Mientras sus hermanos asistían al conservatorio de música en Viña del Mar, la ilustradora Joceline Pérez iba todos los sábados, desde los 7 años, a la Escuela de Bellas Artes a entender y practicar el arte. Su mamá siempre impulsó este afán, hasta que hoy, a sus 31 años, Joceline puede mostrarse ante el mundo como una ilustradora de tomo y lomo, con estudios de diseño en la Universidad de Valparaíso, un diplomado de literatura infantil y juvenil y fomento lector en la Pontificia Universidad Católica de Chile en conjunto con Fundación La Fuente, además de cursar ilustración para publicaciones infantiles y juveniles en EINA en Barcelona y un máster en ilustración y cómic en la Universidad Elisava, en esa misma ciudad.
Y hoy se siente triunfadora. Hace justo un año que la editorial infantil Muñeca de Trapo publicó su primer libro, titulado "La niña que se escondía demasiado", justamente de la autoría de Pérez, cuyo trabajo acaba de recibir una Medalla Colibrí 2018 como mejor libro álbum realizado en el año 2017 en Chile.
¿Cómo llegaste a escribir e ilustrar este libro álbum, qué te inspiró? Yo trabajé durante 5 años en un centro de rehabilitación en salud mental haciendo talleres, y era muy entretenido, tenía un montón de historias que contar de ahí. Luego fui cambiando el enfoque y pensando en algo más infantil. En ese tiempo yo era muy amiga de algunas chicas que trabajaban en algunas fundaciones de niños que tenían situaciones de vulnerabilidad muy duras, iban a vivir a hogares del Sename o distintos hogares. Estaba muy metida en el tema social. Dije, me gustaría contar una historia de orfanato, por ejemplo, porque pienso que esa etapa de la infancia hay que contarla en los libros, y además por mis referentes de literatura infantil, como Edward Gorey, que es un autor bien macabro, de infelicidad, de niños pequeños que sufren mucho. Los niños en los libros tienen que descubrir un montón de cosas de manera divertida con personajes adorables, pero tiene que haber de todo.
¿De qué se trata el libro? El libro se trata de una niña que llega a vivir a una casa –en el libro nunca se cuenta que es un hogar de niños–, y ahí hay pequeños monstruitos, entonces les teme mucho y quiere esconderse de ellos, quiere hacerse invisible; juega sola, se esconde en un montón de lugares. Y de a poco se va adaptando a este nuevo lugar y va empezando a interactuar, y cuando se esconde, va encontrando disfraces de monstruos que se los va poniendo, como una máscara, orejas de zorro, unos guantes, y con eso se siente con mayor libertad de interactuar con los demás monstruitos. Finalmente se adapta y comparte con los demás niños y se comporta como una niña normal; ella también se convierte en un monstruito.
Esa es la primera lectura, pero en el fondo es la historia de adaptación de una niña que más o menos tiene 6 años y que llega a vivir a un hogar de menores, y es el relato que me han contado de las situaciones que ocurren cuando los niños de esa edad llegan a vivir a estos lugares. Los niños más grandes los molestan, los niños lloran mucho, pero luego se dedican a jugar.
¿Qué es un libro álbum? Es un libro completamente ilustrado con textos muy breves, y lo importante es que las ilustraciones complementen el texto y que se vaya contando la historia entre la ilustración y el texto, y los textos no tienen que decir lo que las ilustraciones están diciendo, no tienen que ser redundantes sino complementarias. Y entre los dos comunican mucho más. Tienen que sugerir las cosas, no decirlas de manera literal, para que el lector tenga más capas de lectura. Cada cosa que hay en los libros álbum es superpensada para no caer en esto de decir las cosas de manera obvia.
¿Por qué crees que te ganaste la Medalla Colibrí? Por lo que leí, fue primero porque nadie había hecho un libro para niños hablando del tema de los hogares de menores en Chile. En Chile hacer un libro infantil del tema de la niñez así es bien riesgoso, porque no son fáciles de vender pues los papás son los que finalmente compran y deciden. Y por otro lado creo que la historia se cuenta de una manera muy sutil, que no es de una manera seca, ni bruta, ni fuerte, se puede abordar; cuando los papás les cuenten esta historia a los niños pueden abrir una conversación y que así se sepa que hay muchos niños que viven en hogares y que tienen una infancia con mucha vulnerabilidad a su alrededor. Al final del libro todos estos monstruos tienen un corazón rojo. En la literatura infantil en Chile este tema está un poco escondido y complicado, y es difícil de conversar. @joven.amarga
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