Conexión. Consciencia. Despertar. Palabras que hoy toman más sentido que nunca en territorio nacional se pueden sentir a casi 3.000 km de Santiago, en el Hotel Tierra Patagonia.
Sabemos que es imposible existir sin generar huella, pero la consciencia que aplicó el Hotel Tierra Patagonia en todo su concepto hace que nos detengamos a analizar la parte esencial de su existencia.
Cuando se le encargó a la destacada arquitecta nacional Cazú Zegers, lo primero que la motivó fueron "las formas que dibuja el viento" en este lugar de la Patagonia. Fue así como ancló el concepto para crear un hotel que sería una duna más dentro del paisaje. "Pensé en un cuerpo en libertad sobre el territorio, en el que el hotel está en el corazón de ese hombre, porque uno va a ese lugar a vivir la experiencia con el territorio, hace las salidas en la mañana y vuelve en la noche; quería que el hotel fuera una piel muy sutil que conectara al pasajero con el lugar y la experiencia en el interior suave y acogedora, con la textura de la madera, el fuego, el compartir con otros las aventuras del día, por eso el bar en el centro", explica Cazú.
Estar situados en la inmensidad de la Patagonia, especialmente a los pies del lago Sarmiento, los ha hecho tomar responsabilidades en torno al cuidado y respeto del medio. Entre esas medidas para la construcción del hotel, se trasladaron especies vegetales nativas del área donde se emplazaría el hotel a un invernadero y luego fueron plantadas en el mismo terreno, manteniendo así el equilibrio natural de la zona. Además el hotel utiliza iluminación led y controla su eficiencia térmica para reducir el consumo de energía. "Este año también se implementaron paneles solares en el campamento del staff, como proyecto piloto para aumentar la matriz energética de energías renovables no contaminantes. Contamos con que este proyecto piloto sea exitoso para poder replicar este modelo en el hotel y así operar con un alto porcentaje de energía solar", cuenta Margarita Lackington, gerenta de Sustentabilidad.
Sin duda está la consciencia de hacerse cargo de los residuos producidos, ser responsable con el consumo y convertirse en un motor más de la economía local, generando una relación de respeto y cooperación con las comunidades locales, aportando siempre a su desarrollo y crecimiento. "Esto se ve reflejado en los vínculos con proveedores locales de alimentos, pero también en el área de excursiones, que trabaja junto a operadores de la zona para promover el desarrollo turístico de la comunidad", suma Margarita Lackington.
A diferencia de otros hoteles, todas las habitaciones en Tierra Patagonia tienen la misma orientación, miran hacia el lago Sarmiento y al macizo Paine. "Además, los programas todo incluido permiten relajarse y disfrutar libremente de las maravillosas experiencias que este destino ofrece. La idea es que se puedan dejar llevar por la naturaleza, que el tiempo en Tierra Patagonia fluya y puedan crear recuerdos que los acompañen siempre", suma Nicholas Russ, gerente Tierra Patagonia.
Quien esté con ganas de experimentar el no límite, la amplitud del horizonte, quien quiera poner en línea la cabeza y el corazón, la Patagonia es un lugar que estremece por su inmensidad, y hay que tener en cuenta que una de las mejores épocas para visitarla es durante mayo debido a su buen tiempo, temperaturas razonables y poco viento. Además, el parque nacional recibe pocos visitantes en esa fecha, por lo que los caminos están despejados. www.tierrahotels.com / @tierrahotels
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Esta planta, parecida al apio y la nalca, llegó a Chile de mano de los europeos y crece salvaje y natural en la inmensidad de la Patagonia. De su tallo antioxidante se preparan diferentes recetas, entre ellas vinagre, condimentos, deshidratados, aceto balsámico, conservas e incluso harina. Sus hojas no son comestibles porque contienen ácido oxálico que en grandes cantidades es tóxico.
Cheesecake de ruibarbo
Por Álvaro Covarrubias, chef Tierra Patagonia.
Para el cheesecake
· 240 g de queso crema
· 200 g de crema batida
· 150 g de azúcar flor
· 500 g de ruibarbo (cocinado y
hecho puré)
· 5 hojas de colapez.
Pasos: Cremar el queso junto al azúcar flor, luego agregar la crema batida y el colapez previamente hidratado, la pulpa y homogeneizar todo; llevar a moldes.
Para el insert de ruibarbo
· 300 g de puré de ruibarbo (mismo
procedimiento anterior)
· 100 g de azúcar flor
· 10 hojas de colapez
Pasos: Mezclar todo igualando densidades, colocar sobre molde plano y cortar según el molde. Congelar y colocarlo dentro de la preparación anterior.
Para el sablé de almendras:
· 200 g de harina de almendras
· 100 g de azúcar flor
· 150 g de mantequilla sin sal
· 300 g de harina 0000
· 2 huevos
Pasos: Cremar mantequilla con azúcar flor, agregar los huevos y finalmente las harinas, cuando la masa esté homogénea agregar el colorante, cortar de 5 x 10 y hornear por 8 minutos a 180 grados.
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