Las cárceles son el patio trasero de la sociedad, un lugar que nadie quiere ver. La realidad penitenciaria en Chile tiembla bajo un sistema que poco conoce sobre derechos humanos. Así lo demuestra el estudio realizado por el Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica llamado "El trabajo de las personas privadas de libertad en Chile: hacia la (re)inserción social y laboral", que afecta a las 49 mil personas privadas de libertad que hay actualmente en nuestro país. La cifra de la que aquí se habla es alarmante: solo un 31,5% de los internos logra participar en alguna actividad laboral.
La estadía en prisión es hoy sinónimo de olvido, aislamiento y depresión. Dureza pura que comienza a suavizarse con emprendimientos nacionales que buscan llevar dignidad y oportunidad laboral en un lugar que lo han nombrado como el cementerio de los vivos.
"Aquí encontré mi independencia", dice la interna Romina, quien trabaja para la marca María La Biyux. A un año de comenzar con el trabajo habla del autoconocimiento alcanzado y de recuperar la dignidad en el olvido más radical.
La mentora tras esta marca es María José Aguirre, quien trabajó por 10 años en retail. Luego de ser madre y de un proceso terapéutico de restauración y autoestima profunda a través de tejido y el color llegó a donde está hoy. "Siempre he tenido una profunda conexión con el arte, el diseño y la moda, y comencé a investigar texturas, técnicas, puntos, teñidos, y así aparecieron los primeros accesorios textiles", cuenta María José. Fijó dos ejes: la moda y lo terapéutico, y el año 2017 vino la tercera arista: lo social. Armó su proyecto y lo presentó al Centro Penitenciario Femenino de Santiago "para que la mano de obra de los accesorios descansara en mujeres privadas de libertad. Me resonó desde lo más profundo compartir lo femenino del acto de tejer, trabajando la autoestima, la reparación, la tolerancia a la frustración; devolviendo a través del trabajo su dignidad como mujeres, y así poder estar presentes en sus casas, con sus familias e hijos sin estarlo, apelando al "aporte económico enviado a la calle", suma.
Con el foco puesto en lo social, el proyecto trabaja valores como el compromiso, el cumplimiento de horarios, trabajo en equipo, modelo de cascada motivacional positivo al resto de las internas, temas importantes a la hora de la reinserción laboral.
María José es enfática en afirmar que esto es un trabajo, "no es caridad y está lejos de una mirada asistencialista. El producto se valida por sí solo y ese es uno de los lineamientos de la marca; cuando llegas al producto es por el producto, por su paleta de colores iluminadas, por su línea editorial, y cuando lees en la etiqueta del packaging –cuidadosamente blanco y minimalista– te das cuenta de qué es lo que hay detrás de estos accesorios. Proponemos que las marcas sin un corazón no pueden vivir, es así como María La Biyux plantea estar dentro de la Innovación social, pensando en el impacto positivo que genera, dejando un mundo mejor de como lo encontramos". hola@marialabiyux.com @marialabiyux / marialabiyux.com
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"Desde el día uno del proyecto María La Biyux en el CPF le comenté al equipo que lo que realizaríamos solo tenía que ver con lo que
hiciéramos en el taller, nada de saber de causas ni condenas. Si estábamos aquí era por lo que construiríamos, ya que tejeríamos una nueva realidad tanto para ellas, para sus familias y para la sociedad", dice María José.
Minka
Se trata de una marca de diseño social que realiza accesorios de mujer con retazos industriales, y que son producidos por mujeres artesanas en distintas comunidades vulnerables. "En el año 2012 comenzamos realizando un taller recreativo en el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, donde pudimos observar no solo las habilidades de las artesanas, sino que también las ganas que tenían de salir adelante y cambiar la situación en la que se encontraban; a raíz de esto formamos Minka, una empresa donde la actividad recreativa pasaría a ser productiva, y a través de ella les permitiera salir adelante junto a sus familias", cuentan.
Comenzaron con el taller en el Centro Penitenciario y rápidamente se extendieron a comunidades del medio libre, empezando en Estación Central. Actualmente están desarrollando un taller pospenitenciario con mujeres que han salido de la cárcel. "Además hemos tenido experiencias con mujeres inmigrantes y en comunas fuera de la Región Metropolitana", suman.
