Estos ecosistemas generalmente se desarrollan más en la academia, son espacios destinados a la reflexión, el ensayo y error, sin las restricciones del mercado. Ahí las mentes más entusiastas innovan en busca de lo original abriendo caminos libres y desprejuiciados donde nada inhibe la creación. Sin embargo, al momento de llegar al mundo profesional muchos de estos procesos se pierden o diluyen y la fascinación por la experimentación pierde importancia.

Es por eso que nos parece relevante mostrar casos que han logrado sortear ese desafío desarrollando procesos de experimentación pura, que terminan en productos que llegan al mercado para que sean usados e incorporados a la vida cotidiana, pero más aun, para ser admirados por ser una aventura incierta, llena de cuestionamientos que logran llegar a puerto de manera exitosa.

Fabiola López y Joaquín Béjares de Local.

SISTEMA SIMPLE STUDIO

Son las sorpresas que resultan de los procesos experimentales las que mantienen a Diego Gajardo y Lucas Margotta empujando este proyecto, cada vez más al centro de un cruce entre la tecnología digital y el mundo físico. “Ese mundo físico incluye la herencia cultural chilena, sus materiales, procesos de producción tradicionales y artesanales como el torneado de greda”, dicen los SSS. En MásDeco los conocimos hace un tiempo entrando a un terreno que ellos bautizaron matricería líquida, una respuesta crítica a la producción en serie, un rescate de procesos que si bien se pueden serializar requieren de la mano humana y generan piezas similares pero nunca iguales. “La máquina rota el agua y se genera una curva, un paraboloide; mediante el control de la velocidad de giro podemos programar esa curva. Lo siguiente es decidir qué material se vierte en el agua para imprimir. Buscando materiales sustentables y del territorio chileno nos encontramos con la cera de abejas y descubrimos una textura exquisita. Estamos experimentando con distintas curvas y materiales para obtener distintos resultados”, explica Diego.

Actualmente postulan a un fondo para desarrollar otra máquina que les permitirá girar arena en vez de agua. “La arena en rotación se comporta como un fluido; queremos verter metal y experimentar con ese material”, señalan.

@sistemasimplestudio

DENSIFY

Un camión lleno de plumavit es un camión cuya carga es 90% aire. Por eso a nadie le interesa reciclarlo, porque finalmente lo que se obtiene es una cantidad muy pequeña de poliestireno. Carolina Espinoza tiene mucha exploración por delante con relación a la máquina que creó para densificar este poliestireno expandido, pero sabe que cualquier producto que se haga con el material resultante tiene que ser de baja escala pero de alto valor; básicamente por el tiempo y esfuerzo que significa obtenerlo.

“Me gusta la idea de generar productos valiosos, pero no que los precios se disparen. Estoy trabajando en optimizar el proceso productivo y a la vez investigando más en el área de diseño de productos. Mi intención es compartir todo esto de manera open source, pero tengo que ver cómo dosificarlo”, explica Carolina. Su idea es seguir el modelo de Precious Plastic, una plataforma que comparte información para recuperar desechos como tapas plásticas, con la que ella trabaja en Holanda.

“La gente viene con ideas que yo no había pensado, que puedo incluir en una siguiente versión; se crea una comunidad que colabora en torno al mismo proyecto. Me preguntan mucho ‘¿por qué lo vas regalar?’, pero no se trata de eso. Comparto lo que estudié, otra gente va a estudiar cosas, todo ese conocimiento se va a acumular. Es muy lindo”.

@densify.project.

De alguna forma, estos creadores nos invitan a imaginar lo imposible o lo improbable plasmado en objetos, sorprendiéndonos, inspirándonos y motivándonos a pensar en que la creatividad puede empujar los límites de lo existente para crear lo nuevo

Fabiola López

ZETA MAS ESTUDIO

Las intenciones de Rosario Ureta al crear esta marca eran, por un lado, integrar técnicas digitales con artesanía, y a la vez conectar a las audiencias más jóvenes, las que visitan Instagram y otras redes sociales, con técnicas antiguas, bastante lejanas para ellos. “La forma de hacerlo es la fabricación digital, creamos piezas de cerámica a partir de modelos digitales. Estas decisiones nos permiten despertar la reflexión sobre la autoproducción, el acceso más democrático a la información y la capacidad que estas tecnologías nos entregan de ser diseñadores o artistas en nuestras casas, de autosatisfacer nuestras necesidades de consumo sin recurrir al mercado de producción masiva”, explica Rosario.

Esta integración se visualiza perfectamente en una de las colecciones de zeta mas estudio. Se trata de platos que tienen una trama digital (que fue originada por programación pero también recoge formas recurrentes de la naturaleza) que son deformados uno a uno manualmente. Se da así la mezcla de lo hecho por una máquina con la intervención imposible de repetir con exactitud de un humano. Están próximos a entrar a un e-commerce, evaluando maneras de presentar sus productos sin la posibilidad de que los compradores puedan tocarlos. “Seguimos vendiendo a través de nuestro Instagram y sitio web”, dice Rosario.

www.zetamasestudio.cl / @zmasestudio

Los procesos experimentales son realmente una osadía creativa ya que suponen una apuesta, riesgo e incertidumbre constantes. El diseñador se presenta al mundo como un fabricante de llaves de puertas que jamás han sido abiertas

Joaquín Béjares

STEREOMETRIC.SYSTEM.STUDIO

El estudio creativo que formó Max Pazols tiene sus raíces en conceptos como ecología, tecnología, autonomía, fabricación local y economía circular; mientras sus ramificaciones se extienden por territorios como la arquitectura, el interiorismo, la experimentación material y exploraciones artísticas. “Hay un manejo tecnológico, una apropiación y adaptación local, pero es clave para nosotros el entendimiento de la ecología, la naturaleza, lo orgánico. Por eso hay una fascinación muy grande por las geometrías de ese tipo. Hay algo muy importante respecto a la conciencia de la sostenibilidad y el desarrollo local”, explica Max.

Él es un arquitecto que pasó a la escala del diseño de objetos por las dimensiones que permite la impresora 3D, adaptándose a los materiales y tecnologías disponibles. “Cuando ya manejaba los tamaños de la joyería fui escalando a piezas metálicas más grandes, ahí aparecen exploraciones con vidrio soplado, objetos de bronce y cobre que hicimos en colaboración con Víctor Contreras”. Hexagon, su línea de joyas, ya está bien establecida y se vende en lugares como La Plage. Está por lanzar Radian, una línea de lámparas, mientras Campesina consiste en vasijas y objetos de cultivo con sistemas de circulación de agua y sustratos integrados.

www.stereometric-system-studio.com / @stereometric.system.studio