En el centro del país, en la Región General Bernardo O’Higgins, con capital en la ciudad de Rancagua y que limita tanto con Valparaíso y la Región Metropolitana como con la provincia de Mendoza, Argentina, se encuentra el lago Rapel, embalse artificial creado hace más de cincuenta años y que en mapudungún significa ‘barro de greda’. A 140 km de Santiago, con el pasar de los años el lago Rapel ha dado paso al turismo, con gran cantidad de balnearios, bosques, casas de veraneo y la práctica de deportes náuticos, como esquí acuático y windsurf. En 2013 fue declarado Zona de Interés Turístico, implicando con esto que el turismo sustentable sea la característica principal de la zona, fomentando inversiones, mejoramientos de vías y caminos y cuidado del medioambiente, y con la preocupación, al menos se lee, del nivel del agua saldado, al implementarse una cota establecida sobre todo en meses de mayor turismo.
Un lugar rodeado de flora y fauna silvestres, cerros como Las Balsas, Llallauquén y El Mirador; ríos que lo cruzan como el propio Rapel, Cachapoal y Tinguiririca; esteros como El Alhué, El Manzano y El Estero; valles que fomentan las zonas urbanas como Las Cabras, y la Reserva Ecológica Palmas de Pitrucao… fue el elegido por esta joven pareja con 4 niños para construir su lugar de descanso y encuentro que les permitiera junto a sus amigos y familiares disfrutar su afición por la vida de lago; esa de variadas actividades náuticas y de tranquilos y anaranjados atardeceres que marcan el inicio de los asados y las reuniones sociales que se extienden hasta la madrugada.
Proyectada por la oficina de arquitectura PAR Arquitectos, de Álvaro Cortés y Tomás Pardo (pararquitectos.cl), esta casa de 138 m2 construidos, orilla de lago y hecha completa en madera de pino, con sus articulaciones y ensambles a la vista, impresiona por su simpleza, orden y encajes perfectos de cada una de sus piezas, cual minimaqueta de una linda caja.
La idea
Álvaro, arquitecto a cargo, nos cuenta que la génesis del proyecto nació a partir de ciertas premisas con las que contaba y que no podía pasar por alto. Por un lado, el factor económico: el proyecto contaba con recursos acotados. El factor ‘tiempo’, o sea, que se pudiesen proyectar en él, a medida que las condiciones y composición de la familia fuesen cambiando, pudiendo adaptarse hoy, pero con la opción de poder flexibilizarse en el futuro fácilmente. Y sus recursos: mano de obra local y su gran experticia en el uso de la madera. “Claramente estas coordenadas definieron la propuesta”, nos cuenta.
La casa se plantea como una extensión del lago, por estar en su orilla y por la poca diferencia de altura existente con él. Por lo mismo, el referente para el proyecto fue un muelle, que transversalmente se posa sobre el agua y busca apoyos de forma puntual. “Esa simple idea de posarse sutilmente y salir a buscar el lago genera la estrategia proyectual”, nos cuentan los arquitectos.
El partido general: el encuentro perpendicular de dos volúmenes. El primero, longitudinal al lago y que aprovecha el ancho máximo a construir del terreno, compuesto por los módulos de los espacios privados. Y un segundo, transversal, que sale a la extensión a buscar el lago, como un galpón, en donde se constituyen las áreas públicas con espacios como la logia, el estar, un gran espacio comedor-cocina y la terraza-quincho.
Se propone así una figura de esqueleto estructural completamente expuesto y modulado, según las dimensiones de maderas comerciales existentes de pino impregnado, el que mediante variadas posibilidades y combinaciones de cerramientos es flexible en ir armando nuevas unidades programáticas, tanto interiores como exteriores, según las necesidades y recursos del momento, generando así una composición sólida de llenos y vacíos dentro del mismo entramado.
El cruce y encuentro del sistema viga-pilar se utiliza como herramienta principal de expresión e imagen de la casa. Es trabajado por medio del detalle de la carpintería en uniones y ensambles, otorgándole al proyecto una imagen de armazón descompuesto, en donde la estructura se despega de la piel de ambos volúmenes.
Y así cumple los requerimientos de lograr una casa flexible, adaptable en el tiempo, que pudiera crecer sin perder su composición formal ni espacial y con un espacio integrado que fuera el centro del encuentro, cocina-comedor-living-terraza. Espacios iluminados, materiales nobles y una vista despejada al lago en casi todos los recintos, aprovechando al máximo el ancho del terreno.
Honesta, simple y donde el buen diseño invita a disfrutar. pararquitectos.cl
Ideas que inspiran
Colores neutros, madera, fibras naturales y textiles forman parte de la decoración de esta casa. Simple, fácil de limpiar y sobre todo de mantener.
1. Lámpara de suspensión Cestería, $72.000 (creadoenchile.cl) 2. Jarrón cerámica, $29.900 (@surdiseno_cl) 3. Florero vidrio Jonic, $29.900 (@surdiseno_cl) 4. Sofá Vlinder, diseño de Hella Jongerius para Vitra, consultar precio (Acero, Narciso Goycolea 3955) 5. Cojín rombos, $34.900 (@surdiseno_cl) 6. Repisa Trolly, $46.990 (thedecojournal.com) 7. Para toda la familia: Mesa de comedor Pasir, hecha a mano en madera de teca por artesanos de Indonesia. Perfecta, en tamaño y firmeza, para exteriores, 2.60 x 1.05 x 0.75 m, $1.499.990 (thedecojournal.com) 8. Biombo tela/madera, consultar precio (canterano.cl).