El funcionamiento se plantea desde el trabajo que se enmarca dentro de un sistema que incluye una carga de horas presenciales mínimas, pudiendo realizar el trabajo en horarios y lugares flexibles. "Nuestras artesanas perciben entre un 30% y 50% del valor final de los productos, que les son pagados mensualmente y que no dependen de la venta de ellos, sino que se les paga todo lo que producen y luego nosotras, como empresa, nos dedicamos a la venta. Así les permitimos acceder a una manera de trabajo formal, pero no convencional, que les permite hacerlo de manera efectiva pudiendo así reintegrarse al mundo laboral", explican. hola@causaminka.cl causaminka.cl Facebook: minkacl / @minkacl
DeLínea Diseños: Bienestar interior
Magdalena Covarrubias, Paula Garbarini y Camila Bronstein querían armar un taller de muebles pero con un aporte más allá de lo estético y funcional. Así nació DeLínea el 2013, empresa dedicada a la fabricación de muebles de madera. Con el paso del tiempo la marca quedó solo en las manos de Magdalena, quien en la búsqueda de un maestro que ayudara en la fabricación de los muebles se planteó la idea de trabajar con internos de la cárcel, "de este modo pudimos hacer realidad la idea de un aporte más allá", cuenta Magdalena Covarrubias.
Se contactaron con el centro penitenciario Colina 2, donde conocieron a su primer maestro. "Nos gustó mucho su trabajo y de a poco fuimos llevándole diferentes modelos de muebles para que fabricara. Con el paso de los meses fueron aumentando nuestra ventas y llegó el minuto en que necesitábamos más carpinteros". De esta manera llegaron a trabajar con internos de la cárcel Colina 1, "en donde conocimos a Carlos, quien trabajó con nosotras desde dentro del centro cerca de un año y medio, y después nos siguió ayudando una vez que salió en libertad", suma Magdalena. La marca trabaja con internos de la cárcel de Colina y Rancagua y con dos internos libres.
Magdalena diseña el mueble, luego hace los planos y calcula el material que se necesita. Después envía un correo con la lista de materiales para que la cárcel autorice entrarlos. "Una vez dado el permiso compro todo el material –maderas, lijas, cola fría, tarugos etc.–. Ese mismo día hago la entrega de materiales, revisamos los planos y el material junto con los internos. Luego ellos me hacen entrega de los productos listos. Los reviso, les pago por el trabajo terminado y me los llevo a mi tienda Decontinentes". Decontinentes, Luis Pasteur 5621, Vitacura. delineadisenos.com / @delineadisenos
Coasurf: Ola profunda
Arturo Irarrázaval estaba con las ganas de crear una marca chilena que lo mantuviera haciendo lo que le gustaba y además aportar a la sociedad. Investigó por mucho tiempo sobre la educación del medioambiente y el calentamiento global, y el 8 de diciembre de 2010, al incendiarse la cárcel de San Miguel, Arturo se dio cuenta de que este era un problema real a nivel chileno, sudamericano, mundial.
Aquí puso el ojo, estudió todas las alternativas de cómo conectar lo que buscaba hacer con lo que le gusta hacer y "ayudar a este segmento que nadie le interesa y todos quieren marginar", dice. Logró conectar ese mundo y darle una vuelta, a los internos y al sistema. "Son personas que van a vivir por 80 años y de una u otra manera van a influir todo este tiempo en nuestras vidas. Siempre se ha dicho que la cárcel es la escuela del delito, yo quiero que sea la escuela de cualquier otra cosa menos de eso, partiendo por la escuela de surf y de los deportes para que muchos aprendan y se motiven a trabajar. Nuestro plan a futuro es transformar las cárceles en universidades técnicas donde se pueda estudiar, aprender, trabajar y ganar plata", afirma. Tienda Punta Puertecillo y Av. El Rodeo 13710, Lo Barnechea. Tel: +56998277749 coasurf.com / @coa.chile
Otra mirada: Braintoys
El acercamiento con la cárcel comenzó desde la convicción de que los niños son el futuro de Chile "y nuestro deber es preocuparnos cada día más de su salud mental, para poder prevenir futuros trastornos en su desarrollo, incentivándolos a vincularse de manera sana con sus padres y sus familias. Actualmente la realidad en la mayoría de los centros penitenciarios no es muy alentadora", cuenta Paula Hamdorf, fundadora de Braintoys. Fue desde ahí desde donde se conectó con el impulso de idear un proyecto enfocado en ayudar a los internos a vincularse con sus hijos a través del juego, entregándoles herramientas para lograr establecer una relación lo más sana posible durante las visitas.
Para esto están implementando un piloto en dos centros penitenciarios, el CET Metropolitano, donde ya están trabajando, y en el CPF de San Joaquín, donde está en etapa de coordinación. "Se está habilitando un espacio lúdico para que los internos puedan disponer de un lugar que los incentive a acercarse a sus hijos a través del juego durante las visitas, con el objetivo de lograr facilitar una mejor relación y propiciar generar un mayor vínculo con ellos. Para que esto sea posible, la primera etapa consiste en hacer dos talleres a los internos donde los conectaremos con la experiencia de jugar y así facilitar el acercamiento a sus hijos", explica Paula.
Luego podrán disponer de este espacio para ser utilizado durante todos los días de las visitas, donde irán acompañando las dinámicas que se irán desarrollando. braintoys.cl / @braintoys_cl