Cristián González y Andrea Auyon son una pareja creativa, reyes del calce. Él pasó años haciendo vestuario para películas, para el mundo del ballet y el teatro, y ella, también se movía por las tablas del teatro y de la ópera, siempre indagando en el lado artístico del vestuario más que el comercial. Y hace tres años decidieron hacer una marca, que aunque aun no tiene un nombre definido, tiene un lenguaje deslenguado, lleno de un mensaje emocional traducido en materiales nobles, como las sedas, algodones, linos y lanas, siempre trabajados en un calce bello, perfecto. "Como llevo muchos años de sastre manejo el corte clásico y eso hace que maneje un calce perfecto. Siempre le he dado una vuelta para modernizarlo un poco estéticamente de acuerdo a lo actual, pero siempre me he basado en el corte clásico. Hemos diseñado un tipo de ropa hecha manualmente y artesanalmente, hecha por nosotros… y son piezas personalizadas, no es ropa estándar, con forros, como se hacía a la antigua", destaca Cristián.
Y como aprendieron tanto, sintiendo, observando y confeccionando para bailarines, por ejemplo, aprendieron que su vestuario tiene que ser perfecto, que les quede como un guante a su cuerpo: "Los bailarines se mueven, se toman entre sí, y eso nos ha ayudado a llegar a este concepto de ropa que tiene un calce muy perfecto", suma Andrea.
"Nos gusta reciclar bastante, ahora estamos ocupando pañuelos de seda reciclados, botones antiguos; cada prenda y tela te va hablando y las vamos manejando. Por ejemplo, una prenda antigua hecha de algún material noble, nos gusta el cuello y ocupamos el cuello para una nueva confección. Lo usamos dentro de nuestro proceso creativo", terminan. @hauyon_
"Nuestra ropa es muy cómoda, ocupamos los cortes clásicos justamente para tener un buen calce. Si usas algo de seda la sensación corporal será diferente"
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