Platos choros

De que el choclo sorprende nadie lo duda. Esa cosa dulce y sabrosa da para tanto… Desde los humildes capachitos a sabores modernos y sorprendentes. Como lo que pasa en el Caruso, restaurante de Valparaíso que hace una cocina de puerto y de autor rica, sabrosa y donde debiese ir a sentarse cada ser que pise el puerto. Tomás Olivera, es su dueño y creador actual. Su curiosidad lo llevó este año a tener un plato de salmón con pastelera y salsa de camarones con pisco. ¡Exquisito! El salmón (al menos un  lugar que lo sirva como tiene que ser) casi crudo arriba de esta preparación con choclo dulce, suave, envolvente. Pruébenlo y hasta imítenlo en casa, de todas maneras una apertura de mente cocinera que hay que aplicar.
Dirección: Cumming 201, cerro Cárcel, Valparaíso.
Teléfono: (32) 2594039.

Pinchos chocleros

Me acuerdo perfecto de abrir el cajón de los cubiertos diarios en mi casa y ver pinchos con choclos plásticos. Me comía hasta las manzanas con ellos. Después recuerdo haber visto algunos sobrevivientes y ahora sólo de colores, que no están mal, pero me gustaban más los otros. En el Easy vi los pinchos con portachoclo incluido. Buenos y lindos para hacer toda la puesta en escena que merece el goce de comer choclo americano recién salido del agua hirviendo, con toda la mantequilla posible y sal.

Arte de la hoja

Creo que es un debernacional saber de la artesanía que se hace en tierra propia. Así, es que vayan teniendo alguna muestra de estas flores, angelitos y muñecas hechas con hojas de choclo. Es algo que se usaba hace varios años y que ahora lo reviven desde Pichidegua, en la VI Región, mojándolas, manipulándolas y después tiñéndolas. Precioso,y una buena muestra de lo histórico y del arte manual.

Web:

+D Pastel y pastelera

¿Dónde venden el mejor pastel de choclo?

Creo que he escuchado esta pregunta unas 20 veces este mes, y la respuesta es complicada. Hablamos de uno de nuestros platos patrios, del sabor familiar (que siempre gana, por costumbre, ejemplo o veracidad), de algo que se vende en la calle, en el súper y restaurantes. Complicada la elección. Aquí dos que me gustan, aunque no me atrevería a decir que son la perfección, por respeto a cada una de esas manos caseras que lo hacen.

Doña Tina:

Un clásico que vende una pastelera increíble. Y pensando en los vegetarianos y amantes del choclo, es absolutamente recomendable. Suave, consistente, con albahaca medida. Si hay lugar en el jardín coman ahí, es un agrado, lindo, con naturaleza. De lo contrario yo la llevaría (y eso principalmente porque en esta estación no tolero sentarme bajo techo). Obvio que acompañado con tomate y más albahaca. Un bocado estival remarcable.

Dirección:

Los refugios 15125, Lo Barnechea.

Teléfono:

3216546

Web:

Pastel de choclo:

créanme que lo he buscado. Soy capaz de comprar en tres lugares distintos sólo para dar con el ideal. Y como les expliqué, no lo tengo. Pero últimamente me gustó harto el clásico de La Tinita, el casino y despacho del Mercado de Providencia. Buena textura y pino con carne picada, pollo desmenuzado, huevo y aceitunas. La verdad es que le pondría una gota más de carne, pero su choclo me parece rico, dulce sin exagerar, sabroso, doradito. Generoso y barato. Para cuando no se quiere hacer nada o se busca sorprender, aquí está la buena opción (es la misma de las empanadas al horno gigantes y ricas, así es que tienen el menú completo).

Dirección:

Antonio Bellet 58, Mercado de Providencia.

Teléfono:

23591 57

Hoja a la parrilla

La Carola Silva, directora de la Revista Placeres y una gozadora con mucho estilo, llegó el 2009 desde el Mistura de Perú con esta gracia: cebiche caliente en hojas de choclo. En el fondo se trata de hacer un cebiche (reineta, por ejemplo) cortan los cubos grandes, lo aliñan (limón, pasta de ají amarillo, salpimienta y cebolla pluma), dejan adobar por un rato y después agarran las hojas de choclo y ponen un poco, lo ponen directo a la parrilla y las dejan abierta. Esto se empieza a calentar, las hojas a quemar un poquito y el cebiche queda caliente, sabroso y con un dejo ahumado preciso, delicado y diferente. Imposible saltárselo este verano.