Espacio: Los Wong
Como un recorrido por la historia del diseño, desde la silla Ball de Eero Aarnio hasta la Dr. Yes de Philippe Starck. Es el loft del escultor peruano Marcelo Wong, un verdadero refugio de diseño y arte.


Tomamos el ascensor y subimos directamente al piso 4. Se abren las puertas y aparece Marcelo Wong con su hijo Ignacio, de 8 meses, en brazos. Inmediatamente le tomamos el pulso a su forma de vida, a su estilo relajado y cordial, y a su moderno loft en Miraflores.
Un mundo y un imaginario, el de la vida de este artista que se ha hecho fama y renombre internacionales con icónicas y coloridas esculturas. Maja, su señora, es diseñadora de interiores; llevan 6 años casados y no pueden de felicidad con su irresistible hijo Ignacio, su llegada ha traído consigo toda una exploración al mundo del diseño infantil.
Al preguntarles por el departamento, se miran y los dos concuerdan en que lo vieron y sabían que tenían que vivir aquí. “Ya habíamos comprado un departamento donde pensábamos íbamos a vivir, y mi papá me dijo que viniera a ver este otro, yo no quería porque siempre pasa que puedes pensar que lo que compraste no estaba tan bueno como lo nuevo que ves, y este caso no fue la excepción”, explica Marcelo. “Estuve tratando de convencerme de que el otro estaba bien, pero no pude… Y ya estábamos comprando un segundo departamento”, agrega. Reconocen que al principio fue difícil, pero el otro finalmente se arrendó. “Fue la luz, la amplitud, la idea de vivir en un loft y el hecho de que el arquitecto Jordi Puig había construido el edificio, pues a Marcelo le encanta su trabajo. Todo, sumado a la idea de instalarse en pleno Miraflores con una amplia vista a la ciudad, cerca de todo y en una calle muy tranquila.
Lo fueron armando de a poco y en conjunto, cada uno desde lo suyo. Marcelo, como buen amante del diseño, “en mi locura de coleccionar sillas comencé a juntar las miniaturas de Vitra”, las atesoraba como un hobby, sin pensar que con el tiempo iba a querer coleccionarlas a otra escala. Y así fue que el gran sueño de tener un comedor con puras sillas de autor dio vida a un espacio muy dinámico, y el favorito de la casa según reconoce.
Aquí hay arte, color, vida y mucho de ellos en cada espacio. El cuadro principal del living es del artista José Tola, que actualmente trabaja con Marcelo, lo mandó hacer para regalárselo a Maja por el nacimiento de su hijo. Hoy es el centro de las miradas, y se contrapone con la gran muralla de cuadros que fueron poniendo de arriba hacia abajo, cuando venía el limpiador de vidrios, como un gran ‘paneau’.
Él
Su padre es diseñador de mobiliario, sus tíos y su hermano son arquitectos, algunos primos diseñadores; en fin, la cosa viene en la sangre, aunque él reconoce que nunca tuvo vocación para el arte ni el dibujo propiamente tales, que eso vino después. Entró a estudiar escultura a la Universidad Católica de Perú, y estaba en lo cierto, el talento lo tenía y de sobra, y sus esculturas son inconfundibles, a diferentes escalas, unas enormes y otras pequeñas, usa resina y fibra de vidrio, alabastro, madera y metal. “Son lúdicas, y en ellas represento la simpleza de la vida. Una mezcla de cómo la veo ahora y como quisiera verla siempre”, puntualiza. Al despedirnos nos dejó la grata sensación de haber conocido una persona que ama lo que hace, y vive a concho el lugar que habita.
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