"Hora 22. Mucho calor. Aprovecho este raro momento de calma y soledad para dibujar la nueva casa. Miro por la ventana y veo un BMW X5 estacionando frente a la oficina. De ella salen un chico de aproximadamente 27 años y una sorprendente rubia que sostiene cuidadosamente su bolso Prada. Un casi mendigo, se acerca y pide cuidar el coche a cambio de 5 reales. Ellos entran en el restorán japonés. En la radio –que apagaré dentro de 10 segundos–, se habla del último secuestro y la rebelión de presos. Leo mis notas de la primera reunión con los clientes, una pareja de publicistas. Conversamos sobre una enorme biblioteca en la habitación con doble altura, enormes ventanas que se abren completamente en el día hacia el jardín; una piscina de 3 x 30 m, una cocina con una mesada central naranja; dos escaleras de mármol simétricas iluminadas por un enorme rasgo cenital; un estudio de trabajo. Detalle preciso, espacios con proporciones elegantes e inusitadas siempre relacionándose con el exterior de una forma diferente, texturas blancas, el sillón "Ball" de Eero Aarnio, los años 60, minimalismo, música electrónica, Stockhausen, Cage, el último número de la revista Visionaire, receta de un spaghetti al mare y finalmente, "Mi Tío" de Jacques Tati.
Así imaginaba y escribía Marcio Kogan en 1999, la casa Gama-Issa v2.0, proyectada junto a Lair Reis y su oficina studio MK27. Ubicada en São Paulo, este volumen se amplió y remodeló posteriormente, terminándose en mayo de 2016, sobre un terreno de cerca de 2 mil metros.
La casa, de unos 800 m², es una gran caja blanca, "un único volumen que lo empaqueta todo", como señala el arquitecto brasileño. Se abre plena hacia el verde de los jardines, desvaneciendo la frontera entre ambos mundos: la natura afuera y la cultura dentro. Aquí todo se funde. Los dueños buscaban justamente la continuidad de espacios interno/externo, de ahí la elección de ventanales de cielo a suelo, de la doble altura, en esta enorme sala que aloja la biblioteca y sala de música donde pueden pasar largas horas compartiendo con sus invitados, con vistas a la piscina y los espigados árboles que se levantan desde el césped.
Es todo amplitud y frescura. La proporción generosa de los espacios deja que el aire limpio de la terraza y los rayos del sol recorran libremente por entre los sillones, las mesas, los estantes dándole a la casa un aire de relajo y libertad tan placentero.
La disposición en grandes líneas paralelas como una columna vertebral ordena la casa y se hace cómplice para que muebles y objetos se distribuyan armoniosamente dando también un descanso visual que se suma a esta atmósfera distendida general.
¿Quién diría que se está en São Paulo, una de las ciudades más vertiginosas de América? Más bien da la sensación de estar disfrutando de un fin de semana en pleno campo y al aire libre. studiomk27.com.br
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Ideas que inspiran. Naturaleza, frescura y generosidad de espacios que sorprenden en una urbe como São Paulo.
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