1. ¿Qué es Yávar y a qué se dedica?
Yávar es un esfuerzo colaborativo donde generamos diferentes proyectos con artistas, curadores, investigadoras y con los múltiples agentes que permiten que una idea exista, que pueda circular y llegar a las personas. Elaboramos publicaciones de artistas y ediciones especiales, tratamos de que nuestras exhibiciones se concentren fuera de los circuitos culturales establecidos y trabajamos con artistas que desde sus diferentes prácticas interpelan las estructuras y sistemas que nos rigen.
2. Cuéntanos un poco de los proyectos que ya han realizado.
En 2020 realizamos tres proyectos; Fake News junto a Basco Vazko, una publicación limitada de 13 ejemplares compuesta por 13 fotografías intervenidas del terremoto de Valdivia de 1960, donde se sugiere la manipulación de la verdad por parte de la política y los medios de comunicación; Mami no estés triste, con Valentina Maldonado y Fernando Peñaloza, donde se realizó un registro de obras en una plaza en la comuna de Puente Alto. El registro luego fue intervenido digitalmente para incorporar otros elementos, como un juego o un gesto de complicidad y demostración de autonomía en relación a la imposición de las reglas de cómo una obra debiese ser exhibida y Una cosa es enhebrar y otra es dar puntadas de Claudia Gutiérrez, una caja de bordado que invita a las personas a bordar uno de los tres paisajes periféricos creados por la artista con los materiales, herramientas y técnicas que ella utiliza.
3. ¿Con qué cosas abrirán 2021?
Puedo adelantar dos colaboraciones que saldrán próximamente, una publicación que reúne pinturas y textos de Fernando Peñaloza y una serie de esculturas de acero inoxidable de Macarena Cuevas. También estamos trabajando junto a otras organizaciones en un proyecto de intervención en el espacio público en El Monte para el primer semestre.
4. Háblanos de Fundación Javiera Carrera.
En 2018 organizamos la exhibición Húsares trágicos, donde 17 artistas intervinieron el Monumento Histórico Casas de los Carrera. En este lugar las obras convivieron con el mobiliario de la casa, su arquitectura y paisaje, interviniendo su interior y activando un diálogo entre los trabajos expuestos. Esa experiencia nos hizo darnos cuenta de la importancia de poner en valor y salvaguardar este monumento y generar un programa de actividades que nos permitieran organizar nuestro quehacer. Esa exhibición luego se trasladó al Museo de Arte Contemporáneo y en 2019 formalizamos la fundación. En ese contexto presentamos Alta Tensión, de Catalina Andonie y Ángelo Santacruz, una instalación con materiales y objetos de origen industrial en una bodega subterránea de más de 200 años de antigüedad
5. Tú hablas de un espíritu colaborativo de espacios como los que propones y otros similares.
Me interesan las ideas que parecieran haber quedado a la espera y a las que les ha llegado su momento, las imágenes y relatos que, al ser relegados o invisibilizados, solo les queda sublevarse y explotar para ser considerados. En ese sentido, creo que la cooperación y colaboración entre las personas es fundamental para encausar estos discursos que necesitan ser escuchados.
6. Explícanos tu relación con El Monte.
Viví gran parte de mi juventud en la comuna y mi familia siempre ha estado ahí. Desde hace algunos años divido mi tiempo entre Santiago y El Monte y aquí es donde quiero contribuir de manera tangible a fomentar el acceso a la cultura, ya sea a través de exhibiciones, intervenciones en el espacio público, talleres o encuentros. De esta manera podemos abrir un diálogo con las personas y tener un mejor entendimiento de sus preocupaciones o anhelos y trabajar en conjunto por un desarrollo que tenga como centro el bien de la comunidad.