.
Reorientar la mirada
Curadores independientes, Sam y Till no trabajan solo para Montblanc, tienen Art Reoriented, su plataforma propia, formada hace 10 años en Nueva York. Como cuenta Sam, "el objetivo es buscar cosas que quizás están un poco descartadas o no son tan conocidas, o están un poco al margen. Reorientar nuestra visión, cambiar nuestra perspectiva y permitir que el modo en que vemos el arte cambie y que el arte cambie el modo en que vemos. Se trata más del modo, de la experiencia del arte, cómo te permite experimentar cosas de modos diferentes, hacerte ciertas preguntas.
¿Tiene que ver con la muestra Ways of Seeming?
Sam: Sí, es justamente una exhibición cuyo título es tomado de un interesante texto de John Berger, teórico británico, historiador, crítico. La importancia de no forzar el arte a una interpretación, un significado dado por los historiadores o estudiosos, sino permitir a cada persona hacer su propia conexión, su propio significado y celebrar la forma en que los artistas cambian, y presentar la diversidad de puntos de vista es muy importante.
¿Cómo ha cambiado la forma en que vemos el arte con la globalización, los nuevos medios?
Till: Creo que hay una diferencia fundamental, la globalización 'is always been the case'. Hay un crecimiento exponencial, más rápido y más rápido, y el resultado de esto es que tenemos tantas imágenes en nuestras cabezas, sonidos, información y a menudo muy superficialmente, un poquito de millones de pequeñas cosas, y claramente esto cambia la forma en que vemos y nos comunicamos, pero a fin de cuentas no puedes realmente experimentar el arte en internet o en modo virtual.
Necesitas verlo, sentirlo...
Till: Por supuesto, es lo mismo con el arte o cuando visitas una ciudad, ves imágenes de Santiago, Chile, pero no es lo mismo, no puedes entender la ciudad si no estás, no conversas con la gente, la cultura. La única forma es estar presente, hacer las conexiones. Creo que esto no cambiará, que la gente puede caer en la trampa. Realmente al final tenemos que mirar y darnos el tiempo de entender.
Sam: El modo en que vemos el arte ha cambiado mucho. Hacer un viaje por 3 días a una ciudad, caminar en la catedral, ver un bello fresco o mural, tu cuerpo está en contacto, la temperatura cambia, tus ojos responden, el sentido cambia. Imagina ver el mismo fresco en tu iPhone, sentada con tus piernas sobre la mesa, en polera, shorts, ¡es una experiencia completamente diferente! Así es como recibimos imágenes hoy, en un contexto completamente distinto de donde este arte fue creado o está. ¿Puede ser algo bueno o malo? Es algo diferente, necesitamos entender cómo estas diferencias cambian nuestras percepciones de lo que vemos ¿Cómo somos críticos en la forma en que vemos para hacer nuestras propias conexiones, interpretaciones? Ese es el desafío, es lo que tratamos de dar: facilitar un encuentro entre la obra, el objeto, el arte y el público.