Almácigos
Son el puntapié inicial de toda huerta. Aquí se siembran las semillas para que salgan los brotes, que después se trasplantarán a la huerta. Para todo lo que crece hacia arriba y no es sembrado directo en tierra les recomendamos hacer sus almácigos antes de que termine agosto.
Maia Schmidt, de @HuertasMatricaria, recomienda partir recolectando envases de sushi, yogur, tetra pak, etc., para hacer almácigos. Lo importante, dice, es tener una tierra rica en materia orgánica, que aportará macro y micronutrientes a las plantas y las ayudará a germinar y crecer más fuertes y más rápido. Michelle de Rurange, de @Chilehuerta, aconseja una mezcla de compost, con perlitas y vermiculitas. “Van a aportar mineral y servirán para soltar la tierra y para que quede un sustrato más liviano reteniendo la humedad”, asegura.
Importante, dice Maia, es que la semilla se entierre dos a tres veces el tamaño de esta. “Esa es la regla general y es el típico error de la huerta”. Finalmente se instala en un lugar donde haya rica luz, “ideal que llegue desde arriba para que puedan crecer equilibradamente y no estiren los tallos hacia los costados buscando la luz y terminen por morirse”, advierte Michelle. Preocuparse siempre de regar la tierra, mantenerla húmeda y protegida de pájaros.
Medir calidad de la tierra
Una manera fácil de saberlo es tomar una muestra de la tierra, echarle un poco de agua oxigenada y al entrar en contacto con la materia orgánica se activa, le sale una especie de espuma efervescente. Es una manera de regularla de manera natural.
Procedencia de las semillas
Para @Chilehuerta es esencial armar tu banco de semillas, encontrándolas en lugares donde haya guardadores de semillas o que tengan certificado orgánico.
Control de plagas
Con el comienzo de la primavera aumentan la temperatura y la humedad, tierra fértil para que proliferen huevos de distintas plagas. @Chilehuerta recomienda dos soluciones naturales para la huerta orgánica:
• Preparado de purín de ortiga. En un bidón mezclar agua con un tercio de las ramitas de ortiga. Durante dos semanas dejar macerar y batir todos los días fuertemente 2 minutos, para luego regar las plantas. Es un repelente muy efectivo y un gran fertilizante que aporta nitrógeno.
• Aceite de neem con jabón potásico.Viene de un árbol que es antiviral. Les inhibe el apetito a las plagas y su capacidad reproductiva, es eficiente y ecológico y no daña a ningún polinizador.
Asociar con flores
En todas las huertas debiese haber flores por los beneficios que trae asociarlas con las distintas hortalizas, dice la huertera Maia Schmidt. Hay flores que duran todo el año y otras que son de esta temporada. “Las atemporales son la caléndula, una planta que no puede faltar, porque repele pulgones que son la plaga típica la huerta y además atrae a las chinitas, que se comen el pulgón. El tomate, por ejemplo, hay que asociarlo con el tajete, una flor muy bonita que se siembra en esta época y está en todos los viveros. Es excelente para controlar los hongos y prevenir bacterias que puedan dañar el tomate”, asegura.
Recomienda llenar de girasoles, cosmos, zinnias, caléndulas, dalias, malvas y otras, así atraen polinizadores que son fundamentales para la polinización de plantas de frutos como los tomates, zapallos y berenjenas.
Otra asociación benéfica: las plantas familiares de la cebolla como el ajo, cebollín y el puerro son buenas para repeler plagas. Maia recomienda ponerlas cerca de los kales, brócolis y coliflores, porque son plantas vulnerables a los pulgones.
Cultivos de septiembre
Tomates, sandías, melones, zapallos, frutillas, cebollas, pimentones, ajíes, repollo, pepinos, lechuga, albahaca, rúcula, berenjenas, zanahoria, rabanitos, beterragas, puerros, espinacas, kale, porotos verdes, coliflor, perejil, ciboulette, cebollín, romero.
Cultivos en departamentos
Elena Fleischmann, de @Huertametropolitana, recomienda las aromáticas, como el romero, el tomillo, la menta, pero es importante que tengan luz, por lo que es indispensable que estén al lado de la ventana. “Sin embargo, hay algunas hortalizas y aromáticas que pueden cultivarse con pocas horas de sol directo, como por ejemplo la lechuga y la albahaca, esta puede sembrarse durante todo el año si es dentro de la casa y el tiempo para la cosecha es de 2 a 3 meses”, dice.
Tomate, el rey de la huerta
El tomate crece relativamente rápido y para tenerlo en verano debemos sembrarlo en los meses de agosto y septiembre, ya que para la cosecha son tres meses. Elena Fleischmann hace sus recomendaciones: “Necesita calor y al menos seis horas al día de sol. En cuanto al espacio, necesita 40 cm de profundidad y 60 cm alrededor. Se siembra directo en la huerta o en almácigo a finales de invierno o principio de primavera, cuando no hay riesgo de heladas. El suelo ideal sería de compost con humus. Riego abundante, ojalá una vez al día, con cuidado de solo regar la tierra y no las hojas, porque estas son propensas a los hongos. Es muy importante poner soportes o guías para que no se quiebre la rama, perdiendo la producción.