Ignacio Rojas es diseñador de profesión, pero su trayectoria está en la fotografía. Prolífico y versátil, sus trabajos se han enfocado en el mundo de la publicidad y en moda, con publicaciones para diversas revistas en Chile y extranjeras, como GQ Latinoamérica y Vogue Latinoamérica. Especialista en retratos, también ha incursionado en exposiciones y trabajado con distintas instituciones benéficas.

Soltero y apasionado por lo que hace, Ignacio trabaja en un área donde las cosas se hacen con mucho sentido de la estética, además de precisión y meticulosidad. Ese ojo afinado que ha desarrollado de manera inevitable en sus trabajos se traspasa en cada rincón de su departamento, donde le gusta probar, mover y cambiar hasta llegar a una proporción y equilibrio que lo convenza. "La elección de colores ha sido supercaprichosa. Llevo dos años viviendo acá y ya le he cambiado tres o cuatro veces los colores al muro del living, primero fue blanco, después gris, ahora es rosado. Estas pruebas pienso que responden un poco a una necesidad de renovarme… me encanta que mi casa vaya mutando, muevo mucho los muebles, la distribución de las plantas. No es un museo que quedó instalado", dice.

Remodelado por la arquitecta Macarena Canales, este dúplex se ajustó por completo a las necesidades de Ignacio. "Llevaba años arrendando, acostumbrándome a amoldarme a los espacios, y ahora con la oportunidad de comprar quise hacerlo al revés, que los espacios se moldearan a mí. Por ejemplo, los clósets de mi escritorio tienen unas repisas delgaditas, que son para guardar papeles, fotos, cosas que yo necesito. Lo mismo con los materiales; como vivo solo, necesitaba algo que fuera fácil de limpiar y mantener. Viví mucho tiempo en departamento con piso de parqué y aunque esté vitrificado igual hay una preocupación porque no se raye, aquí originalmente había flexit y se reemplazó por porcelanato en todos lados. La cocina es uno de los lugares donde paso mucho tiempo y me encanta compartir con amigos, por eso se dejó abierta y se diseñó funcional con cubiertas de granito, donde poso la bandeja del horno y pico las verduras, sin preocuparme de poner una tabla.

Además de la parte práctica, me interesaba que la cocina tuviera personalidad. Me encanta probar con aliños, nunca sigo recetas y adapto las comidas a lo que tengo en el minuto. La cocina refleja un poco ese relajo, con las cosas a la vista que me gusta ver y me dan buena energía. Las botellas, los adornos y mis plantas… me interesa verlas y que brillen como objetos".

La diversidad de proyectos en donde se desplaza el trabajo de Ignacio se debe, en parte, a la opción de ser independiente, por lo mismo su departamento debía contar con un grato espacio para el escritorio. Para lograr ese requerimiento la arquitecta demolió el muro de una de las piezas del segundo piso, el que se abrió y se abalcona a la escalera con una baranda diseñada en fierro con un look sesentero acorde con la estética del edificio. "La flexibilidad que tienen estos departamentos, al no tener muros estructurales, es un mérito que te permite poder jugar y adaptar las superficies sin problema", explica la arquitecta.

Sobre la polémica decisión que se dio a conocer a la opinión pública de retirar las rejas perimetrales de la Unidad Vecinal de Providencia, abriendo las áreas verdes a la comunidad, Ignacio es enfático en señalar que le parece una gran noticia. Es un parque muy grande, muy lindo, que fue diseñado como un paseo peatonal, entonces es un espacio que le corresponde a la ciudad y que está bastante abandonado porque la administración de los edificios no ha sido capaz de solventar el buen cuidado de este lugar… ahora que pasará a manos del municipio hay un gran desafío por potenciar este parque. Otra de las razones para agradecer vivir en este lugar", afirma Ignacio. @interiorismo_arquitectura

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