Emilio De la Cerda se mueve como pez en el agua en las dependencias de la Biblioteca Nacional. En la Sala Medina, una de las más antiguas e imponentes del edificio, posa para las fotos de esta entrevista. Luego pasamos a su oficina, ubicada en una sala contigua, para hablar sobre cómo se piensa trabajar el concepto de patrimonio en la nueva institucionalidad.
Al respecto este arquitecto comenta que "una de las novedades más importantes que trae la creación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio es que por primera vez en nuestra historia tenemos un paraguas institucional que aglutina el patrimonio material con el inmaterial. Hay una voluntad implícita por verlo en su integridad. Es un momento muy significativo de nuestra construcción cultural. En Chile, desde la Patria Vieja –cuando se funda la Biblioteca Nacional– en adelante, y con la creación de las distintas instituciones culturales como el Museo de Bellas Artes y el Histórico, la Dibam (Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos), el Consejo de Monumentos (CMN) y el Consejo de la Cultura (CNCA), hubo estructuras que cristalizaron una manera de ver el patrimonio. Primero como monumental, luego con una visión patrimonial que tenía, por un lado, implícito el tema de los creadores, los fomentos, los registros e incluso la convención Unesco de 2003 del Patrimonio Inmaterial que trabajaba el Consejo de la Cultura. Por otro lado, se veían las colecciones, los monumentos, el manejo de todo ese patrimonio tangible bajo la Dibam y el CNCA. Y por relación directa terminaba siendo el punto focal de la Convención de Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. Entonces, así fue como se construyó una estructura constitucional muy competente y dedicada pero bastante sectorizada y separada".
En ese sentido, De la Cerda agrega que "el ministerio por primera vez aglutina esto no solo en términos conceptuales, sino que también prácticos. Por ejemplo, al transferir todos los fondos y conocimientos de personal y programas que se han ido construyendo desde el ex CNCA hacia el actual Servicio Nacional del Patrimonio con el fin de establecer dentro de este estructuras para poder ver conjuntamente todas las dimensiones. Ese mandato que nos da el ministerio es uno de los proyectos más importantes que estamos viendo y que tiene relación con la modificación de la Ley de Monumentos hacia una Ley de Patrimonio. El objetivo es ver de manera coordinada e integrada el patrimonio material con el inmaterial. Es una visión que me parece completamente contemporánea, pertinente y, en cierto punto, urgente para tratar el patrimonio como una unidad que integra varias dimensiones".
Al ser preguntado sobre si se usaron referencias de otros países latinoamericanos para basarse en la construcción de la nueva institucionalidad patrimonial dentro del actual ministerio, el subsecretario del Patrimonio explica que en el Gobierno anterior del presidente Piñera hubo dos iniciativas de ley que fueron relevantes. "Una de ellas recibió una indicación sustitutiva de parte del Gobierno de la presidenta Bachelet, que es el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. La otra era la Ley de Monumentos que hoy, con el marco institucional que tenemos, es un proyecto que estamos recogiendo parcialmente ya que el anterior, bajo la institucionalidad antigua, no incorporaba la visión de lo material e inmaterial. Para construir esa visión revisamos marcos internacionales con legislación comparada. Existen algunos países latinoamericanos con realidades similares que transitaron desde lo monumental hacia lo patrimonial y construyeron nuevas institucionalidades. Es el caso de Perú y Colombia. También revisamos cómo funcionaba el IPHAM (Instituto do Patrimonio Histórico e Artístico Nacional) en Brasil y el marco conceptual que se usa en España donde se integran temas como el paisaje, los archivos, los museos y las bibliotecas", explica.
Y en ese punto enfatiza que "en materia de patrimonio y de cultura hemos logrado construir ciertos consensos a nivel estatal. El proyecto que presentó el presidente Piñera en su primer gobierno no fue retirado del Parlamento por la presidenta Bachelet, sino que fue sometido a una revisión válida con una indicación sustitutiva que no cuestionaba el fondo del proyecto sobre la necesidad de Chile de contar con un Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Es una alegría, en ese sentido, que a nosotros nos toque implementar este ministerio que ya tiene en el cuerpo a tres gobiernos".
Futuro, no pasado
Para De la Cerda, el patrimonio no se trata de un tema que esté anclado en el pasado. Todo lo contrario. "Patrimonio tiene relación con administrar un bien cultural en el presente. Entonces es un problema del futuro y de cómo nuestra generación es capaz de conservar y cautelar un acervo heredado y de entregarlo enriquecido a las próximas generaciones. Si se ve con una visión así, nosotros nos convertimos en agentes activos en la construcción de patrimonio futuro, no para detener cosas, sino que para impulsarlas y enfocarlas de una manera adecuada pensando en una figura de desarrollo integral, no limitado. Para mí ese es un foco bien importante a tener hoy arriba de la mesa cuando uno ve que el patrimonio se transforma en banderas de lucha un tanto reaccionarias o conservadoras en varios planos, con todo lo que esto implica en costos en cuanto a la equidad social. Personalmente no veo eso como un camino viable".
"El patrimonio, como está sometido al tiempo y a sociedades que son cambiantes, también es evolutivo y es dinámico, y nosotros no podemos tratar de manejar un bien que de suyo es dinámico con estrategias de congelamiento. Eso es un error. Es una manera equivocada de entender el patrimonio. El patrimonio está en el futuro, es algo vivo. Es un acervo del pasado, pero nosotros estamos mandatados éticamente a administrarlo hoy para entregarlo enriquecido a las generaciones futuras. A nosotros esa visión nos mueve como ministerio, como subsecretaría y, en términos muy concretos, en la definición de los nuevos cuerpos normativos que estamos trabajando y de los mensajes que entregamos a la ciudadanía, a nuestras estructuras regionales, entre otros", concluye el subsecretario.
De la Cerda explica que la actual Ley de Monumentos data de 1970, pero que esta se basa en un decreto supremo de 1925.