Factoría Italia: Diálogo entre tradición y modernidad
Después de todo tipo de propuestas e intenso trabajo de varias oficinas de arquitectos, el proyecto Factoría Italia vio la luz. El equipo conformado por Albert Tidy, Daniel Lazo y Gabriel Cáceres ganó el concurso para el diseño de este histórico complejo industrial donde se encontraban la antigua sombrerería Girardi y el Teatro Italia. Así las cosas, un nuevo polo cultural y espacio público nacerá en 2014.


Intervenir un espacio antiguo y conservar su carácter patrimonial a la vez, no es una tarea fácil. Los empresarios Jack Arama y Daniel Schapira lo saben, luego de recibir varias propuestas de prestigiosas oficinas de arquitectos nacionales por el encargo de remodelar las actuales dependencias de la ex fábrica Girardi y transformarla en un centro cultural y comercial en pleno barrio Italia con un total de cerca de 4.800 m² destinados a espacios públicos.
Para Jack Arama el proyecto surgió en contraposición a la tendencia imperante en Chile bajo la noción de mall. “Pienso que existe la necesidad en Santiago de tener un espacio versátil que mezcle cultura, arte, comercio, oficinas, talleres, gastronomía y hotelería en torno a los conceptos de excelencia, vanguardia, innovación y creatividad. Si a esto le agregamos el hecho de que el espacio se encuentra ubicado en el corazón de un barrio emergente de gran diversidad y a escala humana con una fuerte identidad, me pareció que este debería ser el destino de la ex sombrerería Girardi”, cuenta el empresario.
4.800 m² de stinados a espacios públicos en las dependencias de la ex fábrica Girardi, fue el desafio de los empresarios Jack Arama y Daniel Schapira.Una de las novedades de este proyecto es la gran plaza pública a lo largo del patio de este lugar.
Respecto a la propuesta ganadora de los arquitectos Albert Tidy, Daniel Lazo y Gabriel Cáceres, Arama dice que la idea es “conservar y restaurar las edificaciones de la ex sombrerería Girardi, el ex Teatro Italia y los galpones que constituyen un ejemplo invaluable de la arquitectura industrial de comienzos del siglo XX y que son parte del patrimonio de todos los chilenos y el gran capital del proyecto Factoría Italia. En ese sentido, los principios arquitectónicos reflejados en la propuesta tienen un sello fundamentalmente industrial y funcional adaptado al siglo XXI. El proyecto de los arquitectos permite crear un programa flexible y versátil con una impronta industrial y una plaza central, constituyéndose en un gran aporte al barrio, la comunidad y la ciudad de Santiago”.
Gabriel Cáceres, uno de los arquitectos del proyecto ganador, explica que el concurso se presentaba como una oportunidad única. “Siempre es interesante trabajar sobre un lugar de valor patrimonial, con una identidad arquitectónica y una carga histórica importante. Pero en este caso, además se planteaba el desafío de posicionarlo como el centro de un barrio en consolidación. Es una propuesta de alto impacto con el potencial de beneficiar a muchas personas. Tanto por la escala como por el programa, el proyecto se nos hacía difícil de resistir”. Por otro lado, cuenta que les pareció un encargo atractivo al tratarse de una iniciativa privada que no pretende demoler, sino conservar la actual edificación y que voluntariamente evita la construcción máxima del solar.

Como inspiración, los arquitectos se basaron en proyectos internacionales tales como El Mercado de San Miguel, la Caixa Forum y el proyecto Matadero en Madrid, la Tate Modern en Londres, Puerto Madero en Buenos Aires o el Dashanzi Art District o 798 Art Zone de Beijing. “Todos estos ejemplos de estructuras en abandono reconvertidas exitosamente en centros culturales y artísticos, abiertos a la ciudad y que se mezclan con el comercio y la gastronomía”, explica Cáceres.
La gran plaza
Uno de los grandes atractivos del proyecto en torno a la ex sombrerería Girardi, que data de 1904, es el surgimiento de una plaza pública en el patio de ese lugar.
"La propuesta es edificar una gran plaza abierta y pública que atraviese todo el largo del complejo y que servirá de puerta simbólica al barrio Italia. Así se pone en valor la identidad arquitectónica y las características espaciales únicas de los edificios existentes, a la vez que le entrega a la comunidad un espacio que estará constantemente animado por la diversidad de actividades que allí sucederán, que van desde lo comercial hasta lo cultural y lo artístico. A través de la plaza, los vecinos del barrio podrán acortar camino en dirección hacia las avenidas Bilbao e Italia en sus recorridos diarios, mientras que los cerca de 450 estacionamientos subterráneos permitirán que lleguen más visitantes a disfrutar del barrio".
Fernanda Lizana, directora de la Corporación Barrio Italia, cuenta que el lugar donde se emplazará la futura Factoría Italia es de gran importancia para el sector, ya que es un lugar histórico y de gran valor patrimonial. "Espero que sea un proyecto que respete la historia e identidad de la sombrerería Girardi y el Teatro Italia, pues son espacios muy importantes para los vecinos por un factor emocional y de pertenencia muy fuerte, ya que muchas parejas se conocieron en el cine, la gente aún recuerda con nostalgia la época de auge de la sombrerería, la sirena avisando los turnos. Tengo la convicción de que será un gran aporte al barrio, siempre y cuando considere los efectos positivos y negativos que una intervención de esa magnitud pueda ocasionar en la comunidad".

Para la remodelación de este emblemático edificio se usaron de referencia exitosas experiencias internacionales de recuperación patrimonial, tales como el proyecto Matadero en Madrid, la Tate Modern en Londres, Puerto Madero en Buenos Aires o el Dashanzi Art District o 798 Art Zone de Beijing.
Cuenta que sería bueno que se invite a los vecinos a participar para conocer el proyecto, incluir a la comunidad y para detener ciertos rumores respecto al futuro de la antigua construcción. “En el barrio estamos todos expectantes y preocupados respecto a la protección del valor patrimonial del lugar. Los rumores de barrio han dicho muchas cosas alarmantes, pero al parecer no se cometerá ningún ‘crimen’ como botar la construcción original o dejar solo la fachada y levantar una gran torre de cristal. Espero que el proyecto sea un éxito y beneficie a la comunidad entera”, explica la directora de la corporación, entidad que surgió en el 2009 y cuyo objetivo es promover la valoración y difusión del patrimonio cultural del barrio Italia, procurando su desarrollo sustentable, comercial, urbano y turístico. “En ese sentido, resulta vital que el barrio tenga un desarrollo equilibrado, donde se mantenga el espíritu original del lugar y se respete la diversidad del sector: la vida de barrio, la arquitectura, la historia, los vecinos residentes y los oficios de tradición, y que a la vez se dé cabida a los nuevos integrantes de barrio: diseñadores, artistas, restaurantes y comercio, que han dinamizado el sector”, señala Fernanda. Solo falta esperar el 2014, cuando Factoría Italia esté funcionando.
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