Ensalada chilena con aceite ahumado y hierbas
Una ensalada que llevamos en el corazón y en la memoria. Podemos renovarla haciendo un delicioso contraste entre la frescura de las hierbas y el sabor ahumado y picante de su aliño.
• Buscar variedad de tomates: tomate común, pomarola, cherry, romanita, de colores, ¡todos sirven! Comprarlos con tiempo para que estén maduros al usarlos.
• Lavar, secar y cortar en mitades los pequeños y en cascos grandes el resto.
• Picar cebolla morada (más dulce y suave) en pluma fina y ponerla en un colador bajo el chorro de agua fría, moviéndola entre los dedos hasta que deje de estar resbalosa. Estilar muy bien.
• En una sartén pequeña poner a fuego muy bajo un buen poco de aceite de oliva extravirgen, uno o dos dientes de ajo partidos en mitades, una cucharadita de paprika ahumado y una de merkén. Dejar unos dos minutos hasta que despierten los aromas, apagar el fuego, retirar el ajo y dejar enfriar.
• Rallar uno o dos tomates pelados enteros, mezclar batiendo bien con el aceite saborizado y sal. Luego incorporar a los tomates cortados.
• Limpiar y separar las hojas de diferentes hierbas frescas tales como cilantro, perejil, menta, tomillo, orégano.
• Incorporar las hierbas, la cebolla lavada y lonjas de ají verde despepado.
• Se puede tener todo listo y refrigerado por separado, juntar y aliñar al momento de servir.
Jarra de vino fresco con romero y mandarina
Nada como una jarra de vino con mucho sabor y hielo para abrir el apetito y la conversación. El toque mentolado del romero dará un gran pase a embutidos, provoletas y picoteos.
• Varias ramas de romero fresco, deshojar y picar finamente. Ponerlas en un mortero con unas gotas de jugo de mandarina y machacar con entusiasmo hasta conseguir una pasta verde y fragante.
• En una jarra grande poner cinco o seis mandarinas lavadas, despepadas y cortadas en trozos. Añadir la pasta de romero, revolver y aplastar hasta soltar su jugo y el sabor de su cáscara.
• Agregar a la jarra una botella de un buen vino chardonnay, mucho hielo y terminar con un poco de agua tónica o Sprite.
Pebre de papaya
Una fruta tan chilena y hermosa llenará de carácter y sorpresa este pebre fragante. Gran compañero de una malaya de cerdo, quesos blancos fundidos en paila de fierro o un salmón al fuego.
• Cortar finamente uno o dos cebollines con su parte verde incluida. Lavar bajo el chorro de agua fría para suavizar el sabor, estilar bien.
• Picar en cubitos chicos 3 papayas en conserva, un ají verde y un poco de cilantro y juntar con el cebollín lavado.
• Agregar ralladura de limón y, si tienen, unas semillas de cilantro machacadas que le darán una fragancia inigualable.
• Aliñar con jugo de limón, sal, vinagre de manzana, aceite de oliva y un poco del jugo de las papayas.
• Se conserva muy bien hecho incluso un par de días antes.
• Servir frío.
Manos a la obra
Algunas cosas que nos van a ayudar: