"La música y el dibujo, como todas las expresiones creativas, son distintos formatos en los que se pueden llevar ideas, mensajes, cuestionamientos", dice Guillermo Galindo (36), el hombre que lleva exactamente diez años firmando humor gráfico bajo el seudónimo de Malaimagen, y que lleva 17 siendo parte de la banda punk Punkora. "Antes del dibujo usaba canciones para expresarme. Ahora tengo la tribuna de los dibujos y una audiencia más grande que el nicho para el que toca la banda. La diferencia es que los dibujos son a título personal y las canciones son de cuatro personas. Pero sirven un poco para lo mismo, expresarse, opinar".
De la misma manera en que reconoce que son sus limitaciones técnicas las que lo llevan al punk, reconoce que no es la destreza lo que caracteriza su dibujo. Pero en ambos casos, además, se trata de lo que le gusta hacer, exactamente de la forma en que le gusta hacerlo.
"Uso la historieta como medio porque es el que me acomoda, lo que me gusta, lo que leo y que sé hacer. No soy un experto o intelectual que ocupe un vehículo más básico para llegar a la gente. No es una estrategia comunicacional. Es un formato que a mí me gusta, la historieta, el humor. Que, claro, tiene una llegada más rápida porque su alcance es lúdico", explica.
Eso que le gusta coincide con lo que le gusta al público. Queda demostrado por las decenas de miles de personas que lo siguen en redes sociales y por la publicación de su décimo libro, "Dedocracia". Además de abarcar un periodo distinto, desde el comienzo del gobierno de Bachelet hasta las primarias, este libro tiene diferencias con los anteriores: "Desde mi punto de vista de autor creo que hay una madurez en cuanto a los dibujos y a las historias. Las formas de transmitir mensajes están mejor resueltas que en los libros anteriores. Es un libro que me tiene muy orgulloso porque me gusta mucho como quedó. La gente que me sigue desde mis primeros libros verá una evolución, o una involución si es que no le gusta. Hay un trabajo que ha ido cambiando con el tiempo. Hace diez años que estoy publicando estos dibujos".
"En noviembre voy a estar en Antofagasta. Estamos trabajando en el sexto disco de Punkora, que ojalá salga a principios del próximo año. Acaba de editarse un libro mío en México que se llama 'Malditos humanos'", dice Malaimagen.
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"La gente se interesa sí o sí. Lo que pasa es que mis libros abordan a los políticos, los ocupo como personajes. Creo que la sátira política se hace desde hace muchos años. La diferencia es que yo lo llevé a internet de forma un poco más masiva", dice Malaimagen.
Parece que la desafección de los chilenos hacia la política no afecta el humor.La política sigue teniendo interés social. La gente se interesa sí o sí. Lo que pasa es que mis libros abordan a los políticos, los ocupo como personajes. Creo que la sátira política se hace desde hace muchos años. La diferencia es que yo lo llevé a internet de forma un poco más masiva. Había pocos autores haciéndolo en Chile y difundiendo en internet. Las grandes instituciones del humor gráfico como Hervi estaban en papel. Dije 'voy a hacer humor gráfico de contingencia' y lo publiqué en un formato que no estaba tan abordado. Fui abriéndome paso de a poco. No fue una cosa repentina. Me fui ganando un público.
¿Cuál es tu público? Empecé haciendo esto porque a mí me gustaba, y me sigue gustando. Apunto a un tipo de público bastante similar a mí. Pero aun así me sorprende que mis dibujos le gusten a gente de mucha edad o a niños que entienden mis libros a su manera. Ver que el público que sigue mis dibujos aumenta es muy emocionante porque el humor político tiene una tradición muy larga. Seguir ese oficio me parece fascinante.
¿Alguien se molestó? Mi vida es absolutamente distinta de la gente que dibujo. Me muevo en círculos absolutamente diferentes a los de los ministros, senadores o diputados. No tengo mayor conexión con ese mundo. Por redes sociales me tienen bloqueado algunos personajes. Sé que hay políticos a los que les gustan mis dibujos y otros que no. A mí me es indiferente eso para seguir. Hasta ahora no me ha pasado que me escriba alguien. Hay lugares, medios o eventos donde no me quieren. Pero también otros que sí. Esto te abre algunos caminos y te cierra otros. Si uno hace esto tiene que hacerlo de forma responsable. De derecha o de izquierda los dibujas a todos. Algunos personajes se enojan cuando no los dibujo, jajajajajá... Me han llegado comentarios.
Si te piden definir tu estilo. Tengo algo que me caracteriza, no sé cómo definirlo... Creo que es más fácil verlo desde afuera. Trabajé mucho tiempo para desarrollar un estilo reconocible que se distingue de otros. Eso lo fui logrando con la práctica, fui probando hasta que los personajes fueron funcionando. Saqué partido a mis propias limitaciones porque no soy un dibujante de destreza técnica muy grande. Dije 'así dibujo, así me gusta. No me voy a desesperar por no hacer algo más espectacular o parafernálico en cuanto a técnica. Voy a ser lo más sintético posible. Lo importante será que los personajes sean carismáticos, que el mensaje se entienda bien, siempre con la menor cantidad de elementos posible'. Ese estilo lo fui mejorando durante los años. Hay muchos que dibujan mejor que yo, pero mi trabajo ha sido serio y constante. Estoy conforme con lo que voy logrando en el momento. No creo que para destacarse tengas que tener un dibujo muy avanzado en la técnica, prefiero que deje algo.
¿Todo el material es tuyo? Grandes historietas terminaron convirtiéndose en agencias. Pasó con Condorito, con Lukas, con Barrabases, o con revistas donde publican muchos dibujantes como Topaze. Pero yo trabajo solo los guiones y los dibujos, y no pretendo llevarlos a ser una empresa. A otros les ha salido bien, pero yo creo que el dibujante tiene que hacerse responsable de su trabajo y me gusta más el camino de Quino o Fontana Rosa, que nunca delegaron sus personajes a otros. malaimagen.com