Tres horas en Waze desde Santiago. Ese fue el límite que se pusieron Felipe Lagos, sus tres hermanos y su madre cuando apretaron el acelerador del auto en busca del lugar perfecto. "Entre los requisitos, el terreno debía contar con agua, en este caso un río y una vertiente cruzan el lote. Con vista a la cordillera -aunque acá nos emplazamos a los pies de la cordillera-, en medio de un bosque. Descubrimos este sitio en el centro de una reserva nacional llamada Altos de Lircay, que llega al pueblo donde escogimos comprar, llamado Corel, que está a menos de 15 minutos del lago Colbún", explica el arquitecto sobre este autoencargo para su clan familiar. El terreno es una quebrada pronunciada que deslinda por el norte con el estero Corel y al oriente con la cordillera.
El emplazamiento se planteó insertando la cabaña en medio del bosque, mirando hacia el valle norte. "El programa se proyectó con dos plantas, para así rescatar las vistas del valle por sobre el follaje de los árboles; esta decisión tiene que ver además con que al ocupar el suelo en primer piso se quería evitar el daño ecológico de mover o sacar árboles, por lo que al emplazarlo no se afectó ningún tipo de árbol nativo", explica el arquitecto. Felipe cuenta que por el acceso al lugar su primera preocupación fue considerar la eficiencia de costos de construcción y los materiales, que con sus complementos fueran durables, modulares y sin mantención en esta zona. "El espacio tenía que ser una especie de galpón, grande y alto, para generar espacios continuos y comunicados, por lo tanto se diseñaron espacios con vínculo en doble altura y relaciones horizontales.
El único elemento que está segregado de toda la cabaña es el baño", detalla. Sobre la forma que adquiere esta cabaña, el arquitecto explica que surge por la necesidad de resistir los vientos y las caídas de nieves del sector, por eso ese gran techo en forma de 'A'. Como programa se pensó en modular volúmenes diseñados y prefabricados de 2x4 y 3x4 m en respuesta a la dimensión del fierro (6 m) y así no tener pérdidas de material. Estos módulos se agregan uno al lado del otro en planta libre o espacio abierto; es decir, se adosan al módulo principal que es el de servicios como baños y kitchenette, pero sin tabiques. "Además, pensando en la eficiencia de costos de climatización o calefacción, se diseñó esta casa con quiebrasoles en dobles alturas exteriores ventiladas para canalizar los vientos en verano y que de esa manera ventilen o fluyan. Se pensó además en dobles alturas interiores, para que en invierno suba el calor de la chimenea y se mantenga esa temperatura en la parte superior de la cabaña. El color negro también tiene una doble función: en invierno absorbe y mantiene el calor y además hace que la arquitectura se pierda en el paisaje mimetizándose en el bosque.
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Ideas que inspiran. La relación perfecta entre naturaleza y arquitectura; ni un árbol nativo tuvo que ser talado.
